lunes, 30 de mayo de 2011

Criaturas de la noche en el Río Bobo


El diablo monta en mula, camina, se emborracha, baila, enjuicia, maldice, luego, mujeres espectrales seducen borrachos y dejan un hálito de muerte en los caminos, figuras vampirescas sacian su sed con la sangre de los adúlteros, duendes desaparecen tesoros, causan zozobra, jinetes nocturnos dejan oír los cascos de sus bestias en mitad de la noche, espectros alucinantes deambulan en las noches por casonas vacías y defienden sus territorios, indígenas dejan sus maldiciones -o bendiciones- en las tierras que fueron suyas, la muerte invade los recovecos de la noche para atrapar a hombres que se van de parranda, y la oscuridad está presente como el gran túnel del miedo, del terror y del horror.
Las Criaturas de la Noche en el Río Bobo de José Antonio Pulido es una extraordinaria recopilación de relatos nocturno que se desarrollan en las adyacencias de San José de Bolívar. Con un total de cuarenta y cuatro historias tan variadas como cada noche que pasa, estos cuentos de camino empiezan con los rituales de nuestros abuelos, o como bien decimos en estas regiones, de la NONA, para crear en cada uno de nosotros un susto y al unísono un sentido de pertenencia que puede trascender en el temor ante lo oscuro, ante lo que no sabemos.
La recuperación de la narración oral es muy importante, José Antonio está generando un doble aporte que radica: primero en la recuperación de un imaginario que está a punto de perderse, cada pagina que se corre se convierte en una historia local capaz de guardar el secreto público, de lo que conforma una población y en este caso San José de Bolívar es el centro de atención; en segundo lugar está la capacidad de captar a sus lectores directamente en un estilo bastante particular, enfrentamos a un escritor que trata de mantener en vilo el sueño y la realidad para dejarte correr en dos mundos que siempre han ido en paralelo. Considero que estos puntos neurálgicos son los que nos permiten ver su aporte a la literatura y a la historia tachirense.
Las historias sobrenaturales nos demuestran cómo somos capaces de dejarnos llevar por narraciones donde prevalece el silencio, la conversación cotidiana y la mirada siempre atenta de lo “extraño” que abunda en nuestros pueblos, y puedes hacerte una imagen del páramo cubierto de neblina, con sensaciones de olores a tierra mojada, el sudor de las bestias, la leña quemada, el aliento a miche, el sabor del chimú y la música improvisada con instrumentos de cuerdas.
Este libro es todo un universo que está tan arraigado en el interior de nuestro estado y que se mantiene casi virgen, con cientos de historias que no permiten que te desprendas de la lectura.
Debo reconocerlo, hubo instantes dentro de la lectura que sentí un escalofrío incontrolable, pero continuaba detrás de las líneas en búsqueda de un final que era predecible pero que José Antonio toma  la batuta para orientarlo hacia la forma mas tenebrosa, pero a la vez jovial. No puedes dejar de leerlo y es cien por ciento recomendado este texto que tanta falta nos hace en nuestro entorno.
Es el volumen 192 de Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses editado en el 2011 y espero este año se pueda llevar a cada uno de los rincones del estado para que podamos disfrutar de lo que somos, de lo que podemos revivir.
Criaturas de la Noche en el Río Bobo es sin duda un libro que cuando empieces a leerlo no podrás soltarlo, porque allí se demuestra ésta insoportable forma de asustarnos, pero de manera conciente nos dejamos atrapar, seguimos sufriendo y permitir que estos seres entren en nuestras casas. Además, ¿a quién en su vida no se le ha aparecido alguna criatura nocturna? Creo que todos hemos sentido en algún momento el temor por esto incomprensible y tenebroso que se oculta detrás de la oscuridad, pero que al unísono nos arrastra en una especie de emoción incontrolable.
Este trabajo debe estar en cada una de nuestras escuelas y hogares para conocernos un poco más y promocionar el contexto cultural tachirense.
Sólo resta decir una vez más: “El Arte es un peligro para nuestra ignorancia”.

lunes, 23 de mayo de 2011

¡Por favor… bájenle a esa radio!!!!


Como es bien sabido, tenemos una ciudad en movimiento, día a adía nos levantamos apresurados para ir a trabajar o en el mejor de los casos a estudiar. La rutina es común para el transeúnte silvestre. Te despegas de tu cama sin ánimo de colocar los pies en el piso y poco a poco el cuerpo se va adaptando a un sistema de biorritmos que tratan de hacerse cada vez más rápidos, tomando en cuenta la rutina de labores diarias, de aseo y otras cosas.
El problema de todo radica cuando sales a la calle, la misma dinámica de la ciudad te consume y te atrapa para ser uno más, si tienes un carro estás “salvado”, digo “salvado” porque en esta ciudad es una pesadilla manejar, no sé como hacen tantas personas para no sufrir enfermedades psicológicas a diario. Los otros, los menos afortunados o más miserables subimos regularmente en las unidades de servicio público, donde estamos siendo victimas de miles sonidos, de empujones y de gritos insoportables que son acompañados de la danza caótica de la radio matutina.
No entiendo como es que las personas soportan oír a todo volumen los programas decadentes que nos colocan para despertar, con locutores de radio que no son más que viles fantasmas de lo que un día fue una expresión digna de los medios.
La radio en nuestra región no es más que una copia triste de formatos que se oyen a través de las redes de internet, la imitación de programas que no tienen el más mínimo sentido de lo que es estar frente al micrófono para una masa.
Si nos detenemos a escuchar, nos enfrentamos con dos elementos cómplices: el primero, los locutores que están bajo este formato, son personas que carecen de tacto para llegar al público, subestiman sus oyentes y tratan de crear un universo de absurdos, con un extraordinario sentido del kitsh, ya suficiente tenemos con el vallenato, el reggaeton y la música llanera en las radio de manera indiscriminada, para que traten de aumentar la desidia y la ignorancia en una población que no entiende que está siendo manipulada; en segundo lugar, los oyentes, son simplemente un grupo de personas que están siendo atrapadas por la información, aplauden hechos tan pueriles porque nunca se le ha permitido enfrentarse a formatos mas elaborados. El publico general no le cuestiono puesto que sino te enseñan algo ¿cómo lo entiendes?, por eso creo que no es culpable de su ignorancia, al contrario es víctima de ella y miles de personas que se ven acorraladas por estas ondas herzianas no deben que esperar más que una burla a su propio entendimiento.
Cabe destacar que este oyente es capaz de llamar telefónicamente al programa para ser expuesto al “ridículo” público, sólo por aquello de salir al aire, sin darse cuenta que está siendo herido de una acción que no tiene contemplación. Qué lástima tener que oír radio en la mañana en esta ciudad, es un escándalo de conversaciones vacías, sin control y sin decir nada. Las personas son vejadas en directo y los demás se ríen de lo que está ocurriendo, lo peor es que llegas a cualquier oficina y estas miserables almas continúan en la misma, ya me he negado entrar a oficinas, despachos o salas donde tengan esta transmisión. Estos programas se alimentan del raiting, pero es lo peor que puede ocurrir para la ciudad.
Pobre pueblo miserable e ignorante, se deja engañar una vez más de los ineptos de la radio con frases como: “Buenos días, buenos días, buenos días, ¿De donde llama?”, y después vienen la perorata insufrible…. Por favor bájenle a la radio no merecemos esto!!!
Es un caos mediático del que no hay escapatoria, ahora son más los programas en más emisoras que tratan de envolver a las personas y llevarlas por la simpleza de comentarios que no pueden ser más que una caricatura deprimente de contenido que desespera al colectivo. Es posible que estemos frente a un fenómeno comunicativo de masas, pero siempre he pensado que las masas se equivocan y estos medios tratarán de llevarlos a planos sin pensamientos agudos, sin sensibilidad y cada vez más ignorantes.
Es una lástima que se utilice un medio tan eficaz, del que todos estamos siempre al tanto, para deteriorar aún más los decadentes formatos que se han procurado locutores, productores y directores de radio.
Bueno, seguramente te pueden tildar de conservador si dices algo como lo que hoy trato de reflexionar, pero de lo que sí estoy seguro es que deberían aplicar un estudio minucioso del contenido y del trato al público que de estos programas se emana.
Mientras, prefiero aprovechar el tiempo y me iré a disfrutar de la exposición de los jóvenes artistas plásticos que se exhiben en la Red de Arte del estado, porque les recuerdo que EL ARTE ES UN PELIGRO PARA NUESTRA ARRAIGADA IGNORANCIA.
¡Por favor… bájenle a esa radio!!!!!!!

martes, 17 de mayo de 2011

El país de la Desidia

Conocí en una ocasión un país donde sus ciudades estaban sumidas en la desidia, cargadas de basura, con grandes vías deterioradas, autopistas que nunca llegaron a ser autopistas, carreteras inservibles, calles intransitables  y edificios roídos por el olvido. En este país por donde caminaras crecía la maleza sin control, dejando además, que los niños y los ancianos durmieran en las calles, sólo acompañados de perros carcomidos por la sarna y se alimentaban de los restos que se les dejaba. El hambre era el plato fuerte del día y aparecía como fantasma de una era importante.
Conocí sus ciudades plagadas de grandes agujeros de agua insalubre producto de las lluvias, que servían de hervidero a las plagas olvidadas de las enfermedades que una vez habrían caminado y ahora se daban la mano para acabar con todo lo que se atravesara a su paso.
Conocí un país convertido en vertedero de escombros, de lo que en alguna ocasión fueron espléndidas urbes, producto de muchos años de grandes riquezas que lo convirtieron en un lugar muy importante, seguramente fue un sitio fantástico de adelantos modernos y de una modernización que esperaba crecer tan rápido como sus habitantes, pero como todo era tan asequible, nunca se preocuparon por pensar en la escasez y se mantenía en pie desde la locura del derroche de los beneficios resultantes de negocios, que para muchos sería casi imposible calcular. Allí imperaban mercaderes, estadistas y gobernantes que buscaron por todos los caminos llegar a este tesoro que se desplegaba a lo largo de sus costas, del que lograron encontrar y hacerse sus dueños, para dejarlo abandonado en lujosas mansiones y un sinnúmero de gastos.
Conocí un país que no estaba esperando nada y se encontraron con todo, sin saber qué hacer con sus bienaventuranzas, así que tomaron sus bártulos y comenzaron a botarlos para quemar todo lo que se encontraba a su alrededor. Les dieron la potestad a otros para que  pensaran por ellos mientras se alimentaban de la poca limosna que se repartían entre todos.
En ese país lo más importante era la gente, personas miserables, desgarbadas, sin escrúpulos, desinteresadas en sus vidas que se dejaban llevar por los fanatismos y la visceralidad de sus dirigentes, que los llevaron al extremo de la desidia con sus pequeños cuerpos que intentaban abrirse paso entre su propio estiércol y la opulencia que aún los caracterizaba, porque ellos preferían sus lujos sin importar que los gobernantes se proyectaran como los grandes ineptos.
Por donde transitaban sólo servía  para recibir los embates de la naturaleza dejándolos incomunicados por días y por años, pero eso no importaba porque esta gente miserable seguía a sus lideres inescrupulosos sin ninguna razón, sin ninguna forma de explicación, simplemente se limitaban a seguirlos como las ratas de Hamelin y después se lanzaban al abandono hasta llegar a pelearse el sustento con los perros desgarbados que eran sus grandes compañeros.
Por eso siempre he pensado que vivir en la desidia es algo que nos envuelve y nos acostumbra, pero dejar que ella sea nuestra única forma de vida me resulta imposible y hasta absurdo, pero qué le vamos a hacer si este es el país de la desidia.

martes, 10 de mayo de 2011

Una vez más en la Ciudad de los Abusadores

El domingo primero de mayo se celebró o se conmemoró el día del Trabajador, cientos de personas salieron, en nuestra “ciudad”, a realizar las tradicionales marchas que llevan una extraordinaria carga política, y es que el problema laboral nunca ha estado desligado de la misma. Todos los primero de mayo los trabajadores en general corren como  cachorros inocentes detrás de falsas promesas electorales y presidenciales, con sus franelas verdes por un lado y rojas por el otro, para que después se vean atrapados en un foso sin salida donde la respuesta es casi siempre la misma.
El sueldo de los trabajadores nunca es suficiente, los salarios se devalúan la inflación nos devora y la pobreza es un fantasma que nos persigue desde lo más profundo de nuestra vida, dejando un hálito de zozobra y desdén.
Si el primero de mayo es una fecha para la reivindicación de los trabajadores, porque seguimos bajo la premisa de “miserables olvidados” tal y como lo exponía Luis Buñuel hace más de sesentas años y nos apartamos unos de otros sin mayor importancia, porque cada gremio o comunidad está allí dejando que todos abusen de ellos.
En primer lugar, el aumento del salario mínimo es de un 15% ahora mismo, y seis meses después 10% más, dejando de manifiesto que al final del año el trabajador promedio tendrá su aumento del 25%, en teoría. Entonces por qué ocurren cosas como la siguiente que me tienen intrigado y nadie me ha podido responder con coherencia:
El 02 de mayo el pasaje urbano amaneció en tres bolívares,  lo que nos indica que es un aumento indiscriminado por parte de los señores del transporte urbano, haciendo caso omiso a las disposiciones del gobierno central, que impidió el aumento de manera tácita, pero como en esta “Ciudad” tenemos ingobernabilidad, el pasaje lo suben abusando del trabajador promedio y resulta ser que este aumento se difumina en simple humo que no le alcanzará en lo absoluto al usuario.
Es un abuso el transporte en San Cristóbal, las líneas encargadas de brindar este servicio son una deplorable imagen por el caos en la que se encuentran, el desorden es impresionante en el centro, con paradas inexistentes, el maltrato al usuario y el apocalipsis vehicular con el que nos topamos todos los días. Por ello lo conductores y propietarios de estas líneas de transporte son unos abusadores más que se suman a la lista de personas sin escrúpulos que tratan de sacar provecho de las pocas dádivas y beneficios que por ley corresponde al trabajador. Si el pasaje sube de dos a tres bolívares, quiere decir que es un aumento del 50%, y si el salario mínimo de la fecha hasta diciembre sube el 25%, tomando en cuenta que la inflación nos devora mas del 15% mensual, entonces el sueldo no alcanzará para lo mas mínimo a mitad del camino y en agosto estaremos en un caos de hiperinflación.
Por eso considero que he vuelto a la Ciudad de los Abusadores, donde los transportistas una vez más se aprovechan de la ingobernabilidad que tenemos, pero no nos preocupemos porque la alcaldía simplemente mira de reojo y no se manifiesta en contra de esta medida unilateral y nociva para los habitantes de este valle, recuerden que dentro de poco comenzaremos de nuevo la campaña electoral por los acaldes y a nadie le conviene tener votos en contra, pero como aquí los abusadores se multiplican, pues estos serán los mejores votantes.
¡¡¿Cuando dejaremos de ser la ciudad de los abusadores?!!