martes, 9 de agosto de 2011

El ocaso de los Héroes.


La heroicidad es un complejo mundo de fantasías que nos llevan a buscar una imagen ideal de figuras inalcanzables, que sólo son comparadas con los dioses. Los mortales nunca tendremos acceso a los privilegios que de allí se desprenden. Aunque pensándolo bien, siempre aparece uno que otro personaje que se trata de exaltar y el común denominador le hace llamar Héroe.

Si revisamos el concepto de Héroes nos encontramos ante una imagen fuera de serie que trasciende las barreras del tiempo, del espacio y de lo físico, que estará en nuestra memoria, o mejor, existe como el inalienable e incorruptible líder que siempre será joven y que nunca se equivocará en sus decisiones. Es decir, que llegamos a la perfección del discurso y de los hechos.

En todos los países del mundo los Héroes se dejan ver como una respuesta a la necesidad de unificar sentidos de pertenencia, como aquello tan trajinado como es la IDENTIDAD, pero no queda otra alternativa y todos vamos como rebaños detrás de unos ideales que pueden ser o no los más apropiados. Pero ahí seguimos, repitiendo frases y palabras sin sentido y Venezuela está repleta de Héroes que se deslindan de sus huestes de la historia y son tan cotidianos que parece te los conseguirás en la vuelta de la esquina. También están los Héroes contemporáneos que no tienen parangón y a veces me pregunto si de verdad existen.

Esta duda resulta de celebraciones tan banales como el Bicentenario o el natalicio de El Libertador, que al final, las personas no están claras de qué es lo que ocurre o qué es lo que están dispuesta a hacer por el Héroe de antes o los de ahora que nos atosigan desde los medios de comunicación. Porque les digo desde acá, que no sólo desde el poder gubernamental que mantiene un aparataje mediático espectacular tenemos esta influencia, sino que en el bando opositor vemos como se alzan nuevos lideres buscando estas lides de las heroicidad y ahora no estamos claros si la rencilla bolivariana estará marcada en alguna parte, porque si todo empezó desde este discurso de la existencia del famoso Libertador, ahora nadie se preocupa por recordarlo. “El Libertador” es como una especie de  marca registrada que al final tienen un sello de CA o SA, y de allí las imágenes terminan en lo que era un ideal para transformarse en un producto para vender una idea o para encasillar aun más un pueblo que está ansioso de ideas,  pero que sólo encuentra una serie de figuras que están almacenadas en bancos de memoria y que todos, pero absolutamente todos, se adueñan de estas heroicidades y lo convierten en bandera política o comercial. Lo que algún día pudo ser algo tan fantástico como Aquiles y la Ilíada -tratando de parafrasear Eduardo Blanco y  su Venezuela Heróica- quedó en la inopia de una idea inconclusa.

La imagen del Héroe es tan cotidiana que se convirtió en panfleto heroico y dejó de lado la posibilidad de hablar sobre algún personaje que tuvo sus aciertos o sus defectos, pero que ahora sólo es la vaga imagen de lo que algún día pudo ser o no fue. Porque a fin de cuentos eso de la Libertada y la Independencia, es como un terrible relato que nunca termina por armarse y que todos nos mantenemos en ascuas esperando una respuesta digna de alguna parte.

Total, esta heroicidad está soslayada por las inmensas ganas a aferrase a las crestas del poder, de estar en el impulso de la ola que es una buena excusa para avanzar en mares de ignorancia, con historias oficiales que no son mas que una verborrea irónica y vacía de imaginarios incompletos, marginales y empobrecidos.

Por eso, no veo qué se puede celebrar el 24 de junio, el 05 de julio o el 24 de julio, me cansa encender la televisión y ver frases trasnochadas como “Padre de la patria”, “Paladín de la justicia”, “Justicia antiimperialista”, cuando estamos tan ávidos de soluciones sociales y comunitarias inmediatas para tener que perder tiempo y dinero en celebraciones pomposas que no llevan a otra cosa que a la desidia y a la desazón de un  país que está en la inopia.

No pretendo ser fatalista, pero es algo que me intriga sobremanera y veo que se desperdicia tanto tiempo en buscar Héroes, pero no tenemos claro hacia dónde vamos y mientras el país se cae a pedazos… Y hablando de esto de la heroicidad, ya hasta a la selección vinotinto de futbol le llaman Héroes… Ahhh POBRE PUEBLO MÍO!!!!!

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