Llevo siete años subiendo a la Sierra de Perijá casi
de manera anual y sistemática, el objetivo principal es compartir con las
comunidades indígenas Yukpas que sobrepasan los veintisiete asentamientos, con
un promedio entre treinta y cien familias cada uno, lo que nos pone de
manifiesto un incremento bastante significativo en materia de población, sin
contar las riquezas culturales que de allí se derivan.
Son un pueblo dedicado a las actividades agrícolas que
simplemente se han integrado desde cientos o miles de años a vivir de esta
simbiosis entre naturaleza y cultura. En
un paisaje dominado por el relámpago del Catatumbo, el Lago de Maracaibo y la
interminable humedad de la selva tropical que los cobija. Desde allí el centro
del universo del Yukpa es su montaña y su imaginario la unión de cada uno de
quienes allí viven.
Es lamentable enterarse de la muerte de Sabino Romero,
que es uno de los caciques más aguerridos que en los últimos años mantuvo su
posición frente a la explotación indiscriminada de la tierra que por sentido
lógico les pertenece. Es una pérdida irreparable para el pueblo Yukpa, puesto
que ellos son los verdaderos dueños de la Sierra de Perijá, y ahora están siendo
amenazados por el latifundio que avanza como un cáncer y que deteriora todo a
su paso. Es Sabino Romero un ejemplo de la dignificación de los pueblos
originarios, y sobre el cual recaen las ideas de libertad, de respeto y
tolerancia de nuestras culturas indígenas.
¿Por qué en Venezuela es tan común que ocurran hechos
como el acontecido el pasado domingo 03 de marzo en la noche, y la justicia se
mantiene inerme ante tal atrocidad? ¿Es que acaso no conocemos a ciencia cierta
nuestro pasado ancestral y nos avergonzamos de estar en el siglo XXI con
comunidades que aún están tratando de mantener su identidad cultural? ¿O simplemente
somos seres insensibles que no nos importan los problemas que nos rodean y nos
da igual una masacre a un hecho de sicariato?
Lamentablemente el pueblo venezolano cree estar bajo
el eslogan de una patria pero, sin patria, de un sentimiento nacional, pero sin
sentimiento, de un alma vacía que simplemente va de la mano de la ignorancia y
el desdén que cada día nos ataca sin piedad.
Los Yukpas, así como más de treinta grupos indígenas
“venezolanos”, son parte de un imaginario que está allí, tratando de sobrevivir
a los embates de una cultura que los quiere exterminar. De una sociedad que
considera su memoria como un conjunto de elementos que ponen en peligro las
bases de una nación “industrial”, que crece avasallante como reflejo de una
miseria humana que los carcome y que ha perdido su horizonte.
Sabino Romero y los Yukpas reclaman a cada instante la
reivindicación de los pueblos que están callados, de los que son oprimidos por
el mismo contexto que una vez trató de enalteceros pero que sólo quedó en
palabras y discursos vacíos. Es fundamental que estas voces las escuchemos sin
prejuicios porque son parte de un colectivo mucho más grande, dejando la
libertad y la memoria de un pueblo en juego.
No considero que debamos hacer luto en silencio por la
voz ahogada de Sabino Romero, sino al contrario, debe existir un grito que
reclame la injusticia a la que fue sometido, del impresionante universo de la
desidia en la que estuvo atrapado, desde esa cárcel en Trujillo hasta su infame
asesinato en la Sierra de Perijá.
¿Es necesario que haya más hechos de sangre para tomar
cartas en el asunto? Al parecer del venezolano común no es más que un indígena
más que ha muerto, sin atribuirle que fue un indígena que arriesgó su vida por
reclamar lo suyo.
Hoy amanecímos tristes, con mucha impotencia y sin
esperanza, pero estoy seguro que pronto la justicia tendrá que llegar y la
Sierra de Perijá volverá a las manos de sus dueños originales y los Yukpas tomarán
lo que es suyo. Por ahora estamos al frente de una de las acciones más cobardes
por parte de mafias y ganaderos del estado Zulia, luego vendrán por otros líderes
¿hasta cuando estaremos soportando estas arremetidas de un grupo que sólo
piensa en la explotación minera?
Espero que las autoridades competentes saquen a la luz
los responsables y que la justicia haga su trabajo.
¡POR LA REIVINDICACIÓN DE NUESTROS PUEBLOS INDÍGENAS!!
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