miércoles, 13 de septiembre de 2017

Tramas Urbanas de Fronteira

Realizar un estudio sobre narrativas cotidianas de la Frontera, y más en esta región, resulta toda una aventura, los conceptos tienden a repetirse en lecturas trajinadas, reiterativas y hasta ingenuas, pero en el caso de la exposición fotográfica Tramas Urbana de Fronteira, de Guilherme Cardim, la frontera se expone desde la dimensión de un espectador en caos. Por supuesto, esta mirada se vincula con el movimiento y el intercambio comercial, sería ilógico no entrar en este tópico, pero esta "mirada" de la Frontera, devela a cientos de personajes que se mueven en medio de la polifonía de un lado a otro del Ponte Amizade. Más que un registro de interconexión profundiza en el movimiento de cuerpos y de símbolos particulares que se han construido en el imaginario de sus habitantes.

Hablar de la Frontera es una invitación para cuestionar el tránsito comercial característico, pero el trabajo de Guilherme Carmin se orienta a desenredar, o tal vez enredar, -depende de la óptica- el lenguaje desde el ruido visual al que se sometió y se prolonga en cada una de las imágenes expuestas. La composición estética de la imagen es fundamental, busca esta polifonía desde discurso caótico, para detenerse de manera abrupta en detalles que relatan historias contradictorias.

En este caso el empleo de la fotografía como elemento que permite registrar la mutación del espacio, induce a crear una Frontera sin definición de espacio, aquí se funden Foz de Iguazú y Ciudad del Este en una franja muy delgada de su territorio donde se imitan una de la otra. La difuminación del límite físico se respira en el trazo agresivo de la imagen, en el trabajo de saturación de la luz, en la dinámica de ruidos que permiten al espectador reconstruir y dividir de nuevo sus visiones de frontera, que convierten la exposición en una especie de atracción que acelera y obliga a detenerse en pausas intermitentes.

En Tramas Urbanas de Fronteira se genera claramente el acercamiento a espacios territoriales sin definir desde la polifonía, pero se mantiene como constante el sustrato interno o subterráneo de los cuerpos que habitan y cuentan su historia. Cada fotografía tiene independencia, expone su propia narración, se visualiza al fotógrafo como testigo minucioso del movimiento, y, aunque parecen miradas múltiples, en cada uno de los destalles, nacen estas Tramas Urbanas de Fronteiras, resignificándose en lecturas particulares.

El trabajo de Guilherme Carmin bajo la orientación de Diana Araujo Pereira desde la UNILA deja de manifiesto que la Frontera, una vez más, es expuesta como punto de encuentro, de lugares comunes que se viven a cada lado de la división física.

En la sala de exposición de la Fundación Cultura de Foz de Iguazú, por esta semana las Tramas seguirán contándonos sus relatos que resultan muy interesantes y atractivos.

Y no se les olvide: ¡EL ARTE ES UN PELIGRO PARA LA IGNORANCIA!!!