jueves, 29 de mayo de 2014

GuarimbARTE

En mayo entran las lluvias con fuerza y desesperación, se logra ver el florecimiento de las plantas, los árboles y todo lo relacionado con la naturaleza, es una fecha bastante llamativa puesto que la ciudad se tiñe de un color grisáceo por las nubes, las montañas empiezan a retomar su color entre verdes azuláceos que nos cautivan y nos dejan esa sensación de mudarnos a otra ciudad siendo la misma.

Esta imagen es la que se vive año tras año en esta ciudad que ha sufrido los embates de una ola de calor nefasta en los últimos meses, y además,  la hemos deteriorado por completo con miles de (des)composiciones plásticas e instalaciones peformáticas de basura, escombros y “barricadas” ilógicas, que levantan sus vecinos como producto de sus inconformidades contra el gobierno nacional.

No entiendo por qué la ciudad debe ser maltratada por estas personas que de manera despiadada, han vejado sus espacios comunes, donde las condiciones son inhumanas y donde la desidia está a la orden del día. ¿Es acaso que nos encanta vivir en el basurero y la inseguridad? Las protestas llamadas “Guarimbas” son de carácter destructivo, que llevan de la mano a los jóvenes estudiantes a comportarse como unos seres irracionales. Es triste ver este panorama donde los jóvenes son manipulados, donde los jóvenes son la reconstrucción en serie de maldiciones contra nuestros habitantes, donde los movimientos estudiantiles perdieron el horizonte de lo que es una protesta. Por ello se inventaron la “Guarimba” como último recurso y se transforman en bárbaros destructores de todo lo que está su camino.

La “Guarimba” es un mal que nos adolece a todos, nuestros estudiantes se convirtieron en maestros de un “arte” atroz, se vanaglorian de la eliminación del enemigo por cualquier medio de una forma irracional, toman el espacio en medio de una performance de violencia y es “respaldado” -obligatoriamente- por miles de quienes quedamos en el medio de la batalla. Luego, por lógica, viene la represión de los órganos de seguridad (GNB, PNB, y muchos más) y hasta acá podemos vivir en una ciudad que es apenas la imagen de lo que algún día fue.

La culpa de todo lo que ocurre es -de acuerdo con estos “Guarimberos”- del gobierno central, pero en realidad se está haciendo en distintas regiones del país para contrarrestar los problemas que nos atañen. Tenemos alcaldes que incendiaron a voluntad sus ciudades, pero que, por supuesto, después dejaron endosados los votantes a sus esposas para continuar este legado incendiario –y ya fuimos testigos el miércoles 28 de mayo, donde empezó a correr de nuevo la Agenda Peligrosa de estas Alcaldías-.

Me pregunto: ¿qué hacemos las comunidades y los ciudadanos de “a pie”, para reclamar nuestros derechos al libre tránsito, a una educación para los más pequeños y para descansar en nuestras casas si estamos ante la mirada constante de estos grupos violentos? ¡Nada! realmente, porque vemos la manera cómo se maneja la política de nuestro estado, ahora el GuarimbARTE continuará, después del pasado domingo 25 de mayo vemos este renacer prematuro -aunque nunca se fue- de una arremetida más intensa y espero no tener que presenciarla, pero inevitablemente nos veremos involucrados como artífices de la desesperación de estos grupos violentos.

GuarimbARTE será de nuevo la bandera que estarán enarbolando estos estudiantes que ni estudian, ni dejan estudiar, entonces llegamos de nuevo al punto de partida donde la mirada irracional estará de parte de una propuesta que sólo tiene salida por el caos.

Preocupa a sobremanera esta situación y estamos encaminados en las próximas semanas al desenlace de las “Guarimbas” sin piedad, acelerando el proceso de destrucción de nuestra ciudad y dejando de manifiesto que se nos acabaron las ideas. Estamos frente a personas que sin escrúpulos tejen esta farsa, donde han tomado la bandera de la democracia para violar nuestros derechos. Una verdadera lástima este movimiento de estudiantes, y que su única voz sea la de GuarimbARTE, pero no queda de otra, es un país de gente libre, aunque a uno lo dejen secuestrado en su casa, en su oficina, en su salón de clase, pero supuestamente hay que respetar los derechos “protestar” de un grupo pequeño.

Esperemos que pronto pase esta embestida y que las “alcaldesas electas” traten de no quemar de nuevo nuestras ciudades, aun guardo la esperanza de poder trabajar sin tener que ver estos actos vandálicos.

PD: esto del término GuarimbARTE no es que los manifestantes lo hayan acuñado –no creo que tengan tanta creatividad-, es una forma que hemos optado para no denigrarlos tanto y tratar de ver est de otra manera, aunque no hay salida.


miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Por qué Aquiles?

Ya pasamos la barrera de los diez años con una temporada permanente de la pieza que es nuestra consentida llamada “Sansón y Dalila” de Aquiles Nazoa, que ha sobrepasado todo pronóstico y donde han rotado varios elencos, lo que la convierte en un clásico dentro del Grupo Experimental de Teatro.


Todo inició por un juego dramático, que consistía en un ejercicio de actuación que tenía como objetivo experimentar en el elenco una experiencia con algún autor venezolano y se nos ocurrió que podríamos hacerlo desde Aquiles Nazoa, que es uno de nuestros dramaturgo-poeta-humorista más resaltante de la segunda mitad siglo XX, que logró hacer una extraordinaria disección del imaginario venezolano.

Aquiles Nazoa es de estos autores que se han representado miles de veces por las agrupaciones estudiantiles, por su frescura al momento de estructurar una pieza, porque logra entrar en sintonía con lo cotidiano del venezolano para que se vaya renovando a medida que pasan los años.

Puede parecer reiterativo que su figura la escuchemos en cada uno de los planteles educativos de Venezuela, y puede parecer que sea único recurso que salta de la dramaturgia venezolana con mayor reiteración. Pero es por su impacto ante la agresividad del sistema en sí, de un humor que se mantiene perenne que hace que la mayoría de los facilitadores de las artes escénicas se acerquen a este portento del teatro y se haga tan popular.

Foto: keko 2012
Es fundamental que se propague su estilo de trabajo, que este reconocimiento que se hizo desde la Feria Internacional del Libro y de la promoción que se hace desde diferentes entes educativos sea más a profundidad, estudiemos al hombre que supo definir esta característica del venezolano que trata de sobrevivir a diario y que no es más que una extensión de lo que somos.

Para Aquiles Nazoa el sentido de crear un teatro para leer recae en la posibilidad de hacer adaptaciones de los clásicos de la literatura y trasladarlos a una Venezuela que está luchando por desarraigarse del campo y ubicarse en las ciudades. De una Venezuela que va llevando el peso de las praxis menos acertadas de los gobiernos que ha tenido al frente, de los cuales aún padecemos estos embates, pero que desde una lírica muy ligera y de un  humor lacerante va dejando aparecer un estilo único, sólo comparado con autores como Andrés Eloy Blanco, Cesar Rengifo o Miguel Otero Silva, que se volcaron a esta forma de representación en la que el teatro es un método de denuncia, de un teatro para leer que trata de plasmar la disparidad de los discursos políticos, de la ironía de un imaginario tan particular como el venezolano.

Es por ello que necesitamos más indagación en este teatro para leer, de promocionar autores que lleven de
Foto: keko 2012
la mano temas que nos atrapen, no sólo desde lo excéntrico y lo humorístico, sino que se conviertan en parte de un lenguaje que entre en sintonía con cada una de las regiones de nuestro país. Es indispensable buscar entre sus obras las corrientes de un teatro venezolano que nace detrás de miles de tropiezos, de un génesis que nos empuja prácticamente a un proceso de más de un siglo, para encontrar esas poéticas que nos definen como un teatro del Caribe-Andino-Latinoamericano que recaiga en la etiqueta específica del venezolano, pero que apenas empezamos a vislumbrar.

Es Aquiles Nazoa un autor al que muchas veces se ha subestimado –praxis muy característica de nuestros intelectuales y académicos- por lo prolífico y lo profundo que pudo llegar a desarrollarse. ¿Será posible que lo consideren un autor que sólo puede ser estudiado en la escuela?, o ¿será que aún no se ha planteado una línea seria de trabajo sobre su poética, sobre su obra, sobre su aporte a las letras venezolanas? Me parece que es por allí donde viene el conflicto, por evitar sondear en estas aguas y obviarlas adrede. Es por ello que mi preocupación está latente en seguir indagando por las interminables líneas de nuestro teatro para leer del siglo XX, y en especial, a este autor que más que un dramaturgo es un estilo, una estética y una forma de establecer planteamientos que se extienden por toda la literatura y que aún no hemos descubierto con certeza.

Foto: Keko 2012 
Por ello sigo preocupado por este rescate de un teatro venezolano que nos identifique, que sea capaz de hablar de nosotros mismo, y mientras no miremos hacia nuestros adentros, seguiremos perdiendo el tiempo y el teatro venezolano seguirá buscando fórmulas foráneas y se perpetuará en repeticiones de vacíos poéticos.

No se les olvide, lean a Aquiles Nazoa porque EL TEATRO ES UN PELIGRO PARA LA IGNORANCIA.



viernes, 23 de mayo de 2014

El Teatro de Tomás.

En 2005 acudí al Congreso Iberoamericano de Teatro Universitario en la ciudad de Coro (Venezuela) y tuve la oportunidad de encontrarme y conocer al maestro Tomás Urtusástegui,  que demás está, decir es punto de referencia en la dramaturgia mexicana. Es necesario hacer una recapitulación de la extensa obra que este escritor nos está ofreciendo, y podemos ver su relación directa con los contextos latinoamericanos en los que nos desenvolvemos a diario.

Para Tomás escribir es parte de su filosofía de vida, corrijo, es su filosofía de VIDA, su diario transcurrir se manifiesta desde la escritura de temas que nos son comunes, podemos ver que sus piezas dramatúrgicas son la extensión de cuanto vive, presencia en cada esquina, en cada circunstancia, en cada relato que podemos toparnos en lo cotidiano. Plagado de una gran dosis de humor el Teatro de Tomás está siendo representado por cientos de grupos a diario en Latinoamérica, porque está dirigido a un público que necesita de la reflexión desde la jocosidad, es una simple inserción de situaciones absurdas, para desencadenar la risa que alivia las propuestas agresivas ante las que nos enfrentamos.

Es natural que frente a esta propuesta de teatro nos veamos reflejados, es muy curioso ver que el Teatro de Tomás se ha configurado en dos grandes bloques que podemos separarlos de siguiente manera.

El primer Tomás es aquel que está ligado a la comedia ligera, el segundo es el de la historia local, el de las manifestaciones propias de la cultura popular (fiestas, rituales religiosos, celebraciones históricas).

Entre las piezas de comedia ligera, tengo que hacer referencia al estudio de los imaginarios mexicanos, que fácilmente se adaptan a otros contextos latinoamericanos, en los que tenemos farsas, parodias y pastorelas, estas últimas un género absolutamente mexicanas, que están en sintonía con nuestras celebraciones navideñas y que para sus entornos es muy común.

Tomás Urtusástegui y Oscar Erives 2012
Esta foto se la robé a Oscar de su facebook, :)
Este Tomás es un tanto agudo, sarcástico e incisivo, puesto que es desde el género de la comedia que se ha refugiado para hacer sus más fuertes críticas a todo lo que le rodea, es un Tomás que se envuelve en la sabana de la inocencia, pero realmente, deja de manifiesto un discurso que va más allá de una simple dosis de humor, y es la verdadera razón de existencia del arte. Tomás entra y sale de los discursos con tal, maestría que trata de no ofender, pero que está en constate mirada aguda.

Se me olvidaba, Tomás es un dramaturgo que se masifica intencionalmente, por tal motivo muchas de sus obras ya han sido estrenada por alguna agrupación y es resultado de su promoción y publicación desde hace más de cuatro décadas, unido a su propagación en internet, por los comentarios por sus amigos y por las inmensas posibilidad de entrar a todos los ámbitos. Por esta razón confirmo que Tomás logra acceder a cada uno de quienes disfrutamos de sus trabajos y los difundimos. Es necesario recordar que Tomás lleva escritas más de 330 obras publicadas, sin contar las que estará escondiendo o maquinando en este momento detrás de su computadora en su estudio de la Ciudad de México, -ya me lo imagino mirando por la ventana hacia su jardín fraguando y riéndose de sus ideas-  puesto que es incansable y he sido testigo de su capacidad y disciplina de trabajo por horas de escritura, de dedicación en medio de sus perros y su particular conexión con la naturaleza y sencillez.

Considero necesario que las piezas de Tomás se difundan con mayor ahínco, puesto que es laborioso en este género y cada día me convenzo más, que tiene mucha energía aun para seguir llegando a miles de personas.

Volviendo al trabajo de Tomás, podemos encontrarnos con un segundo Tomás que es el interesado por la investigación histórico-cultural, de manifestaciones propias de los sitios a los que visita, de las formas en la que ve el desarrollo de la cultura de nuestro continente, con piezas que van desde la misma visión de su “Frida Khalo”, hasta pasar por los relatos históricos, o de resaltar manifestaciones como “Huapango”, y llega a los recónditos lugares como Trujillo en Venezuela para escribir la pieza José Gregorio Hernández que es una imagen religiosa de nuestro país. –y que está mal decir, pero tuve la oportunidad de dirigir en 2007 y la giramos por varios estados de Venezuela-

Esta faceta nos deja de manifiesto el estudio constante de los lugares, de las razones de existencia de las comunidades a las que se acerca, donde queda plasmada su preocupación por un teatro que va más allá de una simple referencia. Vemos que se interna en cada uno de los rincones, en los imaginaros populares, para encontrar en su interior el sentido de pertenencia en la que nos vemos incluidos, con una gran dosis de humildad -que está tan escaza- en estos tiempos, en los que convertirse en escritor es más una moda, que un trabajo laborioso de investigación permanente.

El Teatro de Tomás está en constante efervescencia, de un gesto que está por salir, de una historia de que está por alimentar nuestra historia, de un personaje que soy yo mismo y del cual no me he percatado. Cuando tratamos de alejarnos de los horizontes y el compromiso del arte Tomás nos lanza una conexión en la que nos vemos atrapados, que es mas un reflejo de quienes somos y lo que estamos desarrollando a diario.

Tomás de la misma manera ha buscado sin cesar un estilo propio de manifestaciones, de ideas y de formas de ver el mundo, si entran a su página en internet podrán descargarse sus ensayos y manuales para dramaturgia, que nacen desde su preocupación para entrar en un ambiente en el que las competencias van desde la “ciberposibilidad” de estudiar miles de propuestas, pero Tomás está allí, llegando a cientos de personas a diario, y no es raro que en cada país de nuestra Latinoamérica se haya representado al menos un trabajo de nuestro compañero.

Es un Teatro que entra en sintonía con el teatro estudiantil o escolar,  que se desplaza hacia el teatro universitario, que llega de manifiesto a los festivales nacionales donde las poéticas van de la mano de grupos profesionales, puesto que vemos una dramaturgia que se adapta a sus entornos, dentro una estética de lo cotidiano, pero también está dirigido a la imaginación de los directores noveles y no tan noveles, aunque que a fin de cuentas, Tomás ha abonado su trabajo en la formación de muchos hacedores de teatro en muchas regiones.

No es sorpresa para nadie que en México aparezca siempre en los festivales una obra suya en cartelera o que esté siempre en temporada, puesto que es asequible, que es descomplicado con sus lectores, y esta es una herramienta que Tomás ha tomado desde siempre para llegar a miles de personas.

No me queda mas que saludar a Tomás y alegrarme por este trabajo tan minucioso que lleva desarrollando desde hace más de cincuenta años, donde su preocupación ha sido el rescate de un teatro mexicano que va más acorde con sus necesidades, de un escritor que nos enseña día a día que sólo en la constancia de escribir, de investigar y de explorar está la alternativa de resolver los conflictos artísticos que a veces nos topamos.

Siempre ha sido un gusto platicar con Tomás, ya sea en su casa de México o cuando nos topamos en Chihuahua hace un par de años, -en el marco de la despedida del maestro Oscar Erives- porque realmente podemos confrontar ideas, contradecir poéticas, por supuesto, enfrentar formas de ver el teatro y al final siempre entre discrepancias, terminamos en una gran charla sobre diversos temas teatrales que terminan siendo múltiples y de gran valor.

Es un placer hablar de las propuestas de nuestros artistas que ofrecen miles lecturas y que a fin de cuentas son una sola, el quehacer del proceso creativo, que se multiplica con el pasar de los años.

Para Tomás este proceso nunca termina y si tienen la oportunidad de pasar por su pagina de internet www.tomasurtusastegui.com  no van a perder su tiempo, puesto que van a darse un gusto leyendo las ideas del maestro, y les recuerdo que se pueden descargar para leerlas con calma y al mismo tiempo pueden entrar en contacto con él.

Tomás es un ejemplo de hacer teatro sin ataduras y sin restricciones.

Saludos Tomás

Hablar de teatro siempre es fascinante por eso les digo: ¡EL TEATRO ES UN PELIGRO PARA LA IGNORACIA!!!!.


martes, 13 de mayo de 2014

Kafka en la Orilla


Haruki Murakami es un novelista japonés que nos tiene a todos fascinados por su capacidad de narración, por su fuerza en la palabra y por la elaboración de mundos paradójicos y hasta fantasmagóricos que desafían al lector en cada línea. Es posible que el escritor se convierta en una moda o quizá nos cautive con su manera de escribir, y por esta segunda razón es que me atrevo a acercarme a su pieza Kafka en la orilla.

Kafka en la orilla es una novela que lleva dos grandes discursos al unísono, con personajes que se van acercando sin saber la razón de su existencia, es decir, que va prolongándose en el tiempo una elipsis sin sentido, que inevitablemente debe llevar a una confabulación, a un destino bastante curioso.

Es posible que Kafka en la orilla nos lleve de forma simpática y pintoresca hacia la caricaturización de sus personajes, como es el caso de Sakoru Nakata que tiene la posibilidad de hablar con los gatos, pero también está el mundo complejo de Kafka Tamura, que siendo aun siendo un joven de quince años, encierra en su interior los conflictos del universo, del que se deslinda para tratar de vivir en medio del jazz, el rock de los ochenta y la literatura.

Seguir la pista de esta novela implica acercarse a los cambios de ritmo desenfrenados en cada uno de los cuarenta capítulos, podemos divertirnos desde las ocurrencias de los gatos, hasta los inimaginables asesinatos que allí se relatan. Pero también está la suavidad de la prosa en cada uno de los pasajes en los que se adentra Kafka Tamura.

Una misteriosa mujer aparece en escena para tener el punto de unión de los personajes, la señora Saeki y su asistente Óshima que son una especie de encuentro entre este mundo y la conexión con lo misterioso. Por supuesto, quien haya leído trabajos anteriores o más recientes de Murakami entenderá que su estructura se basa en la búsqueda de estos mundos, que están allí presentes en cada uno de los lectores, pero que pueden llegar a ser un sueño o un sistema complejo de espíritus que los empujan a decir y tratar de entrar en consideración, puesto que en un pasado no muy lejano y las historias no llegaron a concretarse.

Entrar en este juego de la novela, es lo que capta la atención, nos vemos frente a una historia que divaga, que se despierta, que se desvanece a medida que pasan las páginas y que en algún punto álgido de la lectura nos quedamos en la expectativa de un nuevo movimiento, pero nos lleva a otra parte.

Divagamos con Kafka y Nakata por caminos insondables en lo que podemos arriesgarnos a creer, o simplemente dejar como una alucinación, pero de lo que sí estamos seguros, es que las historias nunca nos llevaran al punto que esperamos, sino que al contrario, empiezan a convertirse en diferentes formas de atravesar los caminos de la espiritualidad.

Murakami nos vuelve a encerrar en los sueños de sus personajes, de un país que nos resulta exótico como es Japón, de una vida que lleva a otra vida, de un relato que nos desorienta pero que magistralmente es capaz de hacer que los hilos se acrecienten y se vuelvan más fuertes.

Es posible que el autor nos lleve a un mundo que él ha construido a lo largo de su obra, es posible que solamente estemos en el sueño de un adolescente, es posible que nos dejemos llevar por la gracia de un gato, es posible que simplemente estemos embrujados por una historia que sabe hacia dónde lleva sus relatos, pero de lo que sí estamos seguros es que estamos frente a un escritor que cautiva y es una novela que no puedes dejar de leer por más que lo intentes, puesto que en la misma velocidad en la que arrancan las primeras páginas, es la misma manera en que te envuelve para que puedas llevarlo hasta un final inimaginable.

Kafka en la orilla de Haruki Murakami es esto, una extraordinaria oportunidad para leer buena literatura universal, recomendada al cien por ciento.


Por supuesto, sólo resta decir: ¡LA LITERATURA ES UN PELIGRO PARA LA IGNORANCIA!!