lunes, 7 de febrero de 2011

Y todos digan…Salud!

Luego de unas merecidas vacaciones iniciamos de nuevo con esta etapa de El Incinerador Teatro, trataremos de no escandalizarnos con algunos temas que nos preocupan. Volveremos a reiterar la necesidad de organizar las actividades artístico-culturales que tan golpeadas están en nuestra región, y no lo digo por los artistas, sino por las personas que se encuentran al frente de estas instituciones encargadas de su administración. Pero bueno, eso es otra cosa y hoy estoy alarmado por lo ocurrido el domingo pasado en nuestra ciudad.
Un paro general en el Hospital Central de San Cristóbal donde los médicos protestaron por una serie de quejas, “la falta de insumos para que este funcione”.
Parece que ni siquiera la SALUD se ha salvado de la desidia de los gobiernos nacionales y regionales, estamos con los enfermos en la calle esperando que venga el  mismo José Gregorio Hernández a tratar de salvarlos cual mesías caído del cielo. Me parece un abuso por parte de las autoridades que se pasen la culpa el uno hacia el otro, aumentando las brechas que nos separan a los venezolanos y que no son más que una manipulación política. Si hay personas que son la prioridad en nuestro contexto, son los miembros del gremio de la salud, que están allí esperando para atender a todos los que asistimos diariamente a estas instituciones públicas. Particularmente apoyo la protesta, siempre y cuando sea para reivindicar las mejoras en el servicio que se presta a la comunidad.
Mientras tanto ese mismo domingo, en la otra parte de la ciudad, se estaba desarrollando una actividad decadente que gasta gran parte del presupuesto de la Alcaldía y de la Gobernación como es la Feria de San Sebastian, que, según tengo entendido, es el “orgullo de los tachirenses”. Me pregunto: ¿es más importante la bacanal del mes de enero que la salud de los ciudadanos?, porque ahora estamos en medio de una insensibilidad extraordinaria, donde cada dependencia está caracterizada por su aislamiento, sin tomar en cuenta que se juegan la vida de miles de personas. No pretendo ser moralista y mucho menos inquisidor de estas fiestas, pero si tenemos el problema de la salud, creo que deberían preocuparse un poco más sobre el tema y demostrar sus habilidades de gerentes para trabajar en conjunto con el gobierno central, si es que éste les está dando la espalda… según dicen… no me consta.
Pero como habitante de esta ciudad me indigna que los enfermos sean atendidos en la acera de la avenida Lucio Oquendo, mientras en Pueblo Nuevo están derrochando miles de millones en una fiesta que no tiene sentido alguno y que espero alguna vez llegue un alcalde sensato y regule esta situación.
Como no tengo la menor incidencia en estos temas -porque al votante o al ciudadano común nadie le escucha- me gustaría saber qué opinan nuestras autoridades regionales sobre este tema, porque genera en mí una gran decepción ver cómo se hacen las cosas y cuales son las prioridades.
Pero no se preocupen, sigamos participando del “Pan y Circo”, mientras la SALUD sigue en decadencia y nuestros médicos se desesperan aun más por sus pacientes, y el resto, que somos todos, seguimos dándole la espalda a los verdaderos problemas.
Y todos digan… SALUD!!

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