domingo, 24 de julio de 2011

Asociación de Teatristas…


Las dinámicas culturales que se vislumbran en el país nos llevan de la mano a tratar de unificar los “gremios”, aunque esa palabra suena a rimbombante partidismo politiquero estéril, pero es de esta manera que se debe asignar el nombre a un grupo de trabajadores que están en la misma rama, “gremio”, que tratan de reivindicar sus condiciones salariales y protección social.

Pues bien, estamos frente a un cambio de visiones, desde la aprobación del referéndum en el año 2008 hasta nuestros días, se hace referencia con mayor ahínco a la reforma del gremio de los cultores, y en el campo que nos movemos como es el teatro hay una preocupación inmediata por reorganizarnos.

Es una idea que me resulta genial buscar un criterio que trate de mantener unido un grupo que siempre ha estado desunido por condiciones naturales, porque le digo al que lee esto: trate de mantener a cuatro artistas en una mesa por más de una hora, verá cómo es imposible y una tarea titánica que no se molesten sus egos. Eso mismo pasa con el teatro de cada cuatro teatristas cinco están en conflicto.

La Asociación de Teatristas del Táchira busca mantener en comunicación permanente a los que laboran desde esta disciplina, es una organización que nace hace tres años con esta intención y ha venido de menor a mayor, sumando cada día mas teatristas que quieran exponer sus trabajos y que se organicen para planificar nuevas acciones de promoción y difusión del arte escénico en nuestra región.

Es una utopía que ojala se pueda concretar con el pasar del tiempo, y no quedemos en actitudes que históricamente nos han caracterizado. Particularmente soy muy pesimista, pero estas acciones me llevan a pensar que las personas pueden reflexionar y acercarse a intercambiar con los Otros, dejando atrás roces pueriles que sólo ayudan a envenenar más el ambiente que ha sido raudo durante algunos años, pero que hoy día veo se empieza a difundir una nueva especie de atmosfera de compañerismo y de unión. Veo que se está procurando la búsqueda de nuevos espacios para la formación de actores, directores y público, este último que llega hasta las salas y,  quizá logremos entablar una crítica necesaria –ojo, digo “necesaria” y no la tonta idea aquella de “Crítica Constructiva” que de por sí esa frase la aborrezco y me parece la más ridícula del mundo- digo, crítica en el sentido que nos urge un público de mirada aguda que se atreva difundir desde los medios de comunicación sobre lo que acontece, por ejemplo, sería bueno tener el análisis de nuevos trabajos, las visiones de la puesta en escena que desarrollaron algunos personajes importantes de nuestra región y buscar su proyección con el resto del contexto.

El sábado pasado se eligió a la nueva junta directiva donde quedó a la cabeza Jesús “Chucho” Delgado que es un director reconocido en nuestra ciudad y realiza este trabajo desde hace mas de treinta y cinco años, difundiendo el teatro en todos los rincones de las comunidades.

Si la idea es soñar, estoy seguro que este es el primer paso para que el movimiento teatral nuestro pueda solidificarse, dejando gran cantidad de actividades –talleres, seminarios, festivales, encuentros, charlas- que nos ayuden a darle otro perfil al “gremio” de teatristas.

La idea de la Asociación de Teatristas del Táchira me parece una idea fabulosa y espero se pueda cimentar y erigir de manera activa.

Por cierto, y hablando de esto del Teatro, tuvimos dos buenas noticias la semana pasada, una, la reposición de Baño de Damas bajo la dirección de Iliana Sánchez en la Escuela Regional de Teatro, y la otra, que Alirio Pérez representó al Táchira en la Fiesta Bicentenaria del Teatro en la ciudad de Caracas, lo que me llena de alegría por la significancia de Alirio para el teatro de la ciudad.

Sólo me resta decir que “El Teatro es un peligro para nuestra arraigada ignorancia”. ¡Vayan al TEATRO!!! 

miércoles, 20 de julio de 2011

La Fiesta del Teatro

Hubo en San Cristóbal una fiesta de Teatro del 25 de junio al 03 de julio, durante diez días dedicados a un personaje que fue un extraordinario trabajador y creador del arte dramático, como es el caso del maestro Ciro Vilamizar. Particularmente estos homenajes deberían realizarse en vida, pero bueno, las dinámicas nuestras son tan complejas, que siempre nos acordamos de la muerte y de lo que pudo ser alguien en específico. Para mí Ciro representó parte de una experiencia personal y familiar puesto que estuvo allí presente en los momentos decisivos, cuando aún yo estaba muy joven y me orientó en los primeros pasos dentro del mundo del teatro, gracias a él estoy desarrollándome en el área que más me gusta y de la que no encuentro otra manera para vivir, es el teatro mucho mas importante que cualquier otra cosa que me rodea.

La Fiesta del Teatro de San Cristóbal, que fue el nombre que le colocaron a esta muestra regional,  dejó dudas, contradicciones y no se cuántas proyecciones del teatro en la región, algo que es natural y que permiten ver el panorama multipolar dentro del gremio, me resulta alentador, puesto que esa es la idea de reunir a un grupo de artistas que dejen de manifiesto sus ideas colmadas de visceralidades que son las que alimentan al arte.

Durante diez días vi doce espectáculos, se desarrollaron algunos talleres y se dejó vislumbrar que el publico está en ese proceso de formación, porque poco a poco nos vamos animando a realizar cosas más arriesgadas que nos llevan al clímax de una génesis teatral con nuevos y viejos realizadores, de nuevas poéticas que son tan variadas como cada uno de los que nos dedicamos estas lides de la dirección teatral.

Siempre los festivales o temporadas ayudan a la formación de su entorno, porque allí vemos cómo los actores se van consolidando en su proceso de desarrollo corporal e intelectual que es indispensable, es necesario buscar otras maneras de realizar las cosas, de equilibrarse y de alentarse a construir nuevos horizontes dentro de la propuesta estética. Los directores estaremos siempre en la búsqueda de la poética que tanto nos preocupa y que vamos explorando con nuestro equipo de trabajo, desarrollando la creatividad que es el punto fundamental de lo que aquí se expone. Pero para mí lo más importante son las personas que de manera desinteresada se sientan en esta sala, -que en esta ocasión fue en la sala Ateneo del Táchira- que por cierto está en condiciones desastrosas, con un auditorio carente de las comodidades mínimas y que es una lástima puesto que ha representado el centro del desarrollo cultural de la ciudad y que está en un estado tan deteriorado y decadente que es una verdadera travesía y atrevimiento invitar a un grupo de personas a realizar una actividad allí, pero no queda de otra y no tenemos más espacio, espero que algún día lo veamos mejorado.

Volviendo al caso del público, las personas llegan a la sala y esperan para ver lo que se ha seleccionado para ellos, desde la obra escrita por el autor, la dirección, la performance de los actores, y por supuesto, la integración técnica en conjunto que te lleva a disfrutar por un período de tiempo un trabajo que lleva tratando de acoplarse. Es por esa razón que estos espacios para el desarrollo de las artes debemos aprovecharlos al máximo y no dejar que se pierdan en el olvido.

Lo único de lo que aun no estoy de acuerdo y es algo que debemos superar en la región, es la cantidad de propaganda politiquera que nos bombardean durante el desarrollo de la actividad, cada vez que vamos a estas aparecen personajes de la política tratando de figurar, SÍ, ya sabemos que aportaron los recursos, pero no necesitamos que nos lo repitan con tanto ahínco que a veces resulta insoportable, sólo sé que los gobiernos pasan y la cultura queda, creo que debemos pensar en “Hablar menos y trabajar más”.

Por otro lado, me queda decir que estas alternativas artísticas cada día proliferan más, como por ejemplo en la Plaza Bolívar estaba en paralelo la Feria Internacional del Libro de Venezuela, en el teatro de la Unidad Vecinal se desarrolló el réquiem de Mozart y me disfruté de un fin de semana colmado de cultura, porque eso es lo que realmente necesitamos y con urgencia.

Por ahora les repito una vez más: “El arte es un peligro para nuestra arraigada y petulante Ignorancia”