miércoles, 15 de junio de 2011

Refugiados, Desplazados, Nómadas…


Durante esta semana se desarrollan en la ciudad una serie de actividades teniendo como centro de discusión los Desplazados y Refugiados por las guerras, contando algunas con el apoyo de ACNUR y otras instituciones que se dedican a trabajar en pro de las personas que se encuentran en esta situación de riesgo. Es una verdadera labor de apostolado y de vocación estar al frente de estas organizaciones, tomando en cuenta las dificultades que de por sí el mismo tema enfrenta.

Si nos detenemos a pensar en los Desplazados y Refugiados de guerra, nos acordamos que a través de CNN y otras cadenas noticiosas nos hablan de conflictos y de refugiados en África y Asia, así como de la tristeza que esto genera para los pueblos, mientras los aviones atraviesan el cielo dejando caer sus bombas sobre miles de personas indefensas que huyen por su vida. Hoy día no estamos exentos de estas acciones, puesto que nos encontramos justo a lado de un vecino que tiene más de sesenta años en guerra y que sus habitantes atraviesan las fronteras buscando salvar sus vidas y la de sus familias. El caso de Colombia y esta cruenta guerra civil que está deteriorando toda su conformación como nación, que ha obligado a millones de colombianos a extenderse por todo el mundo.

Si nos detenemos a ver este fenómeno encontramos que los factores son múltiples y peligrosos: los habitantes deben ir de un lugar a otro sin ningún tipo de posesión, apenas recuperando su vida. Por otro lado los bandos enfrentados entre las instituciones militares y los grupos subversivos que intentan por todos los medios mantenerse en pie de lucha, sean o no, financiados por el mismo gobierno, no lo sabemos, pero lo cierto es que se mantiene en fuego cruzado sin cesar. El otro componente son las influencias foráneas de naciones como los Estados Unidos y esta impecable manera de anticipar y desarrollar las guerras. Entonces quedamos en tres visiones que arrasan por todos los costados con civiles indefensos y con personas que no tienen idea de las raíces del conflicto.

Esta situación no sólo ocurre en nuestra Colombia tan amada por muchos de nosotros, sino que está vigente en cientos de lugares del mundo, y muchos países han tenido que claudicar ante la mirada amenazante de las guerras, pero el desalojo de sus poblaciones han traído los problemas más graves, puesto que la naturaleza humana es tan compleja y tan destructiva consigo misma, que han tenido que defenderse y tratar de sobrellevar este peso para luchar contra las adversidades.

La guerra es un hecho absolutamente humano y no trae mas que desesperanza y mortalidad sin restricciones, en países como Irak, Irán, Pakistán, Afganistán, Palestina, Congo, Somalia, Mozambique, Colombia, -sólo por nombrar algunos-, es desesperante ver el número de casos de personas que han quedado en la nada de la nada, sin una vida que ofrecer a sus congéneres, simplemente por este extraordinario invento llamado la GUERRA, y que no hace sino asfixiarnos aún más cada día, lo veo como un fantasma que se avecina y se extiende a nuestros países, mientras la mirada de la ONU se mantiene incólume y permite hechos genocidas como los que acabamos de presenciar en Egipto, Yemen y Libia. ¿Hasta cuando estaremos con la sensación de morir debajo de un ataque de estos famosos países que predican la paz desde las bombas?

Siempre me pareció un caso ilógico que los aviones norteamericanos repartieran comida a los afganos durante el día y luego en la noche los bombardearan, ¿era para asegurarse que estuvieran vivos y poder eliminarlos con las bombas? ¿Y estas familias enteras que estaban abajo no sufrían por las inclemencias de los artefactos bélicos? Creo que no tenemos repuesta ante estas injusticias de unos pocos contra las de millones que estamos a la espera de nuestro turno para que seamos alimentados y luego bombardeados.

Buscar soluciones al conflicto del Refugiado de guerra es tan loable como darle la mano a un hermano.

Por eso, sólo –por ahora- queda ver las diferentes actividades que se nos han ofrecido esta semana desde el cine para que recapacitemos un poco sobre los horrores que significad ser un desplazado y un refugiado, para eso pueden buscar en la red la Cartelera Alternativa de Cine del Táchira-BORDES.

Una vez más encuentro refugio desde las artes y las veo como las armas más lacerantes, porque son capaces de eliminar la ignorancia, dejarnos frente a hechos dantescos y reconocernos a nosotros mismos.

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