Estuve
haciendo un ejercicio dialéctico en internet, para ver la capacidad de
respuesta de las personas que revisan a diario mi perfil y mis enlaces. Y por
desgracia, o por casualidad –no sé qué decir- tuve una serie de experiencias
que me han dejado asombrado por la capacidad de respuesta de las personas que
sueltan juicios libremente sin medir sus consecuencias.
La
idea es colocar una serie de imágenes sobre Ecocidios en cualquier parte del
mundo y en nuestra ciudad –que en los últimos dos meses han sido fatales-, cada
una de ellas con una leyenda que rezaba los siguiente: “¿Es justo esto?”. Por
supuesto los amantes y no tan amantes de los temas ambientales comenzaron su
ataque impresionante.
El
primero fue una foto de un árbol caído en la Avenida 19 de abril, sabemos que
muchos de ellos tienen más de cincuenta años, pero fueron desforestados sin
piedad por los manifestantes. En la parte inferior de la imagen del árbol pude
ver cerca de doscientos cincuenta mensajes de personas de todas las tendencias,
expulsando barbaridades sin límites, algunos se lo tomaban en serio, otros hacían
bromas, pero a fin de cuentas nadie fue capaz de dar una razón a la tala y
destrucción del ambiente.
La
segunda es una foto desde la avenida Rotaria hacia el cerro Pánaga que estaba
totalmente incendiado la semana pasada, las respuestas fueron las mismas, y
hasta más agresivas, porque se trajeron la visceralidad de la política actual,
y me di cuenta que las personas sólo quieren ver eso: La politiquería absurda.
Entonces,
podemos comprobar que sólo vemos la incidencia política partidista constantemente
en nuestro entorno. ¿Es una moda o es una forma de lacerarnos cada día más?
Porque si a cualquier acción que veas en la calle, simplemente le vas a endosar
el problema político partidista, creo que estamos muy mal, con los sistemas de
valores y la capacidad de razonar muy desvencijado.
Veo
que hay algunas maneras de abordar este tema de las agresiones contra la
naturaleza entre nosotros, y creo que es
la principal, que estamos frente, a un sistema EDUCATIVO que fue insuficiente,
que quedó en planes y programas desarrollados en el papel de alguna oficina, de
una EDUCACIÓN hija de la burocracia, que solamente sirve para armar ideas y
nunca terminan por concretarse. De todas maneras sabemos que hay graves problemas
como por ejemplo el tema de EDUCACIÓN AMBIENTAL, y por supuesto, de EDUCACIÓN
en general, dónde vemos que los jóvenes han perdido por completo el horizonte y
los que estamos a cargo de los centros educativos, simplemente nos extraviamos
en la inopia de los pagos mensuales, de las reivindicaciones salariales o de
las luchas gremiales, para después olvidarnos por completo de lo que en verdad
nos compete.
Es
triste ver los jóvenes destruyendo la naturaleza y justificando hechos vandálicos,
vivimos tiempos de acciones viscerales donde no tenemos fronteras para
comunicarnos, parece que estamos frente a una generación que no está
sensibilizada para asumir riesgos y cuidar el medio en el que se desarrolla.
La
basura, los escombros, los enfrentamientos y los gases son el aditivo diario de
la ciudad de San Cristóbal, sin contar los incendios y la sequía, pero nosotros
nos preocupamos por un conflicto político que no tiene solución, que está en un
atolladero sin sentido y sin ningún tipo de solución inmediata.
Las
personas han dejado que sus ideas se diluyan en panfletos políticos absurdos,
eslogan que no dicen nada, perorata superflua que los han llevado a señalamientos
peyorativos que sólo llevan a un enfrentamiento ilógico sin sentido y carente
de soportes. Es decir, estamos ante una EDUCACIÓN sin bases, sin Horizontes, de
una EDUCACIÓN que fracasa como modelo, una EDUCACIÓN que no ha sabido responder
a los cambios del mundo contemporáneo.
¿Qué
nos ocurrió, en qué momento del proceso histórico nos convertimos en estas máquinas
autómatas que sólo viven de lo elemental? Estamos abonando un mundo cada día más
pobre, pero no económicamente, sino de ideas, de personas sensibles, donde los
jóvenes solo piensan en destruir.
Sabemos
muy bien que la EDUCACIÓN no sólo es la que se imparte en los centros
educativos, sino la que se vive en la casa, en la familia, en la comunidad,
quiere decir que este atolladero se genera desde el mismo seno de nuestra
conciencia y de nuestra sociedad en conjunto.
Hoy
no puedo decir que vamos a salir a flote porque sería una mentira enorme, pero
sí les puedo garantizar que si atacamos este flagelo del letargo y la frialdad
en nuestros niños y adolescentes, podemos empezar a ver frutos distintos y
personas con diferentes matices e ideas, que estén acordes con los movimientos
actuales.
Por
mi parte abonamos con acciones, trabajo en conjunto en escuelas y comunidades
completas, porque es la única manera de llegar al meollo del asunto.
Y
no se les olvide: LA EDUCACIÓN ES PELIGRO PARA LA IGNORANCIA.
PD: pueden leer los enlaces a los que hago referencia en www.facebook.com/joseteatro
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