Hablar
sobre libros y sus escritores es siempre un reto por cuestiones de óptica en
las que uno se ve envuelto. Assa Larsson es una de estas escritoras que no
puedes soltar desde el primer momento en que abres la primera página de su
novela, es la ganadora del Premio de la Asociación de Escritores Suecos de Novela
Negra en 2001 a la mejor primera novela con Sangre
Derramada publicada en 2004, y por Seix Barral en 2010.
La
novela nos lleva en un thriller policíaco que inicia en paralelo con cuatro
historias que son muy similares, la primera, la protagonista Rebeca Martinsson,
una abogada que debe buscar las pistas de un terrible asesinato ocurrido en
Kiruna población al norte de Suecia, donde a víctima es Mildred Nilsson que
será la segunda historia con la que iremos topándonos. La víctima, una
religiosa feminista, tiene a todo un pueblo en su contra por la defensa de los
derechos de las mujeres y la preocupación por la conservación de una reserva
natural, en la que se ven implicados los cazadores de la zona y donde hay una
tensión constante en vista de su
profunda amenaza a esta práctica tan común.
Rebeca
a su vez ha sido enviada por su bufete a encontrar las pistas que la puedan
conducir al asesino, pero se ve inmersa en una diatriba existencial que la
llevará al borde de sus sueños, de su infancia y de su pasado reciente, que es
tan abrumador como la novela en sí misma.
Una
tercera historia es la de Ana-Marie, madre de dos hijos, pero a su vez es la
policía encargada de buscar al asesino de Mildred, se da cuenta que las pistas
llevan a una confabulación de todos los habitantes de Kiruna, lo que da un
saldo bastante abultado de sospechosos y de posibles asesinos en serie que van
realizando su trabajo a medida que transcurre el relato. Es importante señalar,
que es un mundo frío en el que la oscuridad amenaza con cubrir por meses la tierra en la que se encuentran, y la nieve podría desaparecer las pistas
recientes. Anna-Marie debe estar atenta a todo indicio, frase, gesto o detalle
que vaya encontrando para poder entrar en sintonía con la mente del criminal
que cada vez está más cerca de ella. Es una paridad del discurso entre lo que
ella ve y lo que se supone va hilando, en un mundo frío, acondicionado para
entrar en rigor con lo que desea en primera entrada. La escritora nos ha
llevado de manera fantástica por estas llanuras frías del norte de Suecia,
donde la gente parece tan gris como el ambiente, pero al unísono están tan
llenos de vigor como la naturaleza.
El
asesino acecha a cada instante, los cómplices los vemos en todas partes, y,
cada vez que pasamos de un capítulo a otro, la novela logra su cometido, despistar
al lector con ánimo de enfrascarlo en un discurso que deja ver diferentes
matices del mismo hecho. Es Assa Larsson una escritora que va desde el juego de
palabras al enmarcar los retratos de los paisajes, para resaltar las costumbres
nórdicas y de enfrentarnos a la agresividad del paisaje, como también es capaz
de llevarnos de la mano a la calidez de los momentos familiares que allí de
desencadenan, pero puede ser agresiva y brutalmente grafica cuando hablamos de
las escenas de los asesinatos y su configuración, a manera de lección para el
resto de los personajes. Finalmente uno como lector siente en algunos tramos de
la novela una encrucijada que no puedes dejar de pasar la página hacia un nuevo
horizonte, de lo que está fraguándose a medida que vas adentrándote y que te lleva
a varios finales inesperados.
Y
por supuesto, nos faltó la cuarta historia que es la de una loba llamada Patas
Doradas que va en su paso de migración y sobrevivencia en los meses de invierno,
su enfrentamiento a los cazadores, a la naturaleza y sobre todo a su manada que
es la analogía de lo que les ocurre a las mujeres de la novela. Assa Larsson
nos envuelve de nuevo en discursos que van en paralelo, que te llevan a recrear
polifonías similares en estas féminas que son la base de Sangre Derramada.
Si
se topan con Sangre Derramada de Assa
Larsson no dejen de leerla que es una novela audaz, escrita magistralmente y de
un ritmo arrollador, porque de seguro no van a perder su tiempo.
Después
de leer esta novela sólo resta decir: ¡LA LITERATURA ES UN PELIGRO PARA LA
IGNORANCIA!!!
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