Los
Imaginarios Colectivos representan la suma de muchos factores de un grupo
social, son el vivo ejemplo del panorama sobre el cual se mueve un conjunto de
personas y muestran esta faceta sobre la que pueden operar y seguir
construyendo su forma de “convivencia”. Claro ejemplo, las manifestaciones
radicales denominadas GUARIMBAS y todo lo que conlleva a sus confabulaciones,
que responden a intereses de pequeños grupos violentos, que van creciendo en medida que pasan los
días por circunstancias que no son ajenas a sus congéneres.
La
preocupación del surgimiento de la violencia es parte de este efecto de fuerzas
que van tomando impulso en espacios estériles de ideas, los “Guarimberos”
terminan por tomar el control de la situación, dejando un hálito de secuestro
masivo que poco a poco se traduce en el síndrome de Estocolmo por parte de la
comunidad a la que someten. Si vemos nuestra ciudad, estamos frente a un grupo
de violentos reaccionarios que han logrado sembrar el odio y la desesperación
en una región que se aqueja de los problemas propios de una frontera, pero que
no es más que el seguimiento de un libreto bien estructurado por grupos
paramilitares disfrazados de ciudadanos comunes, que logran desequilibrar las
normas de armonía colectiva.
Los
radicales se refugian detrás de barricadas, que son elaboradas con basura, en
su primera fase, pero luego se va acrecentando con objetos contundentes en las
calles (miguelitos), artefactos del hogar, escombros, vehículos, y en el peor
de los casos, como en la parte alta de la ciudad, llevaban los niños para
colocarlos como escudos en caso de la llegada de los cuerpos de seguridad y
jugar al “atentado” contra los derechos humanos. Después venían los mensajes
claros y concisos como los muñecos ahorcados vestidos de rojo o animales
descuartizados en las puertas de las escuelas.
Y
es allí donde reside todo el asunto de las Guarimbas porque se refugian en la
declaración de los derechos humanos, sin tomar en cuenta que ellos mismos son
una violación de las libertades del ciudadano en general.
Los
Guarimberos hablan mucho de TIRANIA, DICTADURA Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN pero los
ciudadanos hemos sido torturados por SU tiranía al libre tránsito que afecta
nuestra labores diarias, tenemos SU dictadura del paramilitarismo en el que no
se puede decir nada porque te amenazan con atentados a tus familias, construyen
SU discurso de “libertad de expresión” donde se dice lo que se les antoja por
los medios de comunicación y por internet ofendiendo, denunciando, humillando a
quien se le ocurre pensar distinto, se falta el respeto a las autoridades de
manera desbocada para que se dejen los panorama de desidia en las que TODOS
somos cómplices involuntarios.
Tenemos
graves problemas de manipulación por parte de la alcaldía hacia los ciudadanos,
(con una alcadesa que le endosaron el cargo) simplemente las elecciones del mes
pasado son un salvoconducto para que sigan activando esta agenda que sólo
traerá otra vez la aparición de la Guarimba Extrema, para dejarnos ahogados en
nuestras casas sin poder llevar los niños a la escuela, sin llegar a nuestros
puesto de trabajo, sin cumplir con las funciones de trabajo comunitario que
tanta falta nos hace.
El
imaginario de estos grupos se va acelerando a medida que pasan los días con los
disturbios de los “estudiantes” en nuestras universidades, que se han
convertido en guaridas de vándalos, vemos el paro del transporte que genera
esta incomodidad y dejó que el hampa común dominara la ciudad por completo por
un día. Vemos que los órganos de seguridad no controlan el bachaqueo, el contrabando de
gasolina y la corrupción en la línea fronteriza, ahora nos apegamos a las
marchas y manifestaciones de campamentos urbanos de delincuentes disfrazados de
protestantes “pacíficos” o la quema de libros indiscriminada que sólo trae más
ignorancia a un país IGNORANTE de sus derechos, de sus formas de convivir.
Esta
región es una muestra fehaciente del nacimiento de actos violentos que están
conjugando todos los medios para dejarnos ahogados en la desesperación, donde se
vislumbra un nuevo secuestro masivo como el de Barrio Sucre que termino siendo denominado
“Sucrania” y que sus habitantes lo ven como un logro, cuando en realidad
estamos frente a un hecho atroz de barbarie. La masificación de la violencia cotidiana
y los famosos “gochos” dan una imagen de caos, de violencia, de ignorancia
masiva y empujan esta posibilidad de seguir la avanzada agresiva que vivimos a principio
de año.
Sucrania
es un ejemplo de lo que estos delincuentes de la alcaldía quieren hacer con
nuestra ciudad, cuando los imaginarios están focalizados en las acciones
violentas de la guerra, de la lucha entre pares no se puede esperar que haya
soluciones o se llegue al diálogo.
Es
por esta razón que los Imaginarios Colectivos al leerlos nos dan una visión de
lo que se avecina, de lo que somos capaces de vivir, esperemos no volver a ver
a Sucrania aunque todo apunta de nuevo hacia allá.
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