jueves, 10 de diciembre de 2009

Ideas, violencia, caos… muerte


El pasado martes 08 de diciembre, mientras muchas personas esperaban la llegada de la navidad, en nuestra universidad se fraguaba una manifestación estudiantil con razón o sin razón, pero era la voz del estudiantado que estaba allí. Una voz que siempre está activa con toda su fuerza y emoción, estaba la voz de algunos jóvenes que querían decir algo. No es momento de enjuiciar, pero la manifestación se fue de las manos de dirigentes estudiantiles, de autoridades universitaria, de fuerzas de orden público, de manifestantes…. Se fue de las manos.


Luego, viene un detonante de agresiones de cada bando, donde se conjugan ansias y terrores, visceralidades y acciones desenfrenadas que enardecen los ánimos, y desde allí, aparece el caos.

¿Preguntamos que ocurre? ¿Qué ha estado desarrollándose? porque es confuso el contexto. No sé algo estaba fuera de orden y hay una trifulca, que trae como resultado el asesinato vil de un joven universitario que aparecía en el tugurio de la manifestación… es desesperante.

La universidad como tal enfrenta un problema marcado por una desorganización latente en cada uno de los miembros de la comunidad. Es realmente lamentable que hechos como estos acontezcan en nuestra institución, y que sea siempre el resultado de la impunidad.

¿Será que es muy fácil deshacerse de las voces, será que es fácil acabar con las protestas, será que es fácil dar la espalda a semejante problema… será que no hay dolientes?

Estas preguntas siempre las hago, y me obstina ver como estudiantes mueren en nuestras universidades en cada protesta y nadie trata de hacer algo por la solución de los problemas. A veces pienso que hay complicidad de parte de todos y que no es posible que estemos en dos aguas… ¿Que será entonces de los que miramos a todos correr de derecha a izquierda y de izquierda a derecha?

Sólo quiero dejar esto como una reflexión y que no nos vuelva a pasar, ya que podemos ser víctimas por lo que decimos y pensamos, porque como bien dice un amigo mío: “Gente que avanza se puede matar, pero sus pensamientos quedarán”

jueves, 3 de diciembre de 2009

Deportivo Lástima


Una vez más se confirma lo que se pronostica: una liga de fútbol venezolana incapaz de mantener un espectáculo deportivo, con una indisposición de enfrentar los problemas de manera seria y organizada. Y es que los problemas que vivimos, se multiplican a todos los ámbitos y áreas sin importar los oficios. El caso del Deportivo Táchira es el más deprimente y hasta banal ejemplo, es un “equipo” que pretende ser un club y jamás en su vida se ha marcado una meta o un proyecto de corporación o empresa –si es la palabra con la que se puede catalogar-. Sin embargo los habitantes de esta zona consideran que este equipo es el más grande del país, con una fanaticada que cree que estamos frente al Real Madrid de Venezuela.


Pues, una vez más, y lo reitero, el Deportivo Táchira deja perder el campeonato en su casa y se pronostica que ya es un mal de nunca acabar. No hay que ser un adivino o un genio de las estadísticas para saber que es un caso perdido hablar de este equipo, donde nadie trata de ponerle una mano para terminar de arrancar. Después de más 30 años en la primera división del país, son escasos los triunfos que ha logrado, incluso podemos contarlos con la mano y sobran dedos.

Una directiva que no sirve de nada, con casos de desfalcos a lo largo de su historia, con un trato deplorable contra los hinchas y con una desorganización que raya en lo absurdo, que aún hoy vemos reflejada en que no tienen siquiera una cancha propia para sus entrenamientos, y siempre están detrás de campos subsidiados por el estado para no hacer ningún tipo de inversión. Pregunto: ¿por qué mejor no venden a ese equipo y nos dedicamos a otras cosas mas importantes? Esto viene aunado de un cuerpo técnico inoperante con una participación de amiguismo, donde el técnico seguramente está emparentado con sus jugadores y no quiere reconocer que están mal.

Jugadores -nunca lo he comprendido- que se les paga una millonada para que estén acá durante una temporada, lesionados y de fiesta en los diferentes lugares de San Cristóbal, de manera que es una especie de trampolín para gastar el dinero y acabar con los imaginarios que el hincha normal persigue. El espacio del fútbol tachirense es cada vez más decadente.

Es una visión muy triste, a la vez uno sabe que dentro de este “equipo” no hay ni la menor intención de hacer un trabajo productivo, ni la dispocisión para ganar un juego y menos aún un campeonato. Es como si fuera una especie de cheque posfechado donde todos de seguro van a comer y ver televisión, porque seguramente no hacen nada durante el resto de la semana.

La descomposición de las instituciones es innegable, vemos cómo este juego del domingo pasado con Trujillanos para estar en la punta, es toda una secuela de enfermedades cancerigenas de las cuales somos cómplices y no reconocemos porque no queremos ver mas allá de una pasión y de actitudes netamente viscerales.

Los resultados del deporte son los que marcan la diferencia, de la misma manera la organización de un equipo que de verdad quiera jugar y no como el domingo que estaban de paseo y que no sienten para nada una pasión que baja de las gradas del estadio, con una hinchada que mal que bien, aunque es estereotipada, esta allí esperando a ver qué pasa y los resultados siempre son lo mismos.

Es un equipo de irresponsables que desperdician esfuerzo, tiempo y dinero creyendo que juegan el fútbol. Es un problema de actitud, y como en este país todo es tomado de broma, pues ni modo hasta acá debería llegar el Deportivo Táchira y debería llamarse Deportivo Lástima, donde se dediquen a alguna otra cosa como por ejemplo ser alcaldes o gobernadores porque actúan de la misma manera que lo administradores públicos, de manera mediocre.

Allí es donde confirmo mi teoría de la decadencia de un sistema que se proyecta en todos los sentidos y el Deportivo Lástima es el fiel y claro reflejo de ello.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Pásame tu pin… la ola imbécil


Mucho se habla sobre el desarrollo de las tecnologías en nuestro país, que si es necesaria para la comunicación, que si la educación se acaba sin ella, que los niveles de inflación se bajan con ella, y todas las excusas que tenemos los venezolanos para justificar un gasto superfluo e indiscriminado en el uso de las tecnologías.


Para Venezuela el uso del teléfono celular supera el índice per capita, lo que quiere decir, que hay más teléfonos que personas en el país. Eso sin contar la ola de moda con el famoso Blackberry. Se dice que el Blackberry fue creado para evitar la clonación, de una fiabilidad impresionante que mantiene de manera confidencial todos los programas y archivos que posees, con miles de funciones que son para uso exclusivo de los ejecutivos y de personas que están trabajando en áreas que requieren de esta tecnología de punta.

Pero en Venezuela como un buen país de esnobistas que raya en lo ridículo, todos quieren tener uno para poder decirle a sus amigos: “Pásame tu pin ahí”, además que los extrañan y que los quieren mucho... es una verdadera ola de imbéciles lo que tenemos en nuestro país. Millones de personas que están a la disposición de una tecnología que ni entienden, ni son capaces de asimilar. El uso del Blackberry se ha convertido en una forma de reconocimiento social, es sorprendente llegar a tu oficina y ver cómo todas las personas semanalmente cambian de Blackberry –me imagino que los regalan en alguna parte- y cuáles son las funciones nuevas que le encontraron, como por ejemplo: “mira de acá me conecto a msn”, “¿uy chama, sabes que te puedo enviar un msj sólo a ti?” (tomado textualmente de una conversación hace un par de días).

También las personas lo usan para decir a los demás: “mira yo tengo un Blackberry original y tú no tienes, por tanto eres un pobre miserable marginal. Yo sí soy venezolano promedio y tu no”. Por esta razón es que los venezolanos caemos en las fauces de un extraño síntoma imbécil, que lo considero aterrador y superficial, gracias al esnobismo del Blackberry.

Mientras nos preocupamos por estar a la moda, miles de personas mueren en la calle de hambre y de inanición, y a nadie le duele, esta insensibilidad va desde los sistemas gubernamentales hasta los que usan esos sofisticados artefactos. Es lamentable que los dólares de importación se gasten en estos rubros “supersuntuosos”, mientras todos los venezolanos nos vamos degradando y dejamos de lado a nuestros paisanos para sobrevivir dentro de la vida fashion, dictada por el gran gurú de la moda.

Es posible que seamos un país de imbéciles, gobernado por imbéciles, donde el mayor imbécil sea el que cargue el mejor Blackberry para que pueda humillar a los demás. Es posible que hayamos perdido la sensibilidad frente a los problemas que nos atañen. Es posible que le achaquemos los problemas al gobierno, a sabiendas que nosotros somos los responsables de tal acto tan injusto.

Considero que los venezolanos somos un grupo de esnobistas llorones, que sufrimos porque no hay dólares para sus Blackberry original, mientras los productos del mercado suben de precio y nadie se manifiesta... ya veo por la tele una marcha ordenándole al presidente que traiga Blackberry subsidiado, porque el no tener uno atenta contar los derechos humanos… allí estaríamos ratificando la Misión Imbécil que es lo que se ve a diario en nuestra ruta cotidiana.

Por eso prefiero quedarme viendo desde esta ventana los imbéciles con sus Blackberry, mientras algunos aún somos vírgenes de este esnobismo y usamos nuestros “Palperry” que son mucho más cómodos y no pecamos de nuevos ricos.

jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Alguno De Ustedes Se Ha Subido En Una Buseta En SC?

Subirse al colectivo en nuestra ciudad es toda una experiencia fantástica, no se compara con nada. El servicio es genial, con unidades muy cómodas, conductores amables que disfrutan tanto su trabajo que parece un cuento con duendes y hadas estar dentro de ellas. Las personas que usan estas unidades son de igual manera excepcionales y se pasan de decentes….. jejejejejeje seguramente pensaron que me había fumado una hierba en mal estado ¿verdad?



Bueno, resulta que cada vez que nos montamos en una buseta, la experiencia es tan parecida a estas imágenes que nos muestra el cine, donde los animales de la selva se comen a los turistas sin ninguna explicación. Dios nos libre cada día que se nos ocurra entrar en ellas.

Primero, es desesperante la parada, los autobuses jamás paran en las “paradas” –que no se si existen- y las personas se molestan si les colocan estos módulos de organización vial, porque resulta que cada quien se quiere bajar donde le de la gana y sino, empiezan a pelear antes de subirse. Allí es exactamente donde comienza nuestro viaje cuando aún no hemos terminado de despertar a las ocho de la madrugada.

Las unidades vienen repletas de personas que se suben y se ubican en los asientos, por supuesto, luego en el pasillo, al lado del conductor, en la escalera, y los más ambiciosos, que practican deportes extremos, se cuelgan de las ventanas y se suben al techo como si fueran gatos sorteando la muerte. Si el autobús no para porque va lleno, la gente que está en la “parada” se molesta y le grita cosas al conductor.

Después, si logras subirte empiezas a atravesar el pasillo repleto de gente, el conductor dice que se corran hacia atrás… ¡increíble! mi pregunta: ¿hasta dónde quiere este imbécil que nos corramos?, pero bueno, eso pasa si logras oír lo que él dice, porque el sonido de la música es tan infernal que sólo escuchas el golpeteo del reggaetón que dice: “vamos a hacer maldaes pa’ que tu novio se enfade” o “W( doble u) y Y..winfrin y yonfrin, la conexión… ¡y luni tun¡” que es ya una especie de idea que nos ha unido culturalmente. Sin hablar de la música llanera que atormenta, o el vallenato llorón que siempre está a la espera para saltar y atacar, pero ojala y más nunca me suba a un autobús que lleve la música del imbécil de Ricardo Arjona… ah y se me estaban pasando por alto, los tontos que cargan un cel con música para que todos dentro de la unidad escuchemos las estupideces que tienen guardadas y que debemos escuchar mal y precariamente.

Estando dentro de la unidad, se convierte uno en especialista de física desafiando la inercia, el roce, la acción, la reacción y termina en una formula cuántica sin explicación, -es toda una experiencia educativa-. Tratamos de adaptarnos a los movimientos bruscos a los que nos sometemos en cada parada, curva, recta, subida, bajada, frenazo, choque o cada vez que se voltea y nunca pasa nada.

El rollo y el dilema existencial es cuando quieres pedir la parada y el tipo que maneja no escucha y la gente grita diciendo frases como: “por aquí”, “donde pueda”, “en la esquina” que resultan tan ambiguas, o peor, los imbéciles que silban como si estuvieran en un potrero…

Cuando finalmente la unidad se detiene, la gente baja peleando con el conductor y nunca falta la vieja que dice: “¡¿No oye o es que me quiere llevar pa’ su casa?! y el tipo responde: ¡Nooo que toches, usted es muy fea!” o el chamo que dice: “¿está sordo?” Y él contesta: “Hable como un hombre, pajuo”….

En definitiva, te bajas con el corazón acelerado y tienes una sensación entre risa y molestia, porque este bus se convirtió en una especie de terapia laboral tanto antes de entrar como al salir del trabajo. Esperemos que algún día la inepta de la alcaldesa y el imbécil del gobernador planteen una solución a este servicio….

Mientras, continuaré montándome en la Línea INTERMARGINAL, Línea TORPES, RAMERA Normal, CHORO Sucre y Libertador… no queda de otra.

¡Quedamos pendiente con otros relatos de este tipo… pilas ahí! Abonen sus experiencias.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Salas capochas de cine de SC!!!


Soy adicto al cine, me encanta ir a las salas de cine porque allí la dinámica es muy interesante, comienza todo desde la taquilla, donde uno se acerca para comprar el ticket después de acordar el film que quieres ver. Pasas por la puerta principal donde entregas la entrada, y luego está ese olor característico de todos los cines, ese olor a cotufa con una ligero aroma de dulce, para caer en la forma en que cae el refresco dentro de los recipientes de colores llamativos de alguna marca trasnacional. Posteriormente de hacer este ritual, te vas directo a la sala y entras en una comodidad casi única, que te permite ver desde lo más banal hasta lo más impresionante del cine, porque todos tenemos derecho de ver lo que queramos, unos con mayor selección que otros, pero bueno, el mundo no es perfecto. Allí te la pasas todo el rato disfrutando de unas tramas y de unas historias que únicamente el cine te puede dar. Creo que todo hasta este punto está muy bien, y digo bien porque este es el servicio ideal de un cine como tal… dícese en este caso “CINE” a la “sala de proyección”.


Pero resulta que te enfrentas a la realidad surrealista que impera en nuestro entorno, de 13 salas de cine que teníamos hasta hace apenas unos 15 años, hoy en día esto se convirtió en una travesía y casi un acto de sobrevivencia ir a cualquiera de las dos salas que tenemos en SC. Una sala es particularmente más agreste que la otra, o no sé si que hay una que frecuento más que la otra. En este caso hablo del otrora Cine Pirineos que está caído en la decadencia, recordando que hace ya mucho tiempo era un centro de atención cinematográfico espectacular con una sala como para 400 personas, aunque ya este tipo de sala no se acostumbra y las pocas que quedan en Venezuela son una especie de museos del olvido, con una edificaciones formidables. Pero volviendo a nuestra sala de cine que se transformó hace casi 20 años en un cine de 3 salones, que cada vez están más deteriorados y que uno tiene miedo que debajo de una silla salga un serpiente y acabe con todo.

Bueno, resulta que la semana pasada he ido, como voy religiosamente a este cine, y ha llegado al extremo de la desidia, donde es casi una suerte que te atiendan en el área de la alimentación, y la tardanza se hace cada vez más eterna. Debes estar en una cola por más de media hora para que seas atendido por empleados, que más de estar allí por un servicio parece que fueran esclavos. Luego si vas al baño, es casi como entrar a nado y sin contar qué pasa cuando entras a la sala.

Ya adentro si tienes suerte podrás ver una película de esas que pasan los domingos en la televisión donde hay muertos, disparos y sexo por montón, pero eso no es relevante, el problema es el estado de abandono, el suelo plagado de una sustancia viscosa que hace que tus zapatos se adhieran a la superficie, porque es el resultado de los residuos de refresco, dulce y de cuanta cosa pueda caerse. Además hay un par de salas que el olor es imposible de soportar, tú no sabes si es porque hay un animal muerto o es que llovió adentro, entonces las butacas se mojaron y no fueron puestas al sol.

De igual manera la acústica es genial porque es el único cine del mundo donde compras la entrada para una sala y logras escuchar el audio de dos películas más, deberían hacer una promoción así como: “tres películas por una, porque a la final uno no sabe si lo que esta oyendo en la sala uno es el audio de la sala tres o los efectos de sonido de la dos”. Total, uno trata de hacerse una imagen de lo que pasa en las diferentes películas que proyectan. Eso sin hablar de la proyección que se ve con lámparas desgastadas opacas y amarillentas, entonces tu no sabes si es que tus lentes están sucios, o es que el lente de la proyección está deteriorado y se ve borroso.

El desenfoque de la imagen hace sugerir lo que está pasando en la escena. Otra es que el audio es intermitente, a veces es muy alto, a veces está distorsionado y muchas, pero muchas veces no suena.

En definitiva, tu no sabes si la película que escogiste o es una versión hecha por otra compañía, porque no sabes realmente qué fue lo que viste. Y eso no hablemos del público que asiste, porque es igual y hasta peor de decadente que la instalación, pero no importa, una cosa lleva a la otra y de eso hablaré otro día, del famoso público gocho en los cine que no dejamos de ser los capochos de siempre.

Por eso cuando quiero ir al cine lo pienso, me preparo espiritualmente en una ceremonia con yoga, y me encomiendo a todos los santos, no vaya a ser que me pase algo… pero lo que sí es cierto, que es que la ciudad se merece otro tipo de sala, o mejorar un poco las que tenemos, porque este caso no solo es en BO, sino también en el famoso de Las Lomas… cuando decida ir al cine trataré de buscar el lado positivo de la sala… eso sí creo que será difícil de encontrar.

jueves, 29 de octubre de 2009

Jet set pseudo intelectual gocho

San Cristóbal es una ciudad que resulta muy curiosa incluso para nosotros mismos los que en ella vivimos, vemos, como las personas se mueven de acuerdo a los que marcan las pautas y las modas de los “centros” culturales de nuestro país. Es decir le damos tanta importancia a lo que sale de Caracas que rayamos en lo ridículo de la imitación. Es estar frente a la televisión y esperar lo que cada semana hay de nuevo en un programa de concursos, o en la telenovela para que estemos al día y no pasemos por tontos. “Creo que eso se llama snobismo”-ironía-, que es muy común hoy y se extiende rápidamente.


La semana pasada sólo por mostrar un ejemplo, se realizaron cinco actividades artístico culturales que tuvieron una estupenda afluencia de público, dos obras de teatro, la inauguración de una exposición fotográfica, la apertura de una muestra pictórica, un conversatorio sobre Cabrujas… bueno, en fin muy intelectual e interesante todo... Pero lo que más me llamó la atención fue la presentación del libro El señor Marx no está en casa del escritor venezolano Ibsen Martinez.

Fue una experiencia bien interesante, pese a lo agreste del espacio donde estábamos, puesto que el calor era insoportable, pero lo importante es que esto no impidió que el autor de El Mono aullador de los Manglares, colaborador de la Revista Letras Libres y articulista polémico, nos entregara su más reciente trabajo con una suerte de charla informal muy didáctica. Como era de suponerse, inició con una exposición de su leiv motiv, nos concentró cerca de una hora sobre las diferentes formas de abordar este tema que se basa en la historia ficcionada de parte de la familia Marx, en Inglaterra durante el siglo XIX, para desarrollar un trabajo bastante atractivo y valga la recomendación. Presenciamos un texto que corre con un extraordinario uso del lenguaje en los vericuetos de sus personajes.


Bien, todo marchaba tal como lo esperaba, creo.., Ibsen Martínez conversó con nosotros por este tiempo, pero resultó una hecatombe cuando finaliza y deja que el auditorio haga su sesión de preguntas. Allí es donde se viene la avalancha de exabruptos que inician con las siguientes preguntas que realizaron nuestros intelectuales presentes: ¿por qué escribe? ¿Por qué no hizo una novela distinta?, ¿A qué hora la escribió: en la mañana o en la noche? ¿Cómo escribe: de pie o acostado?, una de las que más me impresionó: ¿escribes en la computadora o a mano?, o la del que no sabe, ni tiene idea, ni un ápice de sensatez: “yo busco un autor que se conecte conmigo y que me envíe un mensaje”, pregunto yo: a esta pregunta: ¿Qué es un mensaje dentro de una pieza? Es posible que hablara de su teléfono celular y no había recibido ningún mensaje hasta ese momento, y la de rematar el final del trayecto, la pregunta que es por todos esperada... ¿que ha sido de tu vida después de “Por estas calles”… ¿por que usted no hace una telenovela donde estemos todos?, porque en este momento nos hace mucha falta y usted pierde el tiempo en la literatura, usted es refamoso! creo que fue el detonante para abandonar la sala, ya no había más nada por hacer.

Traemos un escritor de una gran riqueza intelectual que es tan prolífico como cualquiera de sus maestros, y nos resignamos a conversar sobre el tema en sí, sólo deja de manifiesto una premisa: ¡acá no nos interesa tu trabajo más reciente! ¡Porque la telenovela, esa que escribiste hace casi veinte años es demasiado buena!, y en esa banalidad superflua, absurda, que raya y pasa por ridícula, hicieron de una velada que se vislumbraba como un experiencia interesante, se viera atacada por gente tan snobista, que no pensaron en el trabajo El señor Marx no está en casa.

Estoy completamente seguro que la gente que compró esa noche el libro, sólo lo hicieron para que el escritor de “Por estas calles” se lo dedicara con “mucho cariño para…” y hoy, ese ejemplar seguramente reposa en un estante vacío, porque no nos interesa el hecho literario, sino el snobismo telenovelero que allí se manifestó tácitamente.

Por eso, cada vez que veo estos círculos absurdos del jet set de los seudo intelectuales del ingenio gocho, prefiero cruzar la calle. La intelectualidad gocha es algo que carece de criterios y de visión critica… es lamentablemente triste y pobre.

jueves, 22 de octubre de 2009

¡Pobre pueblo mío! Siempre jodido…

Caminando por las calles de esta ciudad que la hemos convertido en gran basurero, me veo en la imperiosa obligación de comentar lo que ocurre un día normal. Si es que normal significa diario, en especial si es un domingo.


Te acercas al centro, allí, en la zona neurálgica del movimiento comercial sancristobalence, la impresión es como si la guerra de Irak se hubiera trasladado con misiles y todo hasta apenas tres metros de la puerta de tu casa. Están la séptima y la quinta avenida, separadas por el centro cívico –que no sé si es cínico o cívico- aunque no tiene nada que ver su nombre con lo que ocurre allí, te desplazas por la Plaza Bolívar, que perdió por completo su brillo y ahora sí es verdad que ese Bolívar está tan devaluado o más como la moneda que lleva su nombre. En conclusión, vemos este centro que ha mutado en una asquerosidad, el edificio del Centro Cínico se ve deteriorado por la desidia de todos cuantos se han encargado de su administración, aunado a la incontable cantidad de personas que se rebuscan con la economía informal –para no decir buhoneros-, los innumerable “malandros” que realizan sus fechorías y que los policías y guardias que allí están apostados se hacen de la “vista gorda”, porque de seguro son compadres, amigos, hermanos y a la familia no se le pega, sin contar con el incendio que se comió medio edificio y parece que a nadie le importa y lo que la gente comenta es que “esto… siempre ha sido igual”.

Esto lo presencias un domingo cerca de la una de la tarde, ahora imagínense el panorama cualquier día de la semana, donde pasan por allí miles de carros y personas. Bueno, resulta ser que aunado a ello, el centro es una guarida de delincuentes y de cuanta cosa rara se atraviesa por el camino. Me pregunto o afirmo o ustedes deciden: ¿es posible que los que administran la ciudad consideren que el centro es la extensión de la marginalidad nuestra?, ¿será que nuestra forma de vivir está cada vez más en decadencia?

¡Hicimos lo de siempre! Se ha dejó de lado una zona que pudo ser de gran desarrollo turístico por su historia, y ahora se sumerge en el caos de una alcaldía y una gobernación inoperante y totalmente inepta, al parecer desvinculadas de los problemas reales que nos adolecen.

Es por ello que considero que la dirigencia política, económica y educativa en nuestro país se transformó en un toma y dame de mentiras, que empieza desde el poder central del ejecutivo, con un presidente que está obsesionado por la televisión convirtiéndolo en un especie de show-man latinoamericano, con canal y todo, que se le olvidaron los pobres que siempre están a la espera –no sé de qué, pero ahí están-. Un gobernador que sólo sabe decir que no lo dejan hacer, y ni hablar de la alcaldesa que aún no tiene idea de que está allí porque llega al puesto desde un trampolín familiar.

Total, estaremos sumido en la inopia de unos recursos que no sabemos si están o no están, o si los tienen, o los gastaron, o no se los dieron, pero que a fin de cuentas estamos frente a una ciudad corroída por las desagracias.

Finalmente, esta ciudad que una vez se consideró la entrada de Venezuela y que era de una belleza excepcional, ahora se ha convertido en un parque abandonado donde los ladrones hacen de las suyas.

Los guerrilleros pasan jugando al “loco para-lizado” con los para-militares, los narcos, los sicarios y los contrabandistas son el pan diario, y por si fuera poco, pasa un tornado –así le llaman, creo- que se lleva lo poco que nos quedaba, para dejarnos en medio de un propaganda personalista, de letreros por toda la ciudad, recordándonos cada día que los culpables están en esas fotos de la alcaldía, la gobernación o el ejecutivo.

Por eso digo como una canción de Makinna: pobre pueblo mío, pobre su existencia, pierde la conciencia y vota siempre por los mismos. Y por cierto, pasen por allá que estamos preparando el nuevo trabajo www.myspace.com/makinnavenezuela

jueves, 15 de octubre de 2009

¡No hablen tanta mierda!


El pasado lunes 12 de octubre se celebró, o se conmemoró, o se recordó, o no sé como carajos definirlo… un día que es tan polémico, como todo lo que hacemos de este lado del mundo. Los más arriesgados hablan de “Encuentro de dos mundos”, que es como tonta esa acepción, pues ¿qué encuentro puede ser cuando una cultura por la fuerza de las armas y de cristo por delante, deja un legado de asesinatos y acabaron con cuanta “cosa” se movía? Y entiéndase “Cosa” como: Indígena, salvaje, bestia, animal, sin alma, bruto, nada de valor, habitante propio de estas tierras. ¿Es así verdad?


Otros que son aún más, pero más tontos le llaman “Descubrimiento”: ¿cómo puede ser un descubrimiento si América estaba poblada por miles de personas con su propia cultura? Eran pueblos que lo tenían todo, que no les faltaba nada, que simplemente se dedicaban a vivir y que tenían sus propios códigos de identidad y de memoria, que sólo fueron detenidos por la incursión de los europeos. Ahora bien, al encontrar estas dos formas de ver un hecho ¿en qué quedamos?, ¿Será posible que sigamos pensando que nos dieron la luz? ¿Que nos ilustraron con una cultura occidental capitalista y cristiana? Creo que esto es más de lo mismo, es más discriminación y racismo que sentimos de parte de los Otros, es decir de las verdaderas bestias…. EUROPA!

No es justo ver los videos de miles de latinoamericanos golpeados y vejados en otras latitudes por considerarse “cosas” o maleantes.

No se justifica que ciento de latinoamericanos sean detenidos por horas y días en los diferentes aeropuertos de Europa y Estados Unidos.

No es posible que seamos todos unos criminales y finalmente quedemos como tales.

Todo es parte de una presión de los más fuertes contra los más débiles. Es una ley que además la prendimos y nos la aplicamos a nosotros mismos. Somos víctima de nosotros, y eso es injustificable. Esto se ve reflejado en nuestra historia tan violenta, claro ejemplo está marcado por las represiones, con sistemas que nos maltratan y nos torturan: ¿Para que entonces existió Pinochet? ¿Para nada?, ¿Para que existió Videla? ¿Para nada? ¿Para que existe Fidel? ¿Para nada? No nos damos cuenta que ese legado es terrible y termina eliminándonos a nosotros mismos.

Es un poco definir la justicia y la dignidad humana. Por eso considero que cuando se habla de estos días tan diversos, no hablemos ni de Encuentro, ni de Descubrimiento y mucho menos de Resistencia Indígena. Porque los indígenas son los más vapuleados y seguimos allí dándoles con un garrote… ¡paremos por favor! Ellos son tan humanos y latinoamericanos como nosotros. Y nos olvidamos que son explotados por los turistas gringos y de cuanta basura se le ocurre venir a nuestro país, y deben entregarles su cuerpo cual prostituta para ganarse unos “dólares”, ¡no me digan que eso es dignidad!, cuando les damos la espalda y nos acordamos de ellos una vez al año, cada maldito 12-de-octubre.

Deberíamos borrar esa fecha, o mejor, buscar alternativas, porque donde violan nuestras mujeres, asesinan a nuestros padres, secuestran a nuestros hijos, y eliminan nuestras creencias no se puede considerar como “logros” de la cultura…. Es la muerte de todo, de cuanto vestigio se considera propio, no es posible que miles de personas nos matemos pensando en que la culpa es de los demás, sí, es claro que nos enseñaron ¿pero debemos ser siempre así? No creo en celebraciones, no creo en fiestas, no creo en reivindicaciones…. Creo en los que no tienen sino las ganas de hacer las cosas, de empujar y luchar por la dignidad. No hablen tanta mierda y estupideces como la Resistencia Indígena y pónganse trabajar, en vez de rendir culto a un hecho absolutamente oscuro, y no metan a los indígenas en esto, porque ya están suficientemente golpeados para seguir humillándolos.

jueves, 8 de octubre de 2009

“Perritos” + plaza de los mangos + ciudad: ASCO


CIUDAD: Camino por las calles de la ciudad en una tarde plácida de un fin de semana, y me quedo estupefacto viendo la cantidad de personas que necesitan o quieren un espacio para salir a descansar. Esta ciudad está volcada hacia la rutina diaria: el estrés laboral. Vemos como miles de sancristobalences son autómatas que se suben y bajan de autobuses, siendo marcados por el sino de ser unos miserables que no tienen ni vida propia, la urbe se come sus sueños.


Me he dado cuenta que los sueños son mentiras y la esperanza se reserva sólo para los que tienen suficiente para gastar en cosas superficiales y banales. Estamos frente a una ciudad que es cada vez más fría, más automatizada, más implacable y devora más seres humanos. Es una ciudad que sufre de calor interminable- no sé si es por el calentamiento global o nosotros la deterioramos cada día más-, el tráfico insoportable donde nadie sede el paso a nadie, la música indolente que emiten desde los carros, una cantidad de basura que no tiene dueño, o mejor, los dueños se hacen de la vista gorda porque: “eso no me importa… que se jodan los demás”.

PLAZA DE LOS MANGOS: Volviendo al tema que nos trajo hasta acá, estaba yo, ahí, caminando exactamente entre la Plaza de los Mangos y el Pasaje Acueducto, viendo este desastre que ese encargaron de hacer la alcaldesa y el gobernador. Me veo transitando un domingo con mi perro Ramiro, sí Ramiro, ya lo conocen y no es necesario explicar el nombre, por que sino no termino hoy. Entonces camino con Ramiro y me detengo en la plaza y le digo: “Hey Ramiro cuidado con lo que haces en la plaza, por que eso es una cochinada”; claro cualquiera que me vea dirá: “este pana se fumó algo y se le fueron las luces”; pero sí, lo confieso, hablo con el perro para relajarme, y el perro es más sensato que muchos de los que andamos por allí, por la famosa “Ciudad de la Cordialidad”.

“PERRITOS”: Veo a una señora con otro perro y ella lo ha llevado para que use la plaza como baño, le comento que eso no debería hacerlo, y la vieja me grita, además de insultarme. Entonces para evitar esto, me voy caminando al otro extremo de la plaza y en cuanto me voy a acostar en la grama, mi mano entra en algo suave, viscoso y maloliente que dejó un “perrito” allí y algún dueño ni se preocupó por levantar. Es la razón por la cual reacciono y pienso que deberían sacar los animales de estos sitios públicos, porque no sólo es en la plaza, sino en las calles, en las avenidas o frente a nuestras casas y los dueños no hacen nada… NADA! añadiendo a nuestra ciudad un ingrediente más: Mierda de perro por todos lados.

TOTAL:

Por eso me gustaría que se iniciara un plan desde la alcaldía, la gobernación la CIA, los Paracos o quien sabe qué carajos: que coloquen garitas en cada esquina de nuestra ciudad, cada una con un francotirador dentro de ellas. Luego, cada vez que un “perrito” se acomode para defecar y lo haga, el francotirador dispare a su dueño… claro, porque el “perrito” no tiene la culpa. Si matan a unos seis dueños de perros, los demás tomarán conciencia y allí sí creo que solucionaremos el problema de recoger las gracias de los “perritos….”

jueves, 1 de octubre de 2009

¿Rock Latino o Latinos tratando de hacer rock?

En días anteriores fui a un concierto de rock… sí, a un concierto de rock, de esos donde se mueve la melena bajo los garrotazos estridentes de las guitarras que logran mover la multitud, y hacen que se sientan todos el centro del universo, y los músicos continúan en este bastonazo al mejor estilo del rockstar.


Te consigues con dos protagonistas: los primeros el público, que le gusta de todo cuando se tomaron o se fumaron algo demás, los segundos: los músicos, recrean una gran fantasía emulando a las súper bandas del rock, que se mueven entre multitudes –claro las super bandas son unas especies de mesías postmodernos-. La imitación resulta porque comemos de imágenes que nos llegan por todos los costados y nos engolosinamos con los circuitos anglosajones. Además, tratamos de copiar un sentimiento que está muy distante de nosotros, porque nos sugieren ritmos tan abrumadores y tan llamativos, que más de una vez nos hemos aprendido la canción en inglés, alemán, francés o vaya usted a saber que tantos idiomas, que se distancian de una manera genial de nuestro español mas hablado.

Allí estaba yo, parado al frente a un grupo que gritaba ¡1-2-3- four! (así exactamente, una especie de spanglish) y arrancaba la banda una y otra vez sin parar de sonar, la batería estaba a un ritmo que ni el guitarrista, ni el bajista y menos aún el cantante sabían por donde iban. Todos saltaban, gritaban y le decían a la banda lo maravillosa, magnifica e implacable que era, con la pinta de “malos” que cargaban esa noche.

Pienso entonces, ¿será que estamos muy influenciados, que sin darnos cuenta nos creemos que somos la viva imagen de metallica, maiden o korn? ¿Será que aún no vemos que estamos detrás de modelos muy distantes a nosotros los que coexistimos en esta Latinoamérica? ¿Será que ni siquiera nos damos cuenta que los que se montan a tocar bajo estos preceptos rayan en mamarrachos dibujos de algo que jamás serán, o de lo que pretenden ser en cuestión? ¿O Será que debemos disfrutarlo en la exacta media hora que dura el toque?

Tal vez todas las preguntas se responden con un sí y un no. Pero para mí el rock, que es lo que escucho a diario, debería ser parte de una amalgama de ritmos marcados por el contexto donde se encuentre, por ejemplo en el latino, y que, finalmente se trate de buscar una diferencia y sea algo así como hacer rock latino y no latinos queriendo hacer rock. Alejarnos de allí es tan decadente como querer que en nuestro país hablemos inglés, y que nuestra comida favorita sea un hot dog de los que venden en la quinta avenida de nueva York, o tratar de emular a los músicos del norte de Europa, porque acá, en este lado del mundo hay tantos, pero tantos castillos medievales….

Total, siempre veo lo mismo, trato de buscar el fondo y explicarme, pero ya creo que lo vi todo, es decir…. NADA.

Ahora se olvidaron de Vytas Brenner, o de Resistencia, o de los Enanitos Verdes, o de Soda Stereo o de los Caifanes, o Los Divididos, o algo muy contemporáneo e interesante Soulfly… bueno, creo que estamos en una encrucijada sin señalización, que se despliega y trata de abonar más al caos musical… aunque pensándolo bien, es preferible ese concierto a tener que ver cómo miles de personas se van como imbéciles a un concierto de reageton, se matan por ver al viejo Fernández que canta rancheras, y peor aún, escuchan ricardo arjona, que lo considero el imbécil más imbécil de los imbéciles. Pero total, trataremos de ser tolerantes… aunque los que escuchan estos interpretes no son tolerantes ¿verdad? y uno sí tiene que bancarse esas estúpidas canciones en el taxi, en el bus o en el restaurante….

Decidido! Prefiero aguantar el rock mal hecho y no a los mamarrachos que acabo de nombrar.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Picnic en el super…



Ayer fui a comprar un par de naranjas al supermercado, sí al super, es que me encantan las dinámicas que allí se viven. Te detienes un instante a pensar sobre los yogures y las salsas para fiestas, esas salsas de fiesta que son de “algo” pero saben a queso, maíz, tocineta y atún, te resuelven el problema de la gente en tu rumba. Bueno, una de las cosas más agradables es pararse frente al mostrador de los quesos porque te muestra toda una pieza artística diseñada por los esclavos que trabajan en el super, arreglan los quesos al lado de las salchichas, por tamaños y marcas, luego vienen las cremas dejando un estela de suavidad colorida, combinando el yogurt Light con el natural… bueno, para concluir en un pincelazo de jugos que van desde el cóctel de fruta pasando por el de pera, durazno y remata con el amarillo del jugo de naranja. Me estoy allí, contemplando este extraño panorama multicolor de azules con blanco del refrigerador y tratando de definir si me llevo: el de fresa o el de durazno… cuando, de repente, como siempre! se te aparece un tipo que te dice: Hey como estás? tanto tiempo!, como ta la vaina?… y hasta ahí llega la poesía mercantilista que llevaba de manifiesto. Es un excompañero tuyo de la universidad, que hasta ahora se da cuenta que tu estas viejo, gordo, algo demacrado y que te casaste y tienes hijos. Sí esos personajes están en todas partes, son tan inoportunos que siempre tratas de evitarlos porque te recuerdan cosas del pasado y se enteran de la vida de todos los imbéciles que estudiaron contigo. Total, a mí que me importa? Que si una vieja que tomó contigo el seminario de Filosofía del arte se casó y se fue a la mierda de Europa, o que el otro inepto tramposo, que se las sabía todas en  Ética es ahora gerente de un banco, -de seguro no me va a regalar el dinero del banco para mi casa-.
Estás allí, parado, escuchando el monologo del tipejo y decides decirle irónicamente: ¡mira que bueno lo que me cuentas, pero me están esperando!, el tipo, que sabe que lo estás evadiendo sigue allí, y te dice: apunta mi cel y nos vemos.. para que quiero yo el cel de un imbécil que sólo sabe hablar de mierdas que no tienen sentido. Le contesto: se me daño el cel…. Fin de la conversación… Espero que se vaya, continuo caminando y me dice que anda buscando algo, que no se qué es… pero busca algo o a alguien. Entonces continuo amargamente hacia las frutas, para pasar este mal rato, pero allí sigue, el imbécil y además anda con su familia y le dice a su esposa: “mi amor (cliché cursi) este era mi mejor amigo en la universidad, del que te conté una vez”. ¡Qué mejor amigo!!! si te evitaba antes y ahora estoy igual.
 Total, ni compré el yogurt, ni la naranja –que era el leiv motiv de mi visita- y este hijo de su madre me acabó el picnic en el super sólo porque le dio la gana. Considero que las personas deberían ir a los super a comprar y más nada, no le arruinen el paseo a los demás, este sitio se había convertido en un escape dentro de este mar de concreto que tenemos por ciudad y que es una gran basurero... he decidido que la próxima vez me voy donde Maruja, la vieja que grita en la bodega cerca de mi casa, creo que ella es más sincera.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Salvemos al perro!!!!


Me encanta sacar mi perro a pasear, soy un adicto a los perros, ver como mueven la colita, ponen cara de miserables cuando realmente están dominando tu casa, tu espacio y tu vida. Pero no queda de otra es un perro, y un perro… es un perro, el pobre de casualidad sabe reconocer el sonido de mi voz cuando regreso de alguna parte.
PRIMERA SALVADA: él se encontraba tan solito en la casa, tratando de ver que hacía y en su ratito de ocio hizo de las suyas… allí estaba yo, parado en la puerta de la casa, cuando veo a este querido “mejor amigo del hombre” con sus patitas mojadas encima de la cama… que tierno el imbécil, lo tomo del cuello y cuando pretendo darle su buena golpiza me pone esos ojos que no puedes decirle nada… y finalmente le dices: no lo hagas de nuevo Peluso (porque todos los perros del mundo se llaman así, al menos en San Cristóbal así le ponen) –me encanta el ingenio gocho-
SEGUNDA SALVADA: salimos de la casa bajamos a Barrio Obrero y el perro… porque es perro levanta su patita en cada esquina, poste o niño que ve, le digo apúrate que necesito regresar a trabajar. Me detengo a conversar con el dueño del kiosco de periódico, y allí, en ese preciso momento ocurre, el perro… porque es un perro, levanta su pata en el caucho de un carro que se ve nuevo, el dueño del carro grita diciendo que el perro le arruinó su carro XH%&ND2009 no sé, o algo así, no me pregunten de carros que siempre veo lo mismo. Bueno. el perro… porque es un perro, necesita orinar bajo su premisa natural de ser perro, y el tipo se viene a donde yo estoy y me dice mil cosas, yo me volteo y agarro al perro por el cuello y pretendo darle una patada para tirarlo a la mitad de la calle. Entonces el tipo me dice que no le pegue así al perrito, ¿no ve que él no entiende?… ¿entonces que quería este hijo de su puta madre? ¿No quería que matara el perro? Me dice que “ellos no saben lo que hace y que yo soy un infeliz que no quiere ni a su madre”… bueno… que puedo hacer? como hacemos para complacer a todos los que nos agreden?… te salvaste Peluso… Realmente el perro no tiene ese nombre tan feo, se llama Ramiro, porque tiene cara de llamarse Ramiro, además es un nombre bien espantoso para un ser humano, me apiado de los que se llamen así.
TERCERA SALVADA: Continúo con el perro caminando cerca de un centro comercial, y el perro… que es perro ya tiene unas ganas enorme de sacar toda su fuerza natural y dejar un regalo en la calle, lo llevo a un parque, él se agacha yo lo dejo, después saco un guante, sí un guante de plástico, recojo lo del perrito y lo boto en el pote de basura, que colocó alguien en la calle y no precisamente la alcaldía. Una señora pasa y me dice que por culpa mía (generaliza, algo que ni entiendo) esta ciudad se llena cada vez más de mierda de perro, le digo: sí, tiene razón señora, por eso voy a llevar mi perro hoy a que lo mate el veterinario con una inyección porque es un maldito enfermo, entonces lo halo de la cadena y le doy un par de cachetadas –al perro, pero sería genial a la vieja-, entonces ella me dice: no sea grosero y no trate así al animal mire que es sólo un animalito, entonces decido mejor llevar al perro a la casa, encerrarlo y no salir más. Qué problema que la gente no pueda vivir sin joder a los demás… total, terminamos la tarde viendo un ciclo de Avatar juntos… es mejor tener de amigo un perro, es muy sincero con uno.

jueves, 10 de septiembre de 2009

A LOS DEMÁS QUE NOS DEN POR EL C……


Paseaba cerca de mi casa, y trataba de revisar entre un poco de hojas sueltas las diversas maneras de cómo se posan los insectos sobre los desechos que resultan de la descomposición de las plantas y de los alimentos. Estuve muy entretenido porque consideraba que ese día trataría de encontrar la razón de existencia de la naturaleza, preguntas que regularmente me hago. Pensé que la pasaría bien, además no tenía trabajo y me la vacilaba. Era una mañana bien simpática, cuando de pronto, entro a mi casa y veo una noticia en la tele, un par de aviones se estrellan sobre unos edificios de Nueva York. Me detengo a pensar en la curiosa imagen que resulta, es una escena extraña, nada fuera de lo común, pero al poco rato vemos cómo esto es un ataque al mayor de los imperios, me llama la atención… de allí se genera una polémica intrigante sobre sí hay gente o no, que si un gato quedó atrapado, que un carro chocó o si se cae el edificio o no? Es una tortura de imágenes que te tienen como si el verdadero terrorista fuera mi televisor, decido apagarlo para no ver más, no ser cómplice de esta estupidez mediática, me voy a un local a pedir una cerveza… y lo mismo… miles de personas en lo mismo. Me pregunto ¿por qué a esos muertos sí los miraron y hasta el tiempo se detuvo?
Recuerdo que en 1998 durante la noche de navidad, CNN transmitía imágenes en vivo de los aviones estadounidenses que pasaban sobre Bagdad y bombardeaban y asesinaban familias enteras (luego en el 2003 será aún peor), me sentí muy mal, se lo comenté a los amigos con quienes andaba, simplemente emularon lo que hizo toda la gente ese día: apagaron la tele porque “eso no era importante”, “que allí siempre se matan” o “esa gente se lo buscó” y sin hablar de nuestra Latinoamérica, donde son masacrados pueblos enteros y en las capitales prostituyen niños y les enseñan la muerte y cómo administrarla, pero las respuestas siempre serán las mismas… además a nuestros pueblos no los exponemos, nos olvidamos de nuestra sensibilidad humana, de nuestro espacio… NO! Es mejor llorar lo muertos gringos, es mejor atropellarnos y ver que nuestros pobres no tienen dolientes… me da asco la gente que sufre por otros pueblos, cuando dentro de nuestros barrios nos morimos por montones … estas imágenes son espeluznantes, pero se repiten una y mil veces diariamente en nuestra bella Latinoamérica…. somos victimarios y genocidas implacables, simplemente al ser cómplices… Bueno, igual, me iré de viaje a un río y trataré de ver como nos divertimos, porque la tele es la devoradora de sueños... pero de sueños que somos nosotros mismos. Cada quien recibe algo, unos con justicia y miles de millones con injusticia. ¡A esos últimos que somos los “demás” que nos den por el culo!

jueves, 3 de septiembre de 2009

CUANDO NO TIENES NADA QUE HACER…


Llegas sólo a un bar o una disco, completamente sólo, siempre hay la posibilidad de llegar a ese punto. Claro está, debes salir con algo de dinero para que no te hagas el que sufre dentro del local. Uno llega se ubica en lado de la barra y mira hacia los diferentes lados, porque es posible que haya alguien que conozcas….nada. Entonces lo que más me llama la atención es ver la fauna que se desplaza por el local cual Serengeti descompuesto. Enciendes tu cigarro y ves en la puerta a un tipo que entra igualmente sólo, el tipo mira en varias direcciones trata de saludar al portero y a los mesoneros, es un cliente regular –crees tú-. Pero el tipo ha llegado hasta la barra, si ves esa situación es posible que pasen dos cosas: una, que esté esperando a alguien; dos, que realmente, nadie quiso ir con él a la rumba. Lo típico de una persona cuando entra a un local es que mira a todas las mesas escanea a todas las personas, trata de hacerse el interesante cuando sabe que sólo es uno más que entra. Las personas que están en el local miran muy de vez en cuando, a menos que estés con una chica que se las pegue de “buenota”. Total es una jeva que tiene que ver a la puerta, porque de seguro conoce a cualquiera que entra. Si te pones a ver los tipos que entran solos, simplemente tratan de entrar en el juego del “interesante”, se acercan a la barra piden una cerveza y sacan su teléfono celular, para tratar de ver los msjs que le han enviado, pero cuidado! no han recibido nada sólo están mirando la hora y se ríen solos, como si la persona que supuestamente les envió el msj estuviera diciendo cosas muy divertidas y seguramente “será una mujer”- eso nos hace creer- pero igual no tienen nada.
El tipo hace que realiza una llamada y realmente es una consulta a su saldo o al buzón de mensajes que le ha quedado totalmente vacío. Es muy probable que sea un cel de última tecnología, pero nada que sirve. Por eso no es bueno creer en los tipos, o en las mujeres que hacen mucha alharaca con sus teléfonos. Además, en una disco quien piensa llegar a enviar msj y realizar llamadas? creo que eso le compete a un centro de conexiones. Pero hasta ahí no llega el cuento, más adelante están tarareando las canción que coloca el Dj, claro, no se la saben, pero él está seguro que sólo moviendo los labios para su fonomímica alcanzará algo. Siempre he estado de acuerdo con pensar que los tipos que se meten a sitios solos es porque no se soportan ni a sí mismos….

jueves, 27 de agosto de 2009

MISS….. LA BELLEZA EN TU CASA


Estas en tu casa, descansando de un día trajinado de trabajo, donde regularmente estas construyendo nuevos “proyectos” (me encanta esa palabra jejeje)… o simplemente la pasaste bien con tus amigos charlando sobre las invenciones de los perros en las tardes soleadas de San Cristóbal…, y enciendes la tele porque internet te arropa con tanta información desplegada desde miles de peces que beben del manantial de facebook, hi5, twiter y pare de contar de ciento de millones de otras que te venden enlatados. Bueno, el caso es que estas a casi dormido, dejando que caigan los subtítulos sobre las líneas de un maestro como Lars von Triers...
De repente, escuchas un alarido que rasga desde lo más profundo una garganta que se ahoga y que se desespera porque no aguanta más la emoción, acompañado de otro (alarido) que se sintió apabullado y debe gritar más fuerte, y otro, y otro... Finalmente, es una alharaca de pasiones, emociones y triunfos, te preguntas: ¿Qué sucedió? ¿Alguien se ganó un premio?, ¿regresó el vecino perdido?, ¿es el cumple de alguien?, ¿cayó el gobierno? o quien sabe cuanta estupidez le pasa a uno por la cabeza. Pues resulta una intriga, suben el volumen de la tele, no entiendo qué es... ahora sí me siento un poco raro, creo que me dejaron fuera, creo que necesito sacar mi curiosidad cual gato chismoso… Sorpresa!… Cambias el canal y resulta que hay un concurso de belleza, sí, de belleza, hubo una reina del mundo, del universo o de la chingada madre!!!! Todos tus vecinos dicen ¡Ganamos, Ganamos!!! Es una extraña combinación entre una remembranza deportiva de un triunfo futbolístico, con una pasión alocada de un concurso de belleza, adornado de mucha, pero mucha intriga fashion. Ay dios… retornas a tu estado vegetativo, perdí mi tiempo de fisgón, la gente grita porque una chica que de casualidad sabe hablar, caminar, y decir que quiere la paz del mundo triunfa.
Esos son nuestros nuevos ídolos, con un poco de vacuidad, de un sopor muy Light, bajo la doctrina del gran maestro de la moda y todos tendrán ese comentario por unos días. Que la niña pobre es miss, que la niña era de aquí pero nació allá pero se identifica con los de más allá y todas esas babosadas y cursilerías efímeras y ridículas. Dios, los santos y en cuanta cosa creas te proteja de estar en esta situación. Ahora me pregunto: Si esa es la representación de la belleza venezolana, y todas son bellas bajo este concepto, ¿por qué no me consigo ninguna de esas viejas en la buseta, en la cola para el estadio, entre el público que lee esto? Me siento mejor recorriendo las avenidas tratando de encontrar una Ítaca que me salve... puede ser que tenga una suerte de Odiseo, pero ni modo... me la vacilo sin hablar.

jueves, 20 de agosto de 2009

Una estupida noche...

En noches pasadas estaba por ahí, como de costumbre, paseando en la “simpáticas rumbas sancristobalenses” –sarcasmo-, pues sí, lo confieso, me encanta salir de noche… soy casi un nictálope. Resulta que las alternativas son pocas, una cerveza acá, otra por allá, una llamada, un msj y una amiga que ocasional se atraviesa por allí, entonces te entretienes un rato. Esa noche particularmente estaba todo como muy tranquilo y me han invitado a un sitio ya pasadas las 11:30 pm. Yo, como buen noctámbulo acepto.. mi gran sorpresa, traté de entrar y resultó que había un letrero que decía muy claro: “Prohibida la entrada con franela y zapatos deportivos”. Mi sorpresa era ya algo que se ha transformado tan particular, las restricciones de los locales, muy curioso pues no se como le hacen para no ser sancionados –o es que nadie los denuncia-. Pese a todo, había un hombre alto que me mira de arriba abajo y me dice que si quiero entrar debo vestirme distinto… me pareció que estaba bromeando, pero no, ésta situación se tornó mas ofensiva. Decidí alejarme del sitio pues si hay discriminación por una simple fachada y el portero es tan agresivo, considero que no vale al pena entrar. De allí surge algo que siempre me he preguntado: primero, es necesario vestirse formalmente para tomar una bebida? Segundo: Por qué los tipos que están en la puerta de los establecimientos te miran como si fueras un maleante? Otra: Cual es la necesidad de humillar a alguien, será acaso porque le falta hombría al caballero de la puerta?, -sería una posible respuesta-; O será acaso, que no tuvo la oportunidad nunca de decirle a alguien marginal y es un resentido contra todo lo que sucede, porque nunca le dieron la oportunidad en la escuela? Bueno, de allí me vienen toda una serie de preguntas, que hacen que una persona se sienta indigna, y somos cómplices para que sigan ocurriendo esas cosas en nuestra ciudad… es preocupante.
Total, considero que esos sitios se convierten en una especie de circos simbióticos y terapéuticos, porque las personas dejan humillar y bajar su ego en la entrada para luego sufrir una metamorfosis cuando están adentro, entonces les vuelve a subir y se sienten activos dentro de un ambiente que es cómplice de sí mismos… Tal vez… siempre he pensado que estas personas andan en búsqueda de una excusa para subir su ego, tanto el dueño del local, el portero, el barman y el vulgar usuario, sería interesante realizar un experimento y estudiar la procedencia de cada uno. Nos llevaríamos una gran sorpresa. Por ello, cuando me hablan de ir a una disco, prefiero colocarme mis connverse, sentarme en una esquina con mis panas, disfrutar la compañía y de unos malos chistes… creo que es la manera más agradable de pasar la velada.

Que si me encantan las fiestas familiares...?

Las fiestas familiares y las reuniones de la navidad y el año nuevo son una ladilla para todos… el ambiente siempre te habla de acercamientos emocionales, con frases prefabricadas como: “amigo que esta noche nace un año”, que “se nos muere una año”, que “faltan cinco pa las doce el año va a terminar”, ahh y la clásica: “que no olvido el año viejo, porque me dejó una chiva y no se que tantas babosadas mas” bueno, quien va a a pensar en una chiva, una burra y una suegra cuando lo que quiere es rumbearse la noche. Cuando mas estás ilusionado con la noche de los abrazos para aprovechar la vecina, habla la madre y dice: que todos en la casa deben vestirse y arreglarse para pasar el año nuevo en familia con la nona… pero no! Hacerlo y decirlo, es una variante que muy pocas veces se aprende a conjugar. En ese momento piensas en la nena que está de vacaciones en tu barrio y que días anteriores te envió un par de pistones y ésta es la noche… pues no, el abrazo se desvanece lentamente sobre el titilar inconstante de la instalación del pesebre o cae sobre la alfombra de la pata del árbol de navidad… debes enviar a todos a la mierda.
La madre dice: “es una muy buena idea, darle esa satisfacción a la nona!”… ir donde la nona implica que te debes poner el estreno, mejorar la pinta porque el año se recibe “cómo la gente”- caso que no entiendo qué es “cómo la gente”-. Llegas donde la nona con tu pelo lamido de vaca, el paisaje no es muy conmovedor: están los tíos que son insoportables, medio borrachos contando chistes de mal gusto como los de Jaimito (mi pregunta: a quien carajos le gustan los chistes de Jaimito? Debe ser un looser tamaño familiar), otro personaje: la tía que siempre pregunta cómo te va en el trabajo y se la pasa todos los días en tu casa –ironías-, ¿para qué pregunta?. También aparece la tía impertinente y la que no puede faltar:... la tía borracha, la que te saca a bailar con las canciones de Pastor López. Este inventario no incluye las bromas donde te menosprecian por ser el sobrino, y si esto fuera poco, faltan los amigos de tus tíos, que pese a que tengas 40 o 50 años, siempre serás el niño ridículo que se orinaba en la cama y que lloraba cada vez que lo dejaban sólo. ¿No sé como no llegué a ser un asesino en serie o de masas?
Bueno, resulta que debes irte a la casa de la nona, por que este año sí se muere, ya está muy viejita, es lo que siempre dicen: Que se muere todos los años!, que la pobre vieja quedó viuda! Que sobrevivió a tres royas y dos brocas! Sí… y en eso tiene 20 años muriéndose la piazo e vieja!!! y tu tienes que calarte ese calamar durante toda tu adolescencia y madures, acabando con el flirteo de una noche de año nuevo o de navidad. No puedo con esas celebraciones tan pomposas, creo que este año me quedo en casa con Ramiro, sí Ramiro, mi perro… se llama así, porque a quien demonios se le ocurre llamarse así?