-Buenos
días. –¿Si?, dígame. -¿Es usted el señor tales?
–Sí, a la orden. -Mire, le llamo de la oficina tal de la Gobernación del estado Táchira y dice mi jefe que si
puede venir mañana a las 9:00 am en punto sin falta, sin retraso, porque el
tiempo es muy preciado para él. –Muy bien…
Llegas tú a lo acordado previamente y te esperas hasta dos horas porque eres
una persona “decente”, mientras en esta fulana oficina de la gobernación ves
cómo entra y sale gente, entran y salen grupos, entra y sale el jefe, una
señora dice: “soy del frente de mujeres
del partido, vengo a hablar con el jefe” y la secretaria dice “¡pase de inmediato!!”… y tú sigues ahí
parado como lo que eres “un iluso que cree que las cosas funcionan”.
Hasta que
después de mucho, pero muchísimo tiempo decides preguntar y te dicen que tengas
paciencia y ya son más de las 12:00 m, te vas y pierdes TU TIEMPO
COMPLETAMENTE. Considero que uno debe irse si no lo atienden a la hora a la que
fue citado, porque es una falta de delicadeza ante ti, estos burócratas no
tienen idea de organizar una agenda y demuestran una vez más que simplemente
son parte de un grupo de aduladores de oficio que no tienen ni idea del sitio
donde están.
Esto me
ocurrió en una de las famosas oficinas en los que hubo “nuevos cambios” en los cargos
en la Gobernación, dejándome una sensación de inestabilidad y de profunda
preocupación porque sigo corroborando la tesis que vengo desarrollando desde
hace mucho tiempo: estamos frente a un sistema que nos lleva de la mano hacia la burocracia innecesaria
que se esconde detrás de la parafernalia de los “nuevos cambios” del país. No
es el conflicto de una persona, tampoco lo solucionaremos al llegar otra, esto
es problema de actitud al asumir los conflictos y planear las estrategias que
sean acordes con las inquietudes de cada uno de quienes participamos en las
oportunidades que nos ofrece el entorno.
Me parece
un exabrupto hacer cambios de manera unilateral que sólo traen mas zozobra, y
si quieren, vayan a cualquiera de las dependencias de la gobernación y lo corroborarán. Estoy fastidiado de esperar
por apoyos que nunca llegan, de solicitar citas, audiciones y entrevistas con
burócratas que sólo sirven para estar detrás de un escritorio “prestado”, y no
toman la iniciativa. Me he fatigado de ver cómo las agrupaciones culturales y
las personas que estamos laborando independientemente somos excluidos sin
ninguna razón, sin ninguna explicación lógica.
Estas frases
rimbombantes que no dicen nada son más de lo mismo “Nuevos cambios”, son tan
retóricas como quienes las inventan, veamos: si hay un CAMBIO es porque todo se
modifica, lo que me intriga es que le agregan la palabra “Nuevos”. ¿Si algo
cambia no queda otra vez en una nueva posición?
Por eso es
que estamos en el atolladero en el que no encontramos y cada vez nos afincamos más
a las estructuras de maltrato y vejación que se esconden detrás de estas frases
vacía y sin sentido y de estos burócratas que se multiplican.
Es una
verdadera lástima que la Gobernación siga por este camino, les aseguro que
hasta llegué a pensar que habría cambios efectivos y ahora vemos que el deterioro
de las instituciones en inminente, que las posibilidades de presentar
propuestas está cada día más distante.
¿Será
necesario ponerse una camisa de tal color para que lo escuchen a uno?, porque
de ser así me niego rotundamente, y ahora, hasta la Cultura ha recibido este parangón
y esta triste noticia. Por favor, piénsenlo un poco y denle una respuesta a
tantos que están trabajando arduamente y que no creen en la burocracia, pero sí
en la habilidad de la institución para plantear nuevos horizontes.
¿Seguiremos
perdiendo nuestro tiempo tratando de hablar con burócratas de oficina? ¿Seguiremos
tratando de escalar en una montaña de adulaciones?
Esto curre
una y mil veces al día en nuestras oficinas, donde está incluido el gremio de
los artistas y de quienes trabajamos por la Cultura en nuestro estado, pero no
importa mientras nos cierren las puertas, más excusas tendremos para no mirar
esos personajes y ojala y se den cuenta que no son más que “figurines” de libre remoción.