martes, 28 de febrero de 2012

La UNET


Hoy 27 de febrero es el aniversario de la institución universitaria más grande del estado Táchira –desde el punto de vista de presencia en la entidad-. Hoy la Universidad Nacional Experimental del Táchira nos permite revisar detalladamente sobre las funciones que estamos desarrollando y que impulsamos con mayor ahínco.

Desde el Grupo Experimental de Teatro UNET nos complace entregar a nuestra comunidad universitaria un saludo y un mensaje para que nos unamos, para se fortalezcan los lazos de solidaridad, y no en sentido inverso, que es lo que se viene percibiendo desde hace mucho tiempo.

Tomando en cuenta mi visión de docente, pero ante todo de trabajador de la Universidad Nacional Experimental del Táchira, me resulta bastante complejo este panorama en el que nos desenvolvemos. No se requiere de un estudio profundo para dejar claro que la división gremialista, política y moralista es la peor de las aberraciones en las cuales podemos caer, lo que nos lleva de la mano hacia una acentuación del clasismo vacuo y superficial.

Si hablamos de una institución “Universitaria”, el pensamiento inmediato debe ser la incorporación de todos los estratos en un mismo horizonte, sin prebenda, para generar un desarrollo optimo de las relaciones de quienes acá estamos vinculados. Debemos tratar de solucionar los conflictos que tanto daño nos están provocando, y evitar posiciones mezquinas e inescrupulosas.

La “Universidad” como está entendida, es el centro de la discusión para elaborar las políticas académicas que respondan a las necesidades que le competen a la región, pero al desviar estos objetivos, encontramos una institución que pierde la orientación y trata de competir en campos que no son de su interés directo.

En estos momentos, en que una nueva generación de trabajadores universitarios exigen la reforma apropiada sobre las formas administrativas y sobre todo replantear la academia como centro de interés, vemos que hay conflictos inmersos que impiden su normal desenvolvimiento y al unísono la desestabilización en el desarrollo de la “docencia”, la “investigación” y la “extensión”. Considero que hoy día se debe buscar una nueva nomenclatura que incluya más trabajo mancomunado con la comunidad, que dejemos atrás los muros de la institución para transformarnos en un realidad innovadora que procure emplear todo su potencial. Debemos ahondar en la búsqueda del Desarrollo Sostenible que tanta falta nos hace, y que actualmente es la premisa tanto desde las nuevas corrientes pedagógicas, como de  las disposiciones de la UNESCO para una educación efectiva, que esté en sintonía con cada uno de los miembros de la comunidad.

Es la Universidad Nacional Experimental del Táchira una institución llamada a presentar más proyectos que estén en el marco de este desarrollo que nos permita visualizar un cambio drástico en las políticas del estado, para que tengamos un concepto de nación mucho más amplio, donde los límites de las áreas o de las especialidades quede sólo como excusa para lograr la unificación de objetivos sociales, con la finalidad de crear un universo de armonía de trabajo indetenible y de proyección de las ideas de manera perenne.

Hoy, cuando la Universidad Nacional Experimental del Táchira arriba a un año más de vida institucional, veo la necesidad de renovarnos en corrientes académicas que respondan a esta preparación de sus miembros, y que, la comunidad como tal, otorgue las respuesta que tanto necesitamos para que surjan más interrogantes y propuestas, porque ese es y será el juego de la “Universidad” constantemente.

La “Universidad” necesita urgentemente su propia renovación e innovación, romper los esquemas viciados y buscar acciones que puedan solventar los conflictos que indispensablemente deben surgir.

Desde estas líneas esperamos que toda la comunidad universitaria reflexione un poco sobre estos lineamientos de la nueva “Universidad”, de un mundo cambiante a paso agigantados que procura un espacio para respirar y avanzar.

Es la Universidad Nacional Experimental del Táchira nuestra alma mater, que con trabajo desmesurado y sin desfallecer ha logrado posicionarse de una tribuna en la región y ahora debería proyectarse sin distingo de clases, de gremios o de discriminación intelectual.

Es la Universidad Nacional Experimental del Táchira este espacio en el que todos soñamos algún día poder debatir y seguir adelante.

Espero hoy este mensaje llegue hasta las conciencias de todos quienes trabajamos a diario, que no sólo quede en los anaqueles de la memoria como una celebración superficial, sino que vaya de la mano con un empuje mucho más contundente, por encima de cualquier obstáculo que se le pueda enfrentar.

Sólo me resta decir: ¡Un saludo a todos nuestros amigos de la UNET!

sábado, 25 de febrero de 2012

Notas para leer desde Cuba


La semana pasada estaba caminando por el malecón de La Habana, Cuba, cuando decidí movilizarme hacia la Feria Internacional del Libro, por supuesto que llevaba la idea de buscar algunos títulos que me apasionan de la extraordinaria literatura cubana. Al llegar al sitio, estaba una inmensa fila de personas que se extendía por más de doscientos metros y pensé que era algún otro evento que estaba desarrollándose en paralelo, en la puerta me di cuenta que era para entrar a la exposición de los libros.

Mi sorpresa ha sido muy grande porque nunca había visto personas en tal número frente  a un hecho tan importante como la Feria el Libro. Dentro de las instalaciones del Parque del Morro, frente a la Habana Vieja, estaban miles de personas entrando a los stand de todas partes del mundo con la emoción de comprar, muchos pero muchos libros de precios muy bajos y de editoriales importantes.

Me respondo una y otra vez, la cultura está marcada desde el mismo momento en que nacemos, si podemos tener una sociedad en la que nos enseñen a leer con el gusto con el que se les ha enseñado a los cubanos, tendríamos conductas más agudas y personas con criterio intelectual que no se puede comparar.

Hace algunos años fui a la feria del libro universitario realizado en San Cristóbal, y daba tristeza que el esfuerzo de los organizadores sólo fue aprovechado por un puñado de personas que allí asistimos, porque el problema está en la población que hoy se siente renuente a comprar un libro, o de ir a un recital de poesía, o a la presentación de un libro.

Dentro de esta feria en La Habana había conciertos de jazz fusión, lectura de capítulos de libros y conferencias con especialistas en diversas áreas,  todos con un enorme público participante. Durante una semana la ciudad se vistió de gala y ahora está corriendo esta feria hacia el interior del país para asistir a las comunidades que están más alejadas y con menos oportunidades de desplazarse hacia la capital del país.

De la misma manera se esta instaurando la Feria del Libro en Venezuela, con precios asequibles, espero que en poco tiempo esto sea un hervidero de personas que deseen devorarse los libros, estos eventos no deben quedar allí estancados y hundidos en el olvido. Creo que ahora la participación de las escuelas debe ser más inmediata para que los niños puedan entrar en este juego de la pasión por la lectura, porque es la única manera de poder encontrar un camino hacia un mejor estándar de vida.

La lectura se convierte en una herramienta indispensable para el ser humano, puesto que permite el debate de las ideas que tanta falta nos hace,  más aun en este tiempo de confrontación política que está siendo vacua y sin sentido.

La lectura en niños y adolescentes comienza desde el mismo momento de su gestación, de la capacidad que puedan tener los padres para encauzarlos hacia la búsqueda de una lectura profunda, de una comprensión de las ideas que de allí se desprenden y que puedan dialogar con criterios en función de lo que estamos tratando de descifrar.

Es la lectura una oportunidad única que puede llevarnos de la mano hacia universos únicos y exclusivos, y, sería fantástico poder ver en nuestra ciudad, un día, personas haciendo una enorme fila para entrar a ver libros y para saborear la delicia de dejar caer una página sobre otra y de perderse entre las líneas de las frases de historias que sólo la lectura nos pueden dar y ofrecer.

Les invito a todos para que se animen a buscar un libro y comencemos a buscar un nuevo horizonte desde la lectura, desde la oportunidad única que puede darse entorno a nuestra comunidad.

Esta experiencia es una de las muchas que he podido aprender de este pueblo cubano que nos sigue dando un ejemplo educativo y que es lo que deberíamos seguir. Por eso me aferro aun más  a mi condición de estudios de los contextos sociales y del arte en nuestro continente.

Sólo me resta decir: “LOS LIBROS SON UN PELIGRO PARA LA IGNORANCIA”

jueves, 2 de febrero de 2012

Desde el Escenario


Escrito en el Escenario, texto escrito por el maestro Juan Carlos Gené y publicado por el CELCIT-Venezuela en 2005, está estructurado como una autobiografía de trabajo desarrollado por más de cincuenta años ininterrumpidos, que lo convierte en una especie de diario que permite la disección de una línea de investigación teatral.

El maestro Gené tiene en su haber una enorme cantidad de trabajos como actor, piezas escritas y se reconoce como director preocupado por su proceso de pedagógico y de innovación. El texto nos permite ver un Gené que posee la capacidad de entrar en sintonía con el entorno, lo que nos lleva de la mano hacia una poética que busca lenguajes que se interrelacionen con Latinoamérica y su estética multiforme.

Desde la década de 1950 hasta la fecha actual, se esfuerza por la exploración de su cuerpo como actor, la necesidad de conectar diferentes métodos, visualizando toda una travesía desde la concepción de la corporeidad del actor que crece y que busca su adaptación con disciplina.

Escrito en el Escenario es la posibilidad de entrar en el proceso de un teatro que está buscando constantemente la reflexión del actor y su proceso orgánico, que le permita entrar en compromiso con cada uno de los personajes trabajados y de los montajes a los que se enfrenta.

Releyendo una y otra vez el trabajo del maestro Gené, se comprende que la libertad creativa del actor es el único punto de referencia al que se puede apuntar, es un estudio largo y de dedicación que logra llevar el cuerpo cotidiano para transformarlo en energía condicionada y entra en el juego del condicionamiento activo por parte de los componentes que integran el hecho teatral.

Es allí donde reafirmamos las premisas de un arte que está procurando abrirse paso en medio de la polifonía y de lo multicultural, para arriesgarse a la propuesta de un cuerpo que abarca el espacio y el tiempo, de un cuerpo que respira, vive, exige y se reconoce como dueño de signos y significaciones, que de por sí son inmanentes en su recorrido histórico.

Escrito en el Escenario nos permite reconstruir una vez más la interacción de las formas de percibir un  teatro que busca nuevos horizontes, trata al unísono de reivindicar la posibilidad de un convivio que debe estar allí constantemente y que el cuerpo teatral lo asimila (actor, director, autor, público).

Encontramos de nuevo esta necesidad de reflexión sobre el oficio del actor, las diferentes formas y métodos de trabajo que debe experimentar a lo largo de su vida, procurando que su trabajo esté en constante movimiento.

Escrito en el Escenario es un trabajo que nos explica las dudas, las intrigas y la frustraciones que un actor atraviesa a lo largo de su carrera, que termina siendo él mismo quien decide realizar una dramaturgia corporal desde cada espacio y alternativa que se propone. Nos reitera que el teatro no es más que un juego de ver desde el interior de cada uno de los actuantes, y su aporte para configurar un todo más complejo que desemboca en espectáculos o temporadas que van sufriendo matices y cambio de ritmos o energía a medida que pasan los días.

Una de las preocupaciones más recurrente en estas reflexiones es la posibilidad de una formación consciente del actor, que lo lleven a construir conceptos y afirmaciones sobre el hecho teatral, abriéndose paso día a día en los vericuetos de un espacio denominado escenario, y que no es más que el sitio de trabajo que puede generarse en cualquier parte. Mientras existan los juegos de asumir roles en cada performance, nacerá a cada instante el hecho teatral y siempre estarán allí de la mano actores y público, que a fin de cuentas son quienes protagonizan el convivio teatral.

Escrito en el escenario es una invitación a repasar hoja tras hoja de una infinidad de recuerdos y vivencias para terminar reafirmando de nuevo que el teatro es más que un arte, para transformarse en una manera de vivir, de existencia, donde el actor se viste cada vez que puede de personajes que viven con él en un instante y luego lo llevan a buscar nuevos horizontes. El actor presta su cuerpo para que el personaje reviva en cada función y que este mismo cuerpo, sea empleado en otros personajes como instrumento de trabajo.

Por eso les invito a revisar este trabajo del Maestro Juan Carlos Gené que de seguro les ayudará a despejar algunas dudas, esperemos pueda generar más preguntas y los lleve a una reflexión más compleja sobre este oficio de jugar al actor.

Por cierto, cabe destacar que esta semana el CELCIT (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral) ha sido galardonado con el Premio Teatro del Mundo 2011, destacando de nuevo la labor pedagógica y de investigación que desarrollan desde 1975.

Sólo me resta decir: “El Teatro es un peligro la ignorancia”