viernes, 19 de febrero de 2010

¿Me puedo tomar el día?

Los venezolanos somos una especie que nos caracterizamos por una alegría eterna… creo, según dicen, pero más que alegría considero que debe ser algo así como una pereza de pensar y de reaccionar ante lo que está sucediendo. Esta conclusión sale de una mirada muy singular de las fechas patrias y asuetos que se declaran a cada instante.


Hace no menos de 24 horas finalizó el carnaval, ya todos pensamos en la playa que visitaremos en Semana Santa… “El Carnaval”, pregunto ¿por qué celebramos el carnaval? ¿En qué parte de Venezuela se hace?, aunque todos saben que sólo se habla de los carnavales de Carúpano y de El Callao, agregando a esta pequeña lista el famoso Carnaval de la Montaña, o el más deprimente como el Carnaval de la Frontera estoy más que seguro que nadie sabe, qué es el carnaval y su contexto histórico, y seguramente todos mojaron a sus vecinos sin ninguna explicación.

Volviendo al tema del “puente” por asueto, vemos que en menos de seis meses hemos gastado más de 60 días en supuestas vacaciones, -al menos en la ciudad de SC- que se extienden desde el mes de diciembre, y que por esta causa, a cada instante, se cancelan las actividades laborales diarias. El inventario es extenso: la misa de navidad, el amigo secreto, el día de la virgen, el día del niño, el día de la mula y el día del buey… ah y los aguinaldos, la navidad y el fin de año. Por allí ya está perdido por completo el mes de diciembre.

Mi reflexión parte de un principio elemental, que presencio a diario, los empleados públicos, que están siempre a la expectativa de estos días y que son puntuales a la hora de salir, pero nunca al entrar. Por ello el sistema les presta tanta atención, debido a que son simplemente unos marginados que esperan estas dadivas, aunque sea en días libres.

Pasamos de inmediato al mes de enero, y con aquello de los reyes y las ferias de San Sebastián (que realmente nadie sabe quién es pero todos lo celebran en la devacle etílica), se fue el mes de enero.

Dos meses muertos, que generan cada día más pereza mental y marginalidad ciudadana. Sin contar lo días de paros, huelgas de estudiantes, o porque no llueve que permite acumular millas de ocio. La semana pasada hubo paros desde el martes y todos se fueron de “puente” porque estaban saturados de dos semanas de trabajo. Incluso alguien me dijo que estaba sufriendo de estrés. Bueno… me imagino, porque si vienes de dos meses de dormir, lo mínimo es que ansias es regresar a tu estado vegetativo y te sientes agobiado de trabajo.

En una comunidad donde cada celebración lleva un día, una semana o un mes de “puente” los resultados se observan de inmediato con una población ignorante y escasa de ideas, con dirigentes demasiado ineptos, concientes, que mientras más días libres tengamos, más pereza social se crea, y se convierte en un pueblo sumiso.

Se estima que todos los días en alguna parte de Venezuela hay una feria o fiesta que amerita suspender las actividades laborales, al sumar todos estos días nos da 364 y quedaría un solo día libre, pero cae 1° de mayo y por tanto no se debe trabajar. A la final tú no sabes que día tienes vacaciones y que días trabajas…

Y para terminar, las personas que contigo laboran y que siempre aprovechan los “puentes”, te dicen al regresar: “¿será que me puedo tomar la tarde? es que me acordé que no le cambien el agua al gato y se me puede morir….”

Si alguien me puede explicar esto… se lo agradecería!

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