Estas en tu casa, descansando de un día trajinado de trabajo, donde regularmente estas construyendo nuevos “proyectos” (me encanta esa palabra jejeje)… o simplemente la pasaste bien con tus amigos charlando sobre las invenciones de los perros en las tardes soleadas de San Cristóbal…, y enciendes la tele porque internet te arropa con tanta información desplegada desde miles de peces que beben del manantial de facebook, hi5, twiter y pare de contar de ciento de millones de otras que te venden enlatados. Bueno, el caso es que estas a casi dormido, dejando que caigan los subtítulos sobre las líneas de un maestro como Lars von Triers...
De repente, escuchas un alarido que rasga desde lo más profundo una garganta que se ahoga y que se desespera porque no aguanta más la emoción, acompañado de otro (alarido) que se sintió apabullado y debe gritar más fuerte, y otro, y otro... Finalmente, es una alharaca de pasiones, emociones y triunfos, te preguntas: ¿Qué sucedió? ¿Alguien se ganó un premio?, ¿regresó el vecino perdido?, ¿es el cumple de alguien?, ¿cayó el gobierno? o quien sabe cuanta estupidez le pasa a uno por la cabeza. Pues resulta una intriga, suben el volumen de la tele, no entiendo qué es... ahora sí me siento un poco raro, creo que me dejaron fuera, creo que necesito sacar mi curiosidad cual gato chismoso… Sorpresa!… Cambias el canal y resulta que hay un concurso de belleza, sí, de belleza, hubo una reina del mundo, del universo o de la chingada madre!!!! Todos tus vecinos dicen ¡Ganamos, Ganamos!!! Es una extraña combinación entre una remembranza deportiva de un triunfo futbolístico, con una pasión alocada de un concurso de belleza, adornado de mucha, pero mucha intriga fashion. Ay dios… retornas a tu estado vegetativo, perdí mi tiempo de fisgón, la gente grita porque una chica que de casualidad sabe hablar, caminar, y decir que quiere la paz del mundo triunfa.
Esos son nuestros nuevos ídolos, con un poco de vacuidad, de un sopor muy Light, bajo la doctrina del gran maestro de la moda y todos tendrán ese comentario por unos días. Que la niña pobre es miss, que la niña era de aquí pero nació allá pero se identifica con los de más allá y todas esas babosadas y cursilerías efímeras y ridículas. Dios, los santos y en cuanta cosa creas te proteja de estar en esta situación. Ahora me pregunto: Si esa es la representación de la belleza venezolana, y todas son bellas bajo este concepto, ¿por qué no me consigo ninguna de esas viejas en la buseta, en la cola para el estadio, entre el público que lee esto? Me siento mejor recorriendo las avenidas tratando de encontrar una Ítaca que me salve... puede ser que tenga una suerte de Odiseo, pero ni modo... me la vacilo sin hablar.