martes, 8 de abril de 2014

Una EDUCACIÓN sin horizontes.

Estuve haciendo un ejercicio dialéctico en internet, para ver la capacidad de respuesta de las personas que revisan a diario mi perfil y mis enlaces. Y por desgracia, o por casualidad –no sé qué decir- tuve una serie de experiencias que me han dejado asombrado por la capacidad de respuesta de las personas que sueltan juicios libremente sin medir sus consecuencias.

La idea es colocar una serie de imágenes sobre Ecocidios en cualquier parte del mundo y en nuestra ciudad –que en los últimos dos meses han sido fatales-, cada una de ellas con una leyenda que rezaba los siguiente: “¿Es justo esto?”. Por supuesto los amantes y no tan amantes de los temas ambientales comenzaron su ataque impresionante.

El primero fue una foto de un árbol caído en la Avenida 19 de abril, sabemos que muchos de ellos tienen más de cincuenta años, pero fueron desforestados sin piedad por los manifestantes. En la parte inferior de la imagen del árbol pude ver cerca de doscientos cincuenta mensajes de personas de todas las tendencias, expulsando barbaridades sin límites, algunos se lo tomaban en serio, otros hacían bromas, pero a fin de cuentas nadie fue capaz de dar una razón a la tala y destrucción del ambiente.

La segunda es una foto desde la avenida Rotaria hacia el cerro Pánaga que estaba totalmente incendiado la semana pasada, las respuestas fueron las mismas, y hasta más agresivas, porque se trajeron la visceralidad de la política actual, y me di cuenta que las personas sólo quieren ver eso: La politiquería absurda.

Entonces, podemos comprobar que sólo vemos la incidencia política partidista constantemente en nuestro entorno. ¿Es una moda o es una forma de lacerarnos cada día más? Porque si a cualquier acción que veas en la calle, simplemente le vas a endosar el problema político partidista, creo que estamos muy mal, con los sistemas de valores y la capacidad de razonar muy desvencijado.

Veo que hay algunas maneras de abordar este tema de las agresiones contra la naturaleza  entre nosotros, y creo que es la principal, que estamos frente, a un sistema EDUCATIVO que fue insuficiente, que quedó en planes y programas desarrollados en el papel de alguna oficina, de una EDUCACIÓN hija de la burocracia, que solamente sirve para armar ideas y nunca terminan por concretarse. De todas maneras sabemos que hay graves problemas como por ejemplo el tema de EDUCACIÓN AMBIENTAL, y por supuesto, de EDUCACIÓN en general, dónde vemos que los jóvenes han perdido por completo el horizonte y los que estamos a cargo de los centros educativos, simplemente nos extraviamos en la inopia de los pagos mensuales, de las reivindicaciones salariales o de las luchas gremiales, para después olvidarnos por completo de lo que en verdad nos compete.

Es triste ver los jóvenes destruyendo la naturaleza y justificando hechos vandálicos, vivimos tiempos de acciones viscerales donde no tenemos fronteras para comunicarnos, parece que estamos frente a una generación que no está sensibilizada para asumir riesgos y cuidar el medio en el que se desarrolla.

La basura, los escombros, los enfrentamientos y los gases son el aditivo diario de la ciudad de San Cristóbal, sin contar los incendios y la sequía, pero nosotros nos preocupamos por un conflicto político que no tiene solución, que está en un atolladero sin sentido y sin ningún tipo de solución inmediata.

Las personas han dejado que sus ideas se diluyan en panfletos políticos absurdos, eslogan que no dicen nada, perorata superflua que los han llevado a señalamientos peyorativos que sólo llevan a un enfrentamiento ilógico sin sentido y carente de soportes. Es decir, estamos ante una EDUCACIÓN sin bases, sin Horizontes, de una EDUCACIÓN que fracasa como modelo, una EDUCACIÓN que no ha sabido responder a los cambios del mundo contemporáneo.

¿Qué nos ocurrió, en qué momento del proceso histórico nos convertimos en estas máquinas autómatas que sólo viven de lo elemental? Estamos abonando un mundo cada día más pobre, pero no económicamente, sino de ideas, de personas sensibles, donde los jóvenes solo piensan en destruir.

Sabemos muy bien que la EDUCACIÓN no sólo es la que se imparte en los centros educativos, sino la que se vive en la casa, en la familia, en la comunidad, quiere decir que este atolladero se genera desde el mismo seno de nuestra conciencia y de nuestra sociedad en conjunto.

Hoy no puedo decir que vamos a salir a flote porque sería una mentira enorme, pero sí les puedo garantizar que si atacamos este flagelo del letargo y la frialdad en nuestros niños y adolescentes, podemos empezar a ver frutos distintos y personas con diferentes matices e ideas, que estén acordes con los movimientos actuales.

Por mi parte abonamos con acciones, trabajo en conjunto en escuelas y comunidades completas, porque es la única manera de llegar al meollo del asunto.

Y no se les olvide: LA EDUCACIÓN ES PELIGRO PARA LA IGNORANCIA.         


PD: pueden leer los enlaces a los que hago referencia en www.facebook.com/joseteatro

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