sábado, 28 de julio de 2012

¡VIEJA tenía que ser!


Vas en tu carro un día normal, esperas a que cambie la luz del rojo al verde, no sé si es mi idea, pero estos instantes a veces son eternos cuando estas a punto de llegar a tu casa después de un día colmado de trabajo insoportable. Bueno, el caso es que estas allí, detenido detrás del volante dispuesto a meter el embrague, empujas la palanca lentamente hacia adelante, cuando la luz cambia, el carro empieza a rodar y te das cuenta que quien está al frente tuyo en la fila no avanza, entonces comienzas a tocar la corneta desesperadamente. Allí está, justo delante, una señora aferrada al volante mirando hacia todos lados antes de arrancar, los segundos se convierten en minutos para que finalmente digas: ¿Y ahora que le pasó?... ¡VIEJA tenía que ser!!!

Es una frase repetida en nuestro caos vehicular, siempre terminas gritando y generando más estrés del que estas acostumbrado. Esta situación pasa a cada instante y me pasó hace unos días, pero precisamente no fui yo quien la dijo sino mi copiloto, pero nos hemos puesto a reflexionar sobre este fenómeno, caímos en cuenta que estas personas que manejan “obstaculizando” el tráfico, realmente están allí tratando de hacer su labor y de cumplir las reglas tránsito.

Veamos, las mujeres a diferencia de los hombres tienen la particularidad de estar más desarrolladas en cuanto a organización de los elementos que se le presentan, por esta razón cuando ellas manejan te parece que va más lento todo, porque están atentas a las dinámicas, a lo que se mueve y se apegan al reglamento de la ley de transito sin leerlo, lo que las convierte en unas expertas de empirismo. De verdad no sé cómo hacen, pero es una forma de manejar con mucha precaución en el que el carro no es forzado a los trabajos que le aplicamos los hombres. Esta tesis la respaldan miles de machos TROGLODITAS que vemos en cada esquina con sus carros que generan ruidos constantes, que no son capaces de hacer una fila sino que se meten por donde sea para poder llegar de primeros. En cambio las mujeres siempre están una detrás de la otra con un estilo sosegado, en el que lo más importante es llevar una buena música relax para manejar.

Otro punto es que ellas siempre te van a llevar a una velocidad moderada, debido a que no poseen la testosterona y la agresividad del macho vernáculo primitivo, pues siempre van a paso moderado y no son capaces retarse sólo por llegar primeras; es muy extraño el caso de mujeres que estén en competencia en alguna de nuestras avenidas y los índices de atropellos o choques por parte de exceso de velocidad en mujeres son extraordinariamente bajos.

Y esta es la parte más importante, como el cerebro de las mujeres se puede dividir en varias partes, pueden realizar muchas acciones dentro de carro de manera perfecta, van manejando sincrónico, maquillándose, con el niño en la parte de atrás, hablando por teléfono, enviando un pin, contestando un correo electrónico, tranquilizando al perro, peleando con su esposo, revisando la lista de cosas para el hogar y arreglando la agenda del trabajo al UNISONO, y muy pocas veces sabemos de casos en los que hay un accidente mortal por esta causa, me parece que sería una exacerbación que ocurriera; mientras que los hombres sí generamos un caos al no poder masticar chicle y manejar, porque el cerebro sufre un colapso inmediato, creando una congestión. Porque sólo vemos hacia adelante y hay que manejar desesperadamente sin mediar palabra atropellando cuanto perro vemos o pasar por encima a cuanto transeúnte se atraviesa. Los hombres debemos ir tan de prisa que no mediamos entre los peatones si son personas mayores, niños o hasta un perro –este último no es tan afortunado de sobrevivir-.

Así que la próxima que usted vaya manejando, y una de estas señoras está cerca suyo en otro carro, piense bien cómo USTED viene manejando, porque de seguro USTED es el infractor y no ELLA y esta frase tan estereotipada ¡Vieja tenía que ser! (que por cierto, es una de las más suaves) por favor guárdesela, y no sea un TROGLODITA más frente al volante.

Las mujeres nos han demostrado que sí se puede vivir con bajo estrés mientras se maneja.

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