miércoles, 23 de septiembre de 2009

Picnic en el super…



Ayer fui a comprar un par de naranjas al supermercado, sí al super, es que me encantan las dinámicas que allí se viven. Te detienes un instante a pensar sobre los yogures y las salsas para fiestas, esas salsas de fiesta que son de “algo” pero saben a queso, maíz, tocineta y atún, te resuelven el problema de la gente en tu rumba. Bueno, una de las cosas más agradables es pararse frente al mostrador de los quesos porque te muestra toda una pieza artística diseñada por los esclavos que trabajan en el super, arreglan los quesos al lado de las salchichas, por tamaños y marcas, luego vienen las cremas dejando un estela de suavidad colorida, combinando el yogurt Light con el natural… bueno, para concluir en un pincelazo de jugos que van desde el cóctel de fruta pasando por el de pera, durazno y remata con el amarillo del jugo de naranja. Me estoy allí, contemplando este extraño panorama multicolor de azules con blanco del refrigerador y tratando de definir si me llevo: el de fresa o el de durazno… cuando, de repente, como siempre! se te aparece un tipo que te dice: Hey como estás? tanto tiempo!, como ta la vaina?… y hasta ahí llega la poesía mercantilista que llevaba de manifiesto. Es un excompañero tuyo de la universidad, que hasta ahora se da cuenta que tu estas viejo, gordo, algo demacrado y que te casaste y tienes hijos. Sí esos personajes están en todas partes, son tan inoportunos que siempre tratas de evitarlos porque te recuerdan cosas del pasado y se enteran de la vida de todos los imbéciles que estudiaron contigo. Total, a mí que me importa? Que si una vieja que tomó contigo el seminario de Filosofía del arte se casó y se fue a la mierda de Europa, o que el otro inepto tramposo, que se las sabía todas en  Ética es ahora gerente de un banco, -de seguro no me va a regalar el dinero del banco para mi casa-.
Estás allí, parado, escuchando el monologo del tipejo y decides decirle irónicamente: ¡mira que bueno lo que me cuentas, pero me están esperando!, el tipo, que sabe que lo estás evadiendo sigue allí, y te dice: apunta mi cel y nos vemos.. para que quiero yo el cel de un imbécil que sólo sabe hablar de mierdas que no tienen sentido. Le contesto: se me daño el cel…. Fin de la conversación… Espero que se vaya, continuo caminando y me dice que anda buscando algo, que no se qué es… pero busca algo o a alguien. Entonces continuo amargamente hacia las frutas, para pasar este mal rato, pero allí sigue, el imbécil y además anda con su familia y le dice a su esposa: “mi amor (cliché cursi) este era mi mejor amigo en la universidad, del que te conté una vez”. ¡Qué mejor amigo!!! si te evitaba antes y ahora estoy igual.
 Total, ni compré el yogurt, ni la naranja –que era el leiv motiv de mi visita- y este hijo de su madre me acabó el picnic en el super sólo porque le dio la gana. Considero que las personas deberían ir a los super a comprar y más nada, no le arruinen el paseo a los demás, este sitio se había convertido en un escape dentro de este mar de concreto que tenemos por ciudad y que es una gran basurero... he decidido que la próxima vez me voy donde Maruja, la vieja que grita en la bodega cerca de mi casa, creo que ella es más sincera.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Salvemos al perro!!!!


Me encanta sacar mi perro a pasear, soy un adicto a los perros, ver como mueven la colita, ponen cara de miserables cuando realmente están dominando tu casa, tu espacio y tu vida. Pero no queda de otra es un perro, y un perro… es un perro, el pobre de casualidad sabe reconocer el sonido de mi voz cuando regreso de alguna parte.
PRIMERA SALVADA: él se encontraba tan solito en la casa, tratando de ver que hacía y en su ratito de ocio hizo de las suyas… allí estaba yo, parado en la puerta de la casa, cuando veo a este querido “mejor amigo del hombre” con sus patitas mojadas encima de la cama… que tierno el imbécil, lo tomo del cuello y cuando pretendo darle su buena golpiza me pone esos ojos que no puedes decirle nada… y finalmente le dices: no lo hagas de nuevo Peluso (porque todos los perros del mundo se llaman así, al menos en San Cristóbal así le ponen) –me encanta el ingenio gocho-
SEGUNDA SALVADA: salimos de la casa bajamos a Barrio Obrero y el perro… porque es perro levanta su patita en cada esquina, poste o niño que ve, le digo apúrate que necesito regresar a trabajar. Me detengo a conversar con el dueño del kiosco de periódico, y allí, en ese preciso momento ocurre, el perro… porque es un perro, levanta su pata en el caucho de un carro que se ve nuevo, el dueño del carro grita diciendo que el perro le arruinó su carro XH%&ND2009 no sé, o algo así, no me pregunten de carros que siempre veo lo mismo. Bueno. el perro… porque es un perro, necesita orinar bajo su premisa natural de ser perro, y el tipo se viene a donde yo estoy y me dice mil cosas, yo me volteo y agarro al perro por el cuello y pretendo darle una patada para tirarlo a la mitad de la calle. Entonces el tipo me dice que no le pegue así al perrito, ¿no ve que él no entiende?… ¿entonces que quería este hijo de su puta madre? ¿No quería que matara el perro? Me dice que “ellos no saben lo que hace y que yo soy un infeliz que no quiere ni a su madre”… bueno… que puedo hacer? como hacemos para complacer a todos los que nos agreden?… te salvaste Peluso… Realmente el perro no tiene ese nombre tan feo, se llama Ramiro, porque tiene cara de llamarse Ramiro, además es un nombre bien espantoso para un ser humano, me apiado de los que se llamen así.
TERCERA SALVADA: Continúo con el perro caminando cerca de un centro comercial, y el perro… que es perro ya tiene unas ganas enorme de sacar toda su fuerza natural y dejar un regalo en la calle, lo llevo a un parque, él se agacha yo lo dejo, después saco un guante, sí un guante de plástico, recojo lo del perrito y lo boto en el pote de basura, que colocó alguien en la calle y no precisamente la alcaldía. Una señora pasa y me dice que por culpa mía (generaliza, algo que ni entiendo) esta ciudad se llena cada vez más de mierda de perro, le digo: sí, tiene razón señora, por eso voy a llevar mi perro hoy a que lo mate el veterinario con una inyección porque es un maldito enfermo, entonces lo halo de la cadena y le doy un par de cachetadas –al perro, pero sería genial a la vieja-, entonces ella me dice: no sea grosero y no trate así al animal mire que es sólo un animalito, entonces decido mejor llevar al perro a la casa, encerrarlo y no salir más. Qué problema que la gente no pueda vivir sin joder a los demás… total, terminamos la tarde viendo un ciclo de Avatar juntos… es mejor tener de amigo un perro, es muy sincero con uno.

jueves, 10 de septiembre de 2009

A LOS DEMÁS QUE NOS DEN POR EL C……


Paseaba cerca de mi casa, y trataba de revisar entre un poco de hojas sueltas las diversas maneras de cómo se posan los insectos sobre los desechos que resultan de la descomposición de las plantas y de los alimentos. Estuve muy entretenido porque consideraba que ese día trataría de encontrar la razón de existencia de la naturaleza, preguntas que regularmente me hago. Pensé que la pasaría bien, además no tenía trabajo y me la vacilaba. Era una mañana bien simpática, cuando de pronto, entro a mi casa y veo una noticia en la tele, un par de aviones se estrellan sobre unos edificios de Nueva York. Me detengo a pensar en la curiosa imagen que resulta, es una escena extraña, nada fuera de lo común, pero al poco rato vemos cómo esto es un ataque al mayor de los imperios, me llama la atención… de allí se genera una polémica intrigante sobre sí hay gente o no, que si un gato quedó atrapado, que un carro chocó o si se cae el edificio o no? Es una tortura de imágenes que te tienen como si el verdadero terrorista fuera mi televisor, decido apagarlo para no ver más, no ser cómplice de esta estupidez mediática, me voy a un local a pedir una cerveza… y lo mismo… miles de personas en lo mismo. Me pregunto ¿por qué a esos muertos sí los miraron y hasta el tiempo se detuvo?
Recuerdo que en 1998 durante la noche de navidad, CNN transmitía imágenes en vivo de los aviones estadounidenses que pasaban sobre Bagdad y bombardeaban y asesinaban familias enteras (luego en el 2003 será aún peor), me sentí muy mal, se lo comenté a los amigos con quienes andaba, simplemente emularon lo que hizo toda la gente ese día: apagaron la tele porque “eso no era importante”, “que allí siempre se matan” o “esa gente se lo buscó” y sin hablar de nuestra Latinoamérica, donde son masacrados pueblos enteros y en las capitales prostituyen niños y les enseñan la muerte y cómo administrarla, pero las respuestas siempre serán las mismas… además a nuestros pueblos no los exponemos, nos olvidamos de nuestra sensibilidad humana, de nuestro espacio… NO! Es mejor llorar lo muertos gringos, es mejor atropellarnos y ver que nuestros pobres no tienen dolientes… me da asco la gente que sufre por otros pueblos, cuando dentro de nuestros barrios nos morimos por montones … estas imágenes son espeluznantes, pero se repiten una y mil veces diariamente en nuestra bella Latinoamérica…. somos victimarios y genocidas implacables, simplemente al ser cómplices… Bueno, igual, me iré de viaje a un río y trataré de ver como nos divertimos, porque la tele es la devoradora de sueños... pero de sueños que somos nosotros mismos. Cada quien recibe algo, unos con justicia y miles de millones con injusticia. ¡A esos últimos que somos los “demás” que nos den por el culo!

jueves, 3 de septiembre de 2009

CUANDO NO TIENES NADA QUE HACER…


Llegas sólo a un bar o una disco, completamente sólo, siempre hay la posibilidad de llegar a ese punto. Claro está, debes salir con algo de dinero para que no te hagas el que sufre dentro del local. Uno llega se ubica en lado de la barra y mira hacia los diferentes lados, porque es posible que haya alguien que conozcas….nada. Entonces lo que más me llama la atención es ver la fauna que se desplaza por el local cual Serengeti descompuesto. Enciendes tu cigarro y ves en la puerta a un tipo que entra igualmente sólo, el tipo mira en varias direcciones trata de saludar al portero y a los mesoneros, es un cliente regular –crees tú-. Pero el tipo ha llegado hasta la barra, si ves esa situación es posible que pasen dos cosas: una, que esté esperando a alguien; dos, que realmente, nadie quiso ir con él a la rumba. Lo típico de una persona cuando entra a un local es que mira a todas las mesas escanea a todas las personas, trata de hacerse el interesante cuando sabe que sólo es uno más que entra. Las personas que están en el local miran muy de vez en cuando, a menos que estés con una chica que se las pegue de “buenota”. Total es una jeva que tiene que ver a la puerta, porque de seguro conoce a cualquiera que entra. Si te pones a ver los tipos que entran solos, simplemente tratan de entrar en el juego del “interesante”, se acercan a la barra piden una cerveza y sacan su teléfono celular, para tratar de ver los msjs que le han enviado, pero cuidado! no han recibido nada sólo están mirando la hora y se ríen solos, como si la persona que supuestamente les envió el msj estuviera diciendo cosas muy divertidas y seguramente “será una mujer”- eso nos hace creer- pero igual no tienen nada.
El tipo hace que realiza una llamada y realmente es una consulta a su saldo o al buzón de mensajes que le ha quedado totalmente vacío. Es muy probable que sea un cel de última tecnología, pero nada que sirve. Por eso no es bueno creer en los tipos, o en las mujeres que hacen mucha alharaca con sus teléfonos. Además, en una disco quien piensa llegar a enviar msj y realizar llamadas? creo que eso le compete a un centro de conexiones. Pero hasta ahí no llega el cuento, más adelante están tarareando las canción que coloca el Dj, claro, no se la saben, pero él está seguro que sólo moviendo los labios para su fonomímica alcanzará algo. Siempre he estado de acuerdo con pensar que los tipos que se meten a sitios solos es porque no se soportan ni a sí mismos….