jueves, 23 de septiembre de 2010

Teatro/espectadores ¿Será posible?

El movimiento artístico regional está amenazado por problemas que radican desde dos ángulos puntuales. El primero una desorganización por parte de los diferentes sectores que allí laboran y segundo las instituciones que administran los recursos que están como en un letargo.
Es muy lamentable ver que entre los diferentes artistas de la ciudad hay una especie de roce absurdo e infantil, donde los egos se dejan mostrar, trayendo consigo la pobreza del arte. Lamentablemente vemos cómo las salas de teatro –que es lo que me incumbe- están siendo abandonadas por los mismos teatristas. El viernes pasado estuvimos en la sala Trashumante Teatro viendo al grupo Teatro de Jubilados de Rubio, la sala estaba un tanto vacía, contando que está ubicada en pleno centro de la ciudad, yo veo que es como si el público nos hiciera un favor. Allí falta la participación de otros teatristas también.
Lo del público es algo muy común entre nosotros. Empieza todo por los famosos “Hacedores de Cultura” que no se prestan la menor molestia en asistir a los espectáculos por simples prejuicios, y han hecho que estos espacios se conviertan en una especie de cofradías, sólo exclusivas para algunos grupos o personas, dejando un hálito de “élite”. Digo élite –que es una palabra que no debería ni existir- porque es como si sólo unos pocos tuviéramos acceso a esta información. Entonces, se me presenta una diatriba en lo que concierne a este punto: ¿será que no hemos sido lo suficientemente eficaces para crear un público que asista al teatro? ¿Nos hace falta una Escuela de Espectadores y que cada uno desde su agrupación se encargue de promover con mayor ahínco su producción? La otra es que podemos estar frente a un fenómeno de aislamiento voluntario, porque “sólo lo mío es lo que vale la pena y el Otro es una pobre alma que de casualidad sabe hablar”. Si esta es la postura, estaríamos frente a los divos de una generación provinciana muy decadente.
Otra podría ser que el sistema no ha tenido la políticas culturales adecuadas y nos convierte en una especie de mendigos que corremos detrás de un presupuesto porque hasta ahí llegamos.
Cualquiera sean las respuestas son alarmantes, ahora me pregunto y de seguro muchos estarán de acuerdo conmigo, ¿será que estamos bajo la influencia de parcelas artísticas? Sí, es eso, sino pasen por las diferentes instituciones nuestras y verán que semanalmente hay funciones de teatro, recitales de canto lírico, exposiciones de artistas plásticos, cine foro, conciertos de rock, talleres de formación y parece que sólo es para quienes los organizamos. Es urgente una Escuela de Espectadores, empezando con una cartelera artística que se propague entre todos. De seguro el público lo captamos y lo nutrimos. Y no es raro ver que hay más grupos teatrales que temporadas en nuestra ciudad.
Por cierto ¿no se han dado cuenta que ninguno de estos famosos candidatos a la Asamblea ha tocado el tema cultural? ¿Que curioso no? Y si alguno lo ha hecho que me lo haga llegar, porque yo de verdad no lo he captado… que lastima que se pierdan estas oportunidades.
El teatro es un peligro para tu ignorancia.

jueves, 16 de septiembre de 2010

11 de septiembre

El pasado sábado 11 de septiembre se recordó con mucho dolor un hecho que marcó la historia de Latinoamérica. Hace exactamente 37 años fue derrocado vilmente el presidente Salvador Allende por profesar una doctrina social y de cooperación comunal. El hecho fue consumado con su muerte y al mismo tiempo condenó a un país como Chile.
Luego los chilenos debieron soportar la tiranía de una dictadura militar por 17 años que los cercenó de libertades sociales, creciendo una persecución política sin precedentes. Digo yo, ¿por qué siempre persiguen las ideas? ¿por qué es necesario acabar con nuevas maneras de mirar el mundo? ¿es difícil que tengamos un espacio de conversación y de propuestas?
Creo que eso es algo que todos le tienen temor y no imagino a Venezuela en esta situación tan triste.
Creo que debemos reflexionar y mantener la reivindicación de las ideas hasta ahora planteadas, y posiblemente acceder a las voces de esos que están callados.
Sí, la manera de hacerlo es revisando objetivamente la situación y ver que sólo desde un intercambio comunal es la única forma de sobrevivir. Es la manera como lo veo, actúo y en la que nos debemos mantener.  Se buscan “cambios radicales” como dicen algunos, pensando en la recriminación del pensamiento, buscando la diferenciación social con mayor ahínco. Ojala algún día podamos estar todos al mismo nivel, esto resulta una frase utópica pero es en lo que creo. Alguna vez dije que estamos frente a la sociedad que asesina sus utopías por simples caprichos de intereses materiales y lo mantengo. Es lamentable salir a la calle y ver cómo todo está en decadencia, donde no puedes establecer un margen de ideas porque “estás en contra del status quo”. Pues, es una lastima que piensen de esta manera y que se marquen aun más las diferencias.
Algo que me preocupa de nuestra ciudad es que los Gochos dicen que si ponen un burro, votan por un burro, siempre y cuando el burro esté en contra del gobierno… Preocupa esta forma de pensar… Bueno, así es este país y no dejará de serlo sólo porque hoy estoy tratando de armar este rompecabezas ilógico de la política venezolana.
Mientras, seguiré desde acá buscando esa paridad, ese reivindicar de la identidad, de lo que somos. Por esta razón, creo que no debemos dejar de pensar en la historia y buscar profundizar las formas de enlace social de la que tanto se ha estado luchando en los últimos años en Venezuela. Esperemos no ocurra acá un segundo Chile y continuemos mejorando.
Por cierto el 11 de setiembre es también el día de la Virgen de Coromoto, todos los católicos venezolanos deberían reflexionar sobre estas fechas, recordando que es parte de la identidad cultural de la cual no podemos despojarnos.
Y como siempre les digo, párenle de vez en cuando a la cultura y al arte que son un atentado contra tu ignorancia.

domingo, 12 de septiembre de 2010

El Perro Policía

No hay que negarlo, nuestro estado es una combinación de violencia, inseguridad, falta de presupuesto, crisis y quién sabe qué otras cosas están por allí, tratando de salir a flote. Hoy día hemos perdido la capacidad de asombro.
Por eso hoy quiero comentarles algo que me ocurrió el pasado jueves 02 de septiembre cerca de las 8:00 pm en el centro de la ciudad, específicamente entre la calle 10 con séptima avenida, justo en plena plaza Bolívar de San Cristóbal.
Resulta que ese día se me hizo tarde por cuestiones de trabajo, e imperiosamente tuve que bajar al centro de nuestra ciudad, eso es algo que trato de no hacer, porque es una asquerosidad en lo que está convertido. El paisaje está compuesto por basura en todos lados, indigentes por doquier, antisociales que son los dueños de las calles y la mirada apacible de los cuerpos de seguridad ante tal situación, además de un ambiente muy agreste, con una oscuridad total que da terror siquiera mirarlo.
Bueno, resulta que iba con el grupo de trabajo que preparamos estas entregas y veníamos conversando sobre esta situación, cuando de repente, a escasos 20 metros de esta dirección, -donde se reúnen travestis, putas, maricones, gibaros, malandros y toda esa especie nocturna, sobre la cual  no hay poder oficial que controle el caos, porque la alcaldesa y el gobernador están en la misma categoría y sería algo asi como el que le pega a su familia se arruina.- por la parte de atrás nos llegó un muchacho policía. Creo que era policía o al menos eso decía en su uniforme. Aunque para ser policía sólo hay que tener cara de imbécil.
Bueno, el caso es que era algo moreno, muy joven y con cara de policía, es decir, de pocos amigos, y nos grita que nos detengamos… me sorprende porque si vas caminando ¿para qué te grita? El caso es que nos detuvimos para ver qué pasa. Este “señor policía” nos indica que le debemos dar la cédula, o así me pareció. Primera duda: ¿por qué se pide la cédula en este país por todo? ¿Es que los delincuentes no tienen cédula? Ya sé, los que salen a delinquir o a vender su cuerpo por las aceras no usan cédula… claro, es eso!!
Continuamos con el relato, el “señor policía” (el joven) nos pregunta: ¿de donde vienen? y mis compañeros responden normal que del trabajo, pero ahí es donde vino lo más asombroso del cuento, el “señor policía” le dice a los muchachos que les de la mano… ¿la mano? Si la mano, para olerla. Ahí sí es verdad que no entendí nada. Él les olió la mano y algunos le tomaron el pelo diciendo que tuviera cuidado porque venían del baño y cosas por el estilo. El “señor policía” nos dio la orden de irnos, repito “orden”, porque acá uno siempre es víctima de estos señores con sus groserías y patanerías. Al caminar 10 metros no aguantamos la risa por el “señor policía” oliendo la mano de todos.
Debe haber una o varias razones para que esto lo hagan: primero, debe ser que entre la oscuridad del centro no nos dimos cuenta que era un perro policía, o, debe ser por aquello de los recortes presupuestarios y la Perrarina tan cara, cancelaron la Brigada Canina y entonces le enseñan a estos nuevos “señores policías” a realizar labores de olfateo, debe ser, porque no veo que sea nada común.
Por favor!!! Los “señores policías” se quejan que la gente no los quiere y que les faltan el respeto, pero con estas actitudes lo único que logran es que uno termine riéndose sin parar. Si alguien tiene la respuesta a esta acción se lo agradecería mucho, porque hasta ahora no doy con el sentido de la olfateada de este “Perro Policía”.
Hay cosas de cosas pero esta supera las expectativas. Les digo a los responsables de estos grupos de orden público ¡Ala, cómprenles un perrito a la Policía para que no anden en estas lides!
Bueno, por ahí los dejo esta semana, seguiremos viendo las cosas que pasan y no se olviden: El arte atenta seriamente contra tu arraigada ignorancia. Se les quiere.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Tres razones para NO montarse en un TAXI

En Venezuela tenemos un problema grave de desempleo y creo que hay como una mala información sobre esto. Porque mientras todos nos quejamos que el sistema no sirve de nada, en nuestro país proliferan “empleos directos”, como el caso de los que salen a vender pasticho, pasteles y hallacas en las avenidas… ¡digan si eso no es trabajar!, o los que alquilan teléfonos, transfieren llamadas y se prestan para cualquier cosa en las esquinas… y sobretodo, si medianamente sabes manejar, puedes ser un miembro del Transporte Privado Personalizado de Alquiler, vamos resumirla la vaina…taxista.
En este país uno se tropieza con cada personaje que se pone detrás de un volante y dice llamarse taxista. No sé como es el proceso de selección porque al igual que una empresa, las líneas de taxis deberían realizar pruebas especiales a sus conductores, como en muchos países, para que no ocurran tantos accidentes y que las calles no sean un peligro cuando vayas por allí y te tropieces con uno de estos señores, que para nada ayudan a los usuarios. Voy a comenzar por explicar las razones por las cuales uno NO debería tomar un taxi:
PRIMERA RAZON: el precio, cómo es que hacen las listas de precios, es insólito que en el casco de la ciudad de San Cristóbal una carrera mínima sea de 15 y hasta 20 BsF, es un abuso y una absoluta demencia, porque en un país donde el tanque de gasolina se llena con 2,5 y por caro con 3 bsf, por qué es tan, pero tan extraordinariamente costoso el servicio y nadie hace algo por remediarlo.
El taxista, cuando uno se monta al taxi siempre le dice: Los repuestos están muy caros, ayer me tocó meterle “nosecuantosmil” bolívares” y mil excusas más. Pregunto: si todos los días tienes que comprar repuestos, me imagino que será un conductor de lo peor, porque de seguro choca o le pasa algo al carro, verdad? No puede ser que todos los días compre un caucho, o le cambie el motor y la caja de velocidades… por ahí ya vamos perdiendo 1 a 0. Este es el país de la excusas, acá todo es muy caro, y estos señores se aprovechan de la necesidad de las personas para imponer sus leyes, dejando que el usuario sea como una especie de figura necesaria para humillar. ¿Por qué la alcaldía no impone la utilización del taxímetro? Muy sencillo, porque se necesitan los votos y estos señores quemarían la ciudad y se perderían las elecciones, por eso si tienes caos y eres alcalde, tranquilo, deja las cosas como están, para qué nos preocupamos si necesitamos de más incrédulos y seguiremos votando por los mismos.
SEGUNDA RAZÓN: si por mera casualidad te montas a uno de estos vehículos, seguramente la música estará a mil por hora, es como una cápsula de ruido donde impera a todo volumen el reguetón con su perreo, zandungueo, malandreo, el vallenato y pare de contar cuantos ruidos más. Si vas acompañado no escuchas nada, ni lo que te comenta la persona que vaya contigo, ni lo que pasa afuera, ni lo que te cobran y finalmente pasa lo que no debes hacer, le dices: “señor le puede bajar el volumen?” ERROR!!, ahora sí que la disparaste, el taxista por esta sugerencia ahora te va a cobrar hasta 10 bsF más de lo que pensaba y todo por una sugerencia que tú como ser normal común y corriente había solicitado, además estas pagando por un servicio… no? Por ello, uno no puede sugerir ni decir nada dentro de estos carros, porque pierdes todo tu dinero.
Otra de las excusas para aumentar vertiginosamente el precio mientras te desplazas, es,  si por casualidad te subes en el puesto de adelante y pretendes usar el cinturón de seguridad, el taxista siempre te dirá que eso no se usa, y que si piensas dañarle el, carro porque a él eso le parece demasiado tonto.
Otra!! si tu le das una dirección, por ejemplo “me lleva a la carrera 20 con calle 15? él te dice: “Vamos” y cuando echa andar  te pregunta: ¿Cómo por donde queda eso?... Bueno, si usted es el conductor, ¿no se sospecha que debería estar al tanto de todas las direcciones? y si le dices que tú no sabes, entonces viene de nuevo el aumento del precio de la carrera. También existe una praxis muy acostumbrada llamada en otros sitios “el paseo millonario”, y terminas pagando el doble de las carrera, pero tu no tienes contra quien denunciarlos, porque es de esta manera que estás a sus pies.
Y otra razón por la que aumentan el precio es si les llegas a decir por donde se deben meter, o si les sugieres tres cosas indecibles: “Señor no vaya tan rápido porque todos nos podemos matar, por qué se pasa de largo todas las señales, por qué habla por celular mientras maneja, por qué se come los semáforos, o el peor de todos, por qué se estaciona en doble fila, o por qué se pasa a los conductores por la derecha en un semáforo no ve que eso es lo que hace la cola?…. Espérate una buena descarga de improperios.
TERCERA RAZÓN: El maltrato ante el ciudadano, cuidado con lo que dices o lo que sugieres, porque de lo contrario los improperios serán cada vez más grandes y terminarás con un enemigo. No hay el mínimo de consideración con respecto a esto del trato con las personas, quién sabe de donde sacaron a estos conductores, que más que conductores son un grupo de señores que sólo están a la defensiva con el usuario y tienen frases prefabricadas como: “si quiere cómprese un carro”, “no ve que yo tengo mucho trabajo y no puedo estar pendiente de lo que me dice”, “ahí están las busetas, váyase pagando pasaje”, “quién maneja usted o yo?”… esto por la medida pequeña…
Por eso he decidido no volver a montarme en una taxi en San Cristóbal, es un atentado contra la salud mental y física. Mientras la alcaldía no ponga un remedio a tal problema tan grave me mantendré en esta situación. No creo que sean todos los taxistas pero llevo en una semana de diez taxis, diez malas experiencias… tal vez me equivoque.
Por ahí tengo otro Incinerador con las tarifas exorbitantes, deberíamos hacer una campaña ciudadana para que se sinceren los precios, pero como aquí no hay autoridad!!!