Responsabilidad,
mística, disciplina, organización y mucha seriedad se respiró en la Escuela Regional
de Teatro del Táchira con el desarrollo del Encuentro de Teatro en homenaje al
maestro Freddy Pereyra, donde aun suena su discurso en cada uno de los rincones
de esta institución. En este evento se dieron cita más de veinte agrupaciones
por diez días sin pausa.
Realizar
un encuentro de esta naturaleza es todo un desafío, pero cuando se trabaja en
conjunto se pueden obtener grandes beneficios, en tal sentido pienso que es
indispensable que los teatristas nos sigamos reuniendo anualmente y San
Cristóbal ha demostrado que se puede hacer desde hace muchos años, puesto que
la variedad de festivales, muestras y encuentros siguen proliferando apuntando
a crear un movimiento más grande, y a fin de cuentas donde el público y creadores
puedan intercambiar impresiones.
El
balance que debemos hacer es el de un trabajo que va creciendo por cada uno de
los grupos que allí se presentaron, que tuvieron estéticas tan variadas y tan
diferentes unos de otros que es un aliciente ver esta preocupación de algunos de
nuestros directores para realzar sus montajes. Es posible que estemos en la
puerta de un proceso colectivo de trabajo más profundo y es que en nuestra
región el teatro siempre va creciendo.
(Alirio Pérez. foto de Jose Antonio Pulido Zambrano) |
Y
no sólo estamos hablando de puestas en escena, sino de un cartelera de
académica que estuvo variada con foros al finalizar los espectáculos, dejándonos
esta forma de ver al teatro como un hecho de creatividad que pueda ser
analizado y comentado por el público presente en compañía con los artistas, para
agilizar la construcción del discurso de la tan ansiada escuela de espectadores
que realmente necesitamos con urgencia.
El
sentido de formación del público es en lo que se ha apuntado en este encuentro,
la preocupación por un centro de formación que pueda dar respuesta a este gran
número de personas que están dispuestas integrar las agrupaciones y de la misma
manera, tratar de acercarnos a un trabajo de investigación del gesto, que
desemboque en estéticas propias de nuestra región con una base universal y que
sea tan variada como cada una de las propuestas que allí podemos apreciar. Esperemos
que se pueda lograr algún día el compromiso completo de nuestros directores artísticos
y que despegue de una vez el teatro hacia lenguajes conscientes y complejos de
variadas construcciones del discurso artístico, es una suposición, pero
considero que eventos de esta magnitud nos deben llevar hacia un horizonte de
investigación formal.
(Iliana Sánchez. foto de Jose Antonio Pulido Zambrano) |
Estar
allí asistiendo durante casi dos semanas a este encuentro, nos demuestra las
ansias de teatro que tiene nuestro público, una sala que se abarrotaba minutos
antes de la función, personas que trataban por todos los medios de llegar para
obtener un pase o personas que nunca dejaron de asistir ni por un instante, son
muestras que no debemos perder el horizonte y continuar en esta acción de
meternos con desafíos más grandes.
Es
probable que estemos en las puertas de un estallido teatral, y se demuestra
porque de inmediato iniciamos el Proyecto FRONTERAS que se desarrolló igual en
esta sala los días del 8 al 10 de julio con la agrupación Tlatoani Teatro de
origen mexicano y que vino en la misa tónica.
De
nuevo reitero al equipo de trabajo de la maestra Iliana Sánchez, Luis Muñiz y todo el personal de la Escuela Regional
de Teatro del Táchira que sigan trabajando de la misma manera y estaremos
ávidos de encontrarnos otra vez para
aportar a nuestro teatro tachirense.
Después
de ver y asistir a esta temporada del Encuentro Regional de Teatro Freddy
Pereyra sólo me resta decir: ¡EL TEATRO ES UN PELIGRO PARA LA IGNORANCIA!!!
(Jenner Vivas, Iliana Sánchez y Orlando Cárdenas. foto de Jose Antonio Pulido Zambrano) |
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