jueves, 10 de noviembre de 2011

Chocrón…Ok


El día domingo 06 de noviembre de 2011 a la una de la madrugada, nos dejó de manera intempestiva el dramaturgo Isaac Chocrón. De esta manera se cierra una página más de nuestra historia artística y literaria venezolana, digo se cierra porque se extingue biológicamente, pero queda el rastro que se expande de su extensa obra que marca un hito en el teatro venezolano.

Autor prolífico y complejo que se permitió explorar en diversas ramas del género literario como la dramaturgia, el ensayo, la novela, y pudo procurarse un espacio en el campo artístico e intelectual venezolano.

Isaac Chocrón dejó un legado de piezas dramatúrgicas que trataron de buscar respuesta a la problemática social que está manipulándonos desde hace más de cincuenta años y que no hemos podido resolver. Con magistral juego de imágenes dejó vislumbrar una crítica feroz sobre los conflictos de convivencia en un país que carece de sí mismo y que no es más que un absurdo de sus propias ideas. De esta manera podríamos catalogar la obra de Chocrón con personajes que rayan en lo absurdo y que son agresivos como cada una de las situaciones en las que ese ven envueltos.

Piezas como La Revolución, hasta Ok o Clipper, sin olvidar clásicos Animales Feroces, Tric Trac, Asia y el Lejano Oriente, Simón o más recientemente Navegaos encontramos una pluma que no descansó en refirmar su estilo literario que marca toda una generación y luego se escapa hacia nuevas formas de investigación, que sólo logran expandir aun más su proceso creativo.

Se convierte en el abanderado de la triada de autores teatrales de la década de los sesenta-setenta, que junto con José Ignacio Cabrujas y Román Chalbaud se disponen a transformar el teatro en el  juego de la supremacía del autor venezolano, explorando en un área que es casi virgen en nuestro país, empujando desde una dramaturgia más compleja que procura entrar en el lenguaje cónsono de lo que acontece en el medio en el cual se mueve.

Por su mano es forjada toda una generación de escritores, directores y actores en Venezuela que van a propagar una manera artística de representación teatral, y empuja desde la creación del Nuevo Grupo y posteriormente la Compañía Nacional un espacio para la investigación teatral, que rescatará el imaginario de lo que estaba allí, y que tanto trabajo nos valió desprendernos de estructuras foráneas.

Nos llevó hacia la necesidad de un “teatro venezolano” que tendrá como resultado en los años ochenta hasta nuestro días la proliferación de hacedores en todo el territorio nacional, que tratan de exponer sus ideas sin mayor limitantes que las de llegar al escenario con  un lenguaje más cotidiano vivo y simple.

Eso era la dramaturgia de Chocrón, una forma de escritura simple, de juegos, de situaciones y de personajes que son los fantasmas de lo que predican y que se contradicen constantemente, tal y como es el venezolano en sí mismo. Es por ello que hablar de Chocrón siempre nos llevará a este tema tan complejo que genera el movimiento artístico mucho mas venezolano que en cualquier otro momento histórico de nuestro teatro. Desde este punto el teatro venezolano trata de reivindicarse, y hoy día no estamos lejos de esta postura, por ello empezamos el nuevo camino de estéticas y poéticas que son tan ineludibles como el mismo proceso de formación que iniciaron estos autores.

Tuvimos la oportunidad de intercambiar algunas ideas en diversas ocasiones entre festival y festival y siempre se prestó para este dialogo y la posibilidad de aportar a la teorización que tanto me he preocupado en alimentar. Considero que el teatro venezolano ha perdido una de sus figuras más representativas.

Sólo me resta despedirme de un extraordinario hombre del teatro, un investigador del lenguaje y un precursor de muchos de los hacedores actuales.

Por personas que han dedicado su vida al teatro como Isaac Chocrón, se consigue el cambio y la madurez de un movimiento completo, esperando que su legado se extienda aun más, sólo me resta decir: “El teatro es un peligro para la ignorancia”.

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