lunes, 6 de marzo de 2017

Símbolos y Transfiguraciones de Blanca Suárez (2017)


Símbolos y Transfiguraciones es un nuevo trabajo que Blanca Suárez nos entregó el pasado mes de enero en la sala del Ateneo del Táchira, donde podemos ver la exploración espacial de piezas que tratan de abrirse paso en cada uno de los trazos a los que nos enfrenta. Esta propuesta vuelve a entrar en la diatriba de lo que estamos buscando como espectadores, donde las piezas tratan de salir de su estado original para entrar en el juego del gran rompecabezas, pero que al unísono nos obliga a buscar la uniformidad -casi imposible- debido a la acertada fuerza con la que nos reta de nuevo la artista.

Un tema acertado sobre Símbolos y Transfiguraciones debido a este indagar entre las formas donde se van desplegando las piezas, te vas adentrando en los rincones de la fuerza del color, en el trazo que no deja de acechar al espectador en conjunto con una dinámica prácticamente indetenible. Blanca Suárez nos lleva de la mano hacia este movimiento de manera adictiva como todo artista capaz de desarrollar su despliegue estético partiendo de un sentido de uniformidad para desplegarse en polifonía de formas, dejando de manifiesto la experiencia y la sobriedad que la caracteriza. Ahora mismo Blanca Suárez busca descifrarnos como espectadores invitados a su festejo, navegamos entre fragmentos que van creciendo a medida que los transitas y se unen en conjunto de universos donde los Símbolos intentan escapar, pero se Transfiguran en discursos estéticos complejos que va plasmando sin mediar en la economía de líneas y en contrastes con la violencia del trazo.

Blanca Suárez es sin duda una de las artistas más representativas dentro del movimiento contemporáneo del arte tachirense, que emerge desde este jugar a formas que se traducen en caminos insondables plasmados en cada una de sus propuestas, y por ello se Transfiguran en excusas para acercarnos a estos Símbolos que ella va elucubrando y que se despliegan por todo el espacio en el que se exhiben.

Las Transfiguraciones aparecen como medio para apropiarse del espectador, y desde la idea de una pieza dinámica que va cayendo en medio de un campo místico hace que su obra en sí misma se reescriba y se relate sin mediar, sin frenos y sin conservar nada, porque a fin de cuentas, es una manera de exponerse, de verse, de proyectarse con su huella particular que es la de un artista en el punto máximo de madurez.

Símbolos y Transfiguraciones ha sido una de las exposiciones más activas y de mayor movilidad que se ha expuesto en los últimos meses en nuestra ciudad, es una extraordinaria alternativa,  para quienes se precian de un arte que se erige por su propios medios sin improvisadas aventuras, más al contrario, es una muestra artística muy activa y de gran valor estético.


Blanca Suarez nos vuelve a  sorprender, y es desde estos Símbolos y Transfiguraciones deja expuesta su manera de ver el arte, de buscar las alternativas en las que un conjunto de piezas discurran por su propios medios y no se detienen en ningún instante para entrelazarse con el espacio y los espectadores. Es sin duda una extraordinaria propuesta artística.




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