jueves, 10 de septiembre de 2009

A LOS DEMÁS QUE NOS DEN POR EL C……


Paseaba cerca de mi casa, y trataba de revisar entre un poco de hojas sueltas las diversas maneras de cómo se posan los insectos sobre los desechos que resultan de la descomposición de las plantas y de los alimentos. Estuve muy entretenido porque consideraba que ese día trataría de encontrar la razón de existencia de la naturaleza, preguntas que regularmente me hago. Pensé que la pasaría bien, además no tenía trabajo y me la vacilaba. Era una mañana bien simpática, cuando de pronto, entro a mi casa y veo una noticia en la tele, un par de aviones se estrellan sobre unos edificios de Nueva York. Me detengo a pensar en la curiosa imagen que resulta, es una escena extraña, nada fuera de lo común, pero al poco rato vemos cómo esto es un ataque al mayor de los imperios, me llama la atención… de allí se genera una polémica intrigante sobre sí hay gente o no, que si un gato quedó atrapado, que un carro chocó o si se cae el edificio o no? Es una tortura de imágenes que te tienen como si el verdadero terrorista fuera mi televisor, decido apagarlo para no ver más, no ser cómplice de esta estupidez mediática, me voy a un local a pedir una cerveza… y lo mismo… miles de personas en lo mismo. Me pregunto ¿por qué a esos muertos sí los miraron y hasta el tiempo se detuvo?
Recuerdo que en 1998 durante la noche de navidad, CNN transmitía imágenes en vivo de los aviones estadounidenses que pasaban sobre Bagdad y bombardeaban y asesinaban familias enteras (luego en el 2003 será aún peor), me sentí muy mal, se lo comenté a los amigos con quienes andaba, simplemente emularon lo que hizo toda la gente ese día: apagaron la tele porque “eso no era importante”, “que allí siempre se matan” o “esa gente se lo buscó” y sin hablar de nuestra Latinoamérica, donde son masacrados pueblos enteros y en las capitales prostituyen niños y les enseñan la muerte y cómo administrarla, pero las respuestas siempre serán las mismas… además a nuestros pueblos no los exponemos, nos olvidamos de nuestra sensibilidad humana, de nuestro espacio… NO! Es mejor llorar lo muertos gringos, es mejor atropellarnos y ver que nuestros pobres no tienen dolientes… me da asco la gente que sufre por otros pueblos, cuando dentro de nuestros barrios nos morimos por montones … estas imágenes son espeluznantes, pero se repiten una y mil veces diariamente en nuestra bella Latinoamérica…. somos victimarios y genocidas implacables, simplemente al ser cómplices… Bueno, igual, me iré de viaje a un río y trataré de ver como nos divertimos, porque la tele es la devoradora de sueños... pero de sueños que somos nosotros mismos. Cada quien recibe algo, unos con justicia y miles de millones con injusticia. ¡A esos últimos que somos los “demás” que nos den por el culo!

2 comentarios:

Vanessa Nataly Castro Rondón dijo...

Como acabas de describirnos sólo se reduce a una cosa: la hipocrecía del género humano. El que tienes al frente no te importa un bledo, te haces de la vista gorda ante aquel que sufre en la calle, ante el que pide limosna porque no tiene para pagar el funeral de un familiar pero sí derrochas lágrimas ante el pueblo ajeno, cetrino y admirable. Cuánto bien nos haría cambiar y voltear la mirada a nosotros mismos.
Sólo unos pocos lo logra pero igualmente siguen siendo lo locos, los excluidos los que la gente común rechaza porque no se consolidan con lo ajeno

Dandry Castro dijo...

Jose, esto es la mera verdad, incluso, pasa hasta en la rutina de nuestras casas, tal como reza el dicho "en casa de herrero cuchillo e palo".
salud y buena vibra.