lunes, 17 de diciembre de 2012

Luces de Navidad.


Hace apenas un par de semanas inició -de nuevo- el mes de diciembre, lo que implica un retorno de toda la parafernalia de la navidad y las acciones que de ella se derivan. Aunque la navidad cada año inicia con mayor anticipación y ya la vemos desde el mes de junio.

Lo cierto es que las personas durante este mes se dedican a muchas actividades como el arreglo de la casa (pintar, limpiar, desempolvar...), cosa que no entiendo, así como a la pachanga interminable -de la que ya hemos hablado en esta columna-, pero lo más intrigante son LAS LUCES QUE ILUMINAN TODA LA CIUDAD.

El matiz de la ciudad en penumbra cambia y nos olvidamos de las incompetencias de la gobernación y de la alcaldía que durante más de 330 días de 2012, que nos llevaron a la desidia de una ciudad en ruinas que reclama a gritos sea rescatada de estas administraciones tan inescrupulosas.

Resulta que ahora se acuerdan de esta ciudad que necesita una mano, pero no por una contienda lectoral, que se entienda bien, sino por una posibilidad de vivir dignamente en comunidad, de sancristobalences que sean capaces de transitar por las calles y avenidas sin el terror de la oscuridad que sirve de guarida a cientos de delincuentes que te acechan al paso.

Espero que esta idea de iluminar la ciudad con un proyecto multimillonario no sea simple politiquería de la que nos tiene acostumbrado la insoportable gerencia gubernamental, sino que al contrario, sea el inicio de un rescate de valores ciudadanos en los que debemos afincarnos cada uno de nosotros.

Si tenemos miles de millones de bolívares para derrochar en unos adornos de navidad, ¿por qué no invertimos parte de esto en una buena política para recoger los desechos  con el aseo urbano?, o ¿el asfaltado de las calles que es urgente?, o ¿la reparación del tendido eléctrico? Pero creo que nos resulta mas fácil adaptarnos a una fiesta efímera que sólo estará por un par de meses y después que nos vuelva a tomar la oscuridad a la que nos tienen acostumbrados.

Me resulta ilógico que tratemos de ocultar todo detrás de una cortina, y, luego olvidarnos de los verdaderos problemas. Particularmente siempre he estado en contra de los derroches de recursos, pero ahora no puedo negar que es llamativo el panorama que se desprende desde la avenida España hasta la avenida 19 de abril, es fantástico, pero ¿sólo en quinientos metros vamos a justificar la incapacidad de atender el estado durante todo el año?

La navidad representa un tiempo para la celebración, la reconciliación de familiares y amigos, pero en este caso lo veo como una acción forzada mientras la región se nos viene abajo.

Aplaudo la idea de sensibilizar la ciudad, de acercarnos más a esa parte humana, pero no sólo un tramo de avenida iluminada es la recompensa, y no traten de iniciar el camino de la reconstrucción de un estado que ha sido devastado por esos mismos que se comportan como hordas extractoras de recursos sin sentido común.

Es fundamental que estas acciones como la iluminación de la avenida se repita en otras zonas de la ciudad, es necesario que atendamos las comunidades más desprotegidas y golpeadas económicamente, es indispensable acercarnos a las masa que reclama que sus sectores están deteriorados y amenazados por el caos, que es un cáncer que consume nuestra sociedad desde hace varios años.

Pero también debemos acercarnos para enseñarnos a vivir en conjunto sin tanto adorno injustificado. Es decir, necesitamos una sensibilidad durante todo el año y en diciembre podremos disfrutar con mas ánimo de estas iluminaciones que son tan llamativas, y los niños podrán divertirse enormemente -y aun más sus padres que saben que pueden vivir tranquilamente en una ciudad digna-.

Esperemos que alguien se acuerde que existe una ciudad llamada San Cristóbal y que necesita un mano URGENTE!!!

Pero como siempre digo: Una voz sola nunca es escuchada.

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