martes, 20 de diciembre de 2011

El ciclo infinito de SC


El tiempo es tan efímero que cada vez es más acelerado y más abrumador el paso de los días. Las diversas maneras y ocupaciones nos dejan encerrados en ciclos que no acaban en ningún momento y regresamos al punto de partida una y otra vez.

De nuevo llegamos al fin de año y estamos en la misma situación de hace doce meses atrás, con una ciudad que termina por caerse a pedazos, ante la mirada indolente de sus gobernantes y de una comodidad insoportable de sus habitantes. De nuevo veo cómo el centro es un hervidero de trabajadores de la economía informal, que no son más que votos que dejarán un período más a la alcaldesa y de una ciudad que está sumida en la oscuridad, pero que se mantiene al “pie del cañón” (ironía, por supuesto) en una lucha inútil contra el poder central.

San Cristóbal está siendo arrastrada por una corriente de desidia preocupante, con movimientos económicos que no son más que una respuesta a las interminables maneras de desorganización que tenemos. Si hacemos una lista de factores que contribuyen  a su deterioro creo que nos faltaría más de una página, y cada vez sería más extensa a medida que avanzamos.

He tratado de hacer una lista de abusadores en orden creciente que se refugian desde la imagen trabajadores. Los primeros, son los que ocasionan gran parte de los accidentes de tránsito: los motorizados. Estos caballeros son los dueños de las calles y que hacen cualquier acción frente a los ojos de las autoridades sin recibir ninguna reprimenda. Ya es difícil salir  a la calle en tu carro sin la zozobra de golpear a uno de estos señores que desconocen por completo las leyes de tránsito, así como tampoco tienen sentido común al momento de internarse en el tráfico. De seguro a muchos que andan por allí, les pasa lo mismo y no hay poder humano que sea capaz de colocar las normas y la reglamentación.

En este ranking de personas que carecen de sentido común al manejar están los conductores de las unidades de transporte colectivo como busetas y autobuses, que se han apoderado de todas las vías sin intención de devolverlas, porque es una aventura y una travesía insólita caminar por las calles sin ser atropellado por una de estas unidades. Los conductores demuestran que nunca recibieron una clase de manejo y menos aun, de modales, y por esta razón no saben que la ciudad es para compartir, donde todos tenemos derecho a transitar sin tanto miedo a quedar bajo las ruedas de un camión, o que tu carro, que tanto trabajo y esfuerzo has luchado para tenerlo, ahora esté convertido en chatarra gracias a que un señor de estos por su ignorancia de la ley de transito te lo aporreó.

Pero bueno, el mundo es así y no queda de otra más que esperar a que a cada uno nos toque el turno de ser aplastado y que nadie responda ante tales injusticias.

Y en última instancia, o si lo miramos de atrás hacia adelante, podemos ver la proliferación de un oficio que ahora no tienen control y que cualquier persona que medio tenga entendimiento lo pueda hacer y es el caso de los taxistas, que aumentan las tarifas cada semana, porque “ellos también necesitan comer”, me pregunto yo ¿Por qué suben a cada instante las tarifas? ¿Cuál es la excusa y por qué la alcaldía se mantiene callada ante tal injusticia y no dan soluciones al problema? Según leí en los medios, el aumento “nuevo” era a partir del 01 de diciembre, pero las líneas empezaron a cobrar los 25 bsf desde el 20 de noviembre (hace un mes) sin mediar palabra, y eres víctima de los atropellos de estos señores que manejan y que son los que ocasionan las mayores trancas y accidentes en el flujo vial. Los taxistas se han convertido en una especie de raza que se reproduce como virus para llegar al gran caos llamado San Cristóbal, donde todos pueden hacer lo que quieran y a nadie le dicen nada.

Por esta razón dudo al momento de salir de mi casa. Me niego a pasear por la ciudad, porque estoy a expensas de estos señores que acabo de mencionar. Espero algún día ver otra ciudad y que haya realmente personas que sientan compromiso por ella.
“Algún día” tendremos que romper este ciclo infinito.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

hay cosas peores, a las buseteros le suben el sueldo un 50% y al pueblo no, los policias no hacen su trabajo,porque no quieren , solo trabajan para robar a una persona por no tener los papeles completos, pregunta por ahi todo el mundo se le ve borracho y relajado,pero por un porro mas de un policía ha robado, a un estudiante o a un trabajador, he visto como humillan a un menor,ve la situacion del trabajador, sin tiempo de descanso, un dia libre, es algo efimero, muere la libertad en los suspiros, el sueldo infimo para el padre laborador, engaño al soltero, para que se vuelva un gran consumidor, porque veo la television, y mi vision, se asquea,con la mierda, que quieren implantar en la poblacion, si no lo aceptas entonces no eres normal bah