Desde el día 03 hasta
el 07 de julio la UNILA se vio colmada de cantidad de actividades artísticas
que fortalecen su imagen de espacio para la experimentación en las artes, porque
esa realmente una gran referencia que de ella se desprende, y no por
equivocación. Es muy agradable ver cómo el trabajo arduo y constante de
profesores y estudiantes continúa creciendo y expandiéndose vertiginosamente.
En este Incinerador voy a comentar sobre un suceso interesantísimo que resultó
siendo una la “Semana del arte” en la institución, claro esto lo hago sin
discriminar las actividades académicas de charlas, conversatorios, conferencias
y eventos académico que están a la vista semanalmente y que realmente hacen de
este espacio un dinamizador de propuestas.
¿Por qué me decido a
escribir sobre arte?, porque me parece que es uno de los puntos más álgidos de
toda comunidad universitaria y lo vivimos quienes transitamos desde muchos años
en diferentes universidades. Para comenzar, el lunes 03 logramos apreciar el trabajo
del Grupo de Teatro COTECO'I de UNILA con una interpretación del Teatro del
Oprimido de Augusto Boal, una dinámica bien agradable para quienes entramos en
sintonía con las artes escénicas, cantidad de personas que entraron en la sala
114 para disfrutar de esta segunda función de temporada, y lo más importante, una
sala repleta de jóvenes que entraron, debatieron e interpretaron roles de
actores para dar soluciones a los conflictos que allí se recrearon.
Mientras, a escasos
pasos en la sala 111 se desarrollaba el concierto con la Orquesta de Cámara de
UNILA demostrando que los estudiantes que están bajo una extraordinaria
dirección. Y es que en la semana de recitales de la carrera de Música el
talento no se dejó ocultar detrás de la timidez de los nuevos y los no tan
nuevos ejecutantes que se atrevieron a posar su experiencia adquirida durante el
semestre, con recitales tan variados que se desarrollaron desde el martes con piano,
el miércoles voces líricas, el jueves las guitarras dejaron sonar sus ecos y el
viernes de nuevo el canto con una variada y amena propuesta de repertorio. Esto
nos indica que en UNILA existe y resuena otorgando su trabajo a la comunidad.
Pero no todo para aquí,
por durante la semana las actividades de Letras-Arte y mediación cultural con su evento MED!ATO donde prevalecieron extraordinarios conversatorios, exposiciones y charlas durante la mañana y el resto de los días con
actividades de intercambio cultural en los espacios abiertos de la institución.
Por otra parte el
jueves en la noche logramos ver un intervención titulada “Sonistesia” que
ensambla video, performance y música en vivo en uno de los jardines, con una
propuesta agresiva, clara y definida entre estridencia y emociones, que dejó a
los espectadores cavilando sobre la necesidad de hablar de los temas de
soledad, violencia y angustia.
Y para cerrar la semana
no podía faltar la muestra de performances, dejando claro que en Unila también
el cuerpo es empleado como herramienta abierta de interpretación y escritura que
reclama su espacio. Los performances fueron llamativos, con propuestas muy innovadoras,
y lo mejor, estudiantes asumiendo el rol de performers con instalaciones audiovisuales
de gran interés, donde particularmente me queda esa sensación que esta
universidad vive y se mueve.
Esperemos que continúen
trabajando con este rigor, mostrando todo lo que aún queda por explorar y
seguir haciendo propuestas más intensas en TODAS LAS DISCIPLINAS ARTÍSTICAS, y
por cierto, no se les olvide ir al Festival de 3 Fronteras en la Fundación Cultural
de Foz que está fantástico.
Actividades que se
generan del seno de los artistas y muchas más que tal vez no se mencionan en
esta reseña. Por ahora sólo me resta decir lo que siempre he defendido: ¡EL
ARTE ES UN PELIGRO PARA LA IGNORANCIA!!
*Dramaturgo y director
de Teatro
Compañía El Incinerador
Teatro (Venezuela)
@joseincinerador