Revisando una de estas páginas de interacción donde
las personas suben cuanta tontería se les ocurre, me tropiezo con una foto de
un montaje de teatro que me resulta llamativa por la siguiente razón, es una
agrupación que está en pleno performance, la fuerza del movimiento de los
actores es fenomenal, corresponde a un festival organizado por el Sindicato de
Maestros y me alegro que los docentes realicen sus propias obras y hagan la
producción de rigor. Entonces me detengo a leer los comentarios que de la
fotografía se desprenden:
Persona 1: Que
buen Festival de Teatro el que organizó el Sindicato.
Persona 2:
Esas obras estuvieron geniales
Persona 1: Me
divertí muchísimo.
Personas 3: ¿Y AL FIN CUANTO FUE LO QUE DEPOSITARON DEL
RETROACTIVO DE CESTATICKETS?
Resulta que siempre aparece este tipo de comentario
que es bastante lamentable, no solamente en la red, sino que ésta es una de las
razones por las cuales algunos decidimos alejarnos del gremio.
Las instituciones tienen su estructura dependiendo
de quienes las componen, los docentes en su gran mayoría están carentes de
horizontes intelectuales y vocacionales, es decir, que nuestro sistema educativo
se ha plagado de miles de personas sin escrúpulos que sólo piensan en la
sobrevivencia diaria, sin importarles los medios de profesionalización que se
ofrecen desde las diferentes universidades o instituciones educativas.
Es posible que el mismo sistema nos haya llevado a
esta entropía, como también es posible que todos seamos cómplices de la
situación en la que nos detuvimos, pero veo con preocupación cómo muchos se
mueven por las miserias salariales y esto transforma el complejo educativo en
simples trabajadores desmotivados que no tienen claro su horizonte como
formadores de una nueva generación.
Es necesario entrar en contacto con los fundamentos
filosóficos y políticos de nuestra educación contemporánea para reflexionar
profundamente, puesto que nos alejamos por completo de las utopías, y ahora
simplemente, vemos multiplicadores de malestares y quejas interminables. ¿Será
posible que muchos de ellos simplemente están allí esperando a pasar sus veinte
y tanto de años para ser jubilados y dedicarse a esperar la llegada de la
muerte viendo la televisión? ¿Será que nos equivocamos en el momento de
establecer los procesos de selección en las escuelas de educación de nuestras
universidades, y dejamos que ingrese cualquier persona sin vocación?
He allí el dilema, veo con angustia cómo muchos
docentes investigadores preocupados escriben desde los medios de comunicación
sobre las formas más idóneas de enfrentar el hecho educativo, pero estamos
seguros que esta información no llega a todos los “interesados” que sólo abren
el periódico para ver si el estado les favoreció con la nueva contratación
colectiva, o si aumentaron el “cestaticket” para salir corriendo al
tiendita de la esquina.
Estamos frente a un sistema que se desbarajusta
fuertemente y se sacude con gran intensidad, en medio de una población que es
cómplice de sí misma, de una peste de desanimo que se propaga día a día, y que
nos es más que una corriente que atenta contra todo lo que conocemos y se
perfila hacia una educación en deterioro vertiginoso.
Estoy claro en la posición que fijo, me molesta la
actitud de muchos de nuestros maestros, pero creo y soy optimista al considerar
que esto puede ser circunstancial y que más adelante tendremos una generación
más idónea capaz de buscar su profesionalización por vocación y no por
manutención.
Espero que algún día podamos ver docentes en el
arte, en el deporte, en la ciencia, en la tecnología, haciendo sus propuestas
de investigación y no por un mero compromiso laboral, allí es donde empezará el
cambio que tanto necesitamos. Aplaudo al Sindicato que organizó el Festival de
Teatro el 15 de enero en el MAVET y pueden contar con mi apoyo siempre.
Por cierto, recuerden: ¡LA EDUCACIÓN ES UN
PELIGRO PARA LA IGNORANCIA!!!
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