sábado, 25 de febrero de 2012

Notas para leer desde Cuba


La semana pasada estaba caminando por el malecón de La Habana, Cuba, cuando decidí movilizarme hacia la Feria Internacional del Libro, por supuesto que llevaba la idea de buscar algunos títulos que me apasionan de la extraordinaria literatura cubana. Al llegar al sitio, estaba una inmensa fila de personas que se extendía por más de doscientos metros y pensé que era algún otro evento que estaba desarrollándose en paralelo, en la puerta me di cuenta que era para entrar a la exposición de los libros.

Mi sorpresa ha sido muy grande porque nunca había visto personas en tal número frente  a un hecho tan importante como la Feria el Libro. Dentro de las instalaciones del Parque del Morro, frente a la Habana Vieja, estaban miles de personas entrando a los stand de todas partes del mundo con la emoción de comprar, muchos pero muchos libros de precios muy bajos y de editoriales importantes.

Me respondo una y otra vez, la cultura está marcada desde el mismo momento en que nacemos, si podemos tener una sociedad en la que nos enseñen a leer con el gusto con el que se les ha enseñado a los cubanos, tendríamos conductas más agudas y personas con criterio intelectual que no se puede comparar.

Hace algunos años fui a la feria del libro universitario realizado en San Cristóbal, y daba tristeza que el esfuerzo de los organizadores sólo fue aprovechado por un puñado de personas que allí asistimos, porque el problema está en la población que hoy se siente renuente a comprar un libro, o de ir a un recital de poesía, o a la presentación de un libro.

Dentro de esta feria en La Habana había conciertos de jazz fusión, lectura de capítulos de libros y conferencias con especialistas en diversas áreas,  todos con un enorme público participante. Durante una semana la ciudad se vistió de gala y ahora está corriendo esta feria hacia el interior del país para asistir a las comunidades que están más alejadas y con menos oportunidades de desplazarse hacia la capital del país.

De la misma manera se esta instaurando la Feria del Libro en Venezuela, con precios asequibles, espero que en poco tiempo esto sea un hervidero de personas que deseen devorarse los libros, estos eventos no deben quedar allí estancados y hundidos en el olvido. Creo que ahora la participación de las escuelas debe ser más inmediata para que los niños puedan entrar en este juego de la pasión por la lectura, porque es la única manera de poder encontrar un camino hacia un mejor estándar de vida.

La lectura se convierte en una herramienta indispensable para el ser humano, puesto que permite el debate de las ideas que tanta falta nos hace,  más aun en este tiempo de confrontación política que está siendo vacua y sin sentido.

La lectura en niños y adolescentes comienza desde el mismo momento de su gestación, de la capacidad que puedan tener los padres para encauzarlos hacia la búsqueda de una lectura profunda, de una comprensión de las ideas que de allí se desprenden y que puedan dialogar con criterios en función de lo que estamos tratando de descifrar.

Es la lectura una oportunidad única que puede llevarnos de la mano hacia universos únicos y exclusivos, y, sería fantástico poder ver en nuestra ciudad, un día, personas haciendo una enorme fila para entrar a ver libros y para saborear la delicia de dejar caer una página sobre otra y de perderse entre las líneas de las frases de historias que sólo la lectura nos pueden dar y ofrecer.

Les invito a todos para que se animen a buscar un libro y comencemos a buscar un nuevo horizonte desde la lectura, desde la oportunidad única que puede darse entorno a nuestra comunidad.

Esta experiencia es una de las muchas que he podido aprender de este pueblo cubano que nos sigue dando un ejemplo educativo y que es lo que deberíamos seguir. Por eso me aferro aun más  a mi condición de estudios de los contextos sociales y del arte en nuestro continente.

Sólo me resta decir: “LOS LIBROS SON UN PELIGRO PARA LA IGNORANCIA”

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