jueves, 18 de marzo de 2010

¡¡¡Metallica!!!

El pasado 12 de marzo en la ciudad de Caracas se presentó Metallica, una de las bandas de heavy metal de mayor trayectoria por su historia y precursor del trash metal, que fue toda una revolución hace 30 años. Es por ello que se convierten en un punto de referencia dentro del movimiento del rock a nivel mundial. Este concierto estuvo marcado por la gran movilización de tecnología que lleva a cada espectador a quedar extasiado por la fuerza de las imágenes, y el arrollamiento de ritmos acompañados de efectos especiales que hacen que los asistentes queden en total ensoñación y crean que estuvieron en la experiencia única de su vida. Desde allí pudimos apreciar cómo es que se vende el enlatado de una banda, que se convierte en dios posmoderno y que sólo logra hacer gritar multitudes y desgarrar hasta lo más profundo de sus gargantas a miles de espectadores.


Allí, en Caracas, éramos cerca de 25 o 30 mil rockeros y no tan rockeros que nos acercamos para apreciar a nuestros ídolos de los ochenta y se cumplió lo que estamos previendo desde hace mucho tiempo, un salto al pasado.

El siglo XXI nos está dando una visión constante de nuevas maneras de abrir las puertas a un “refrito” de los 80, porque como es claro, el resurgimiento de bandas como Metallica, Guns n` Roses o Bon jovi, no son más que un refrescante de la memoria para quienes vivimos aquellos años y los más jóvenes pueden ver cómo esta historia reciente aún se mueve.

Veo que ahora sólo estamos al tanto de los vestigios de algo que ocurrió y pagamos una entrada a precios exorbitantes por ello, y eso sin entrar en detalles de la desorganización que se vive acá en Venezuela, porque uno siente que está siendo estafado. Pero volviendo al campo musical sentí que no es más que estar a la expectativa de las canciones viejas. Los conciertos ahora no muestran las producciones nuevas de estos grupos, y se ve claro, porque en todos los casos las bandas no llegan a tres de las canciones más recientes. ¿Será que están con un terror al rechazo?, ¿se corrobora que esto es lo que ocurre si tratas de innovar?, o ¿será que están gastando sus últimos cartuchos, puesto que ya tienen más de 30 años y 40 kilos de más? Creo que esas interrogantes se contestan solas. Ahora, estos grupos no son más que la sombra de lo que fueron y ahora los vemos como grandes museos interactivos, pero en este caso no están momificados, sino que se mueven, nos avasallan con la imagen y nos atosigan con una capacidad de marketing, donde los más ingenuos salen llorando de la emoción y gritaban al unísono ¡¡¡Metallica!!!. También sabemos que el concierto nos dio la posibilidad de saber que estaban vivos pero “quemados”, y que los rockeros impresionables no se dieron cuenta que ellos vinieron a “matar un tigrito” detrás de la galería viviente que duró 2 horas y algo.

Me perece genial que estén tratando de rescatar el pasado, pero aún así me uno a las bandas que tratan de mantener su espacio, su vida y están en constante innovación como el caso de Megadeth, Soulfly o Dream Theater que son músicos que tratan de unificar los conceptos de imagen y su propuesta estética.

Finalmente, quedamos en que son espectáculos que vale la pena observar, pero te decepcionan porque ves que son grupos se quedaron atrapados en una cápsula del tiempo muy, pero muy retrasada

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